BBVA recibe casi 4.000 peticiones para el ERE mientras CaixaBank sigue sin pacto

BBVA va a tener que cerrar la puerta al alrededor de 1.000 empleados que quieren acogerse al ERE (expediente de regulación de empleo). A una semana de que concluya el plazo para entrar en el proceso de ajuste, la entidad presidida por Carlos Torres había recibido el martes 3.800 solicitudes, un 29% por encima de las 2.935 salidas que pactó con los sindicatos.

Este excedente de peticiones no implica que ya se haya cubierto todo el ERE, ya que "lo que se amortizan son roles", explican fuentes próximas al banco. De estas 3.800 peticiones, unas 3.200 son de trabajadores de la red comercial, y el resto —unas 600— de servicios centrales. El acuerdo que firmaron el banco y los sindicatos contempla que salgan 2.177 empleados de la red y 758 de servicios centrales.

Más de la mitad de los 3.800 empleados que quieren salir de BBVA pertenecen al tramo de entre 55 y 62 años, que pactaron las mejores condiciones de prejubilación —renta mensual hasta la jubilación—. El siguiente colectivo que más solicitudes ha hecho es el de menos de 50 años, con cerca de un 19%.

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Jorge Zuloaga

Esta situación contrasta con la que tiene sobre la mesa CaixaBank, que sigue sin lograr un acuerdo con los sindicatos tras más de un mes de negociaciones, y a menos de una semana de que concluya el plazo fijado. De hecho, el ERE de BBVA arrancó más tarde y se resolvió en mucho menos tiempo.

La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y los sindicatos está actualmente en una fase de reproches. Los representantes de los trabajadores critican que no hayan desbloqueado este jueves y viernes —festivos en Cataluña y Comunidad Valenciana— para negociar ante la cercanía del plazo límite, el próximo martes 29. Junto a ello, creen que el banco sigue sin dar los pasos necesarios para que el ERE sea 100% voluntario, como pidió la vicepresidenta Nadia Calviño, e incluso cuestionan que Goirigolzarri cancelara su rueda de prensa en las jornadas de la APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica) el día de la huelga, en lugar de dar explicaciones públicas.

Críticas

Por su parte, la dirección del banco cree que la negociación no avanza más rápido porque los sindicatos no han hecho cesiones y defiende que las condiciones económicas ya están al nivel de las de 2019, cuando el ERE se calificó como "el mejor de la historia". Además, exponen que ya han mejorado en dos ocasiones el frente donde han fijado la línea roja los sindicatos: la voluntariedad. En primer lugar, bajaron del 50% al 40% el porcentaje de empleados de menos de 50 años que tendrían que salir con el ERE. Posteriormente, eliminaron los porcentajes para negociar cupos por tramos de edad.

Fue este punto en el que Calviño hizo hincapié en las jornadas de la APIE: "Valoro positivamente que los procesos de reestructuración se hagan de forma negociada. Creo que es muy importante que estos procesos traumáticos para los empleados y para sus familias se hagan de forma negociada, que se reduzcan las cifras de salidas y que sean voluntarias. Esa es la idea del diálogo de este tipo de procesos", señaló ante la presencia del presidente de BBVA, probablemente ya conociendo las cifras de peticiones para acogerse al ERE.

Conscientes de lo útil que está siendo para su negociación la presión pública, los sindicatos enviaron una carta este miércoles al presidente de la Fundación la Caixa, Isidre Fainé, en la que le instan a "poner cordura" en el ERE: "Se nos está planteando un ERE forzoso con unas condiciones inasumibles para la plantilla, la misma que usted ha puesto en valor durante tanto tiempo". "Estamos convencidos de que usted puede ser pieza clave de la solución, como ha demostrado en tantas ocasiones", añaden.

En este entorno, los sindicatos mantienen convocada una nueva huelga general el próximo día 29 y siguen insistiendo en la voluntariedad. Por si fuera poco, sobre la mesa no solo está el ERE, también la homologación de las condiciones de los nuevos empleados de Bankia, la previsión social y otros beneficios. CaixaBank y los trabajadores tienen por delante un gran reto para llegar a situarse en el punto en que está hoy BBVA.