CaixaBank ultima su contraoferta para suavizar el ERE de 8.000 empleados

Llega la hora de la verdad en el mayor ERE (expediente de regulación de empleo) bancario de la historia. CaixaBank se sienta este miércoles con los sindicatos y podría presentar las primeras mejoras significativas en el proceso que tiene en marcha para casi 8.000 empleados tras la compra de Bankia, según fuentes próximas a la entidad consultadas por este medio.

La negociación del ERE de CaixaBank se puso en marcha hace un mes para 8.291 empleados, un 18,7% del total de empleados del banco en España, con las peores condiciones que ha habido sobre la mesa de los sindicatos en los últimos años: sin voluntariedad, 25 días por año trabajado para los menores de 50 años y las mal llamadas prejubilaciones —despidos indemnizados— que cubrirían un 50% del sueldo fijo.

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J. Zuloaga

Desde entonces, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri tuvo un primer gesto con los representantes de los trabajadores al anunciar recolocaciones internas de 500 empleados y la contratación de McKinsey y Adecco —a través de su filial LHH—. Este acercamiento es considerado insuficiente por los sindicatos, que en los últimos días se han movilizado ante las oficinas y la junta de accionistas del pasado viernes.

A esto se suma el enfrentamiento con el Gobierno con que se ha encontrado la entidad a raíz del ERE, que se plasmó la semana pasada con el aviso del Ministerio de Trabajo de que examinará a fondo el proceso y con la oposición del Fondo de Reestructuración (FROB) a los sueldos de la cúpula de CaixaBank.

De cara a la reunión de este miércoles, se esperan principalmente mejoras en las condiciones de las salidas. La entidad catalana tiene palancas para mejorar su oferta en todos los frentes. Los sindicatos siguen con especial atención los pasos que ha ido dando BBVA en el ERE que negocia en paralelo a CaixaBank.

Así, la entidad presidida por Carlos Torres ya tiene sobre la mesa despidos indemnizados a partir de 58 años con el 70% del salario fijo, frente al 50% de CaixaBank; cuatro veces el salario regulador para los que tienen entre 52 y 57 años, con un tope de 250.000 euros —frente a las dos anualidades máximas de su rival catalán para los de entre 55 y 58—, y 30 días por año para el resto, frente a los 25 días de la entidad presidida por Goirigolzarri. La oferta de BBVA, que todavía es preliminar, podría ser parecida a la que ponga sobre la mesa CaixaBank.

La línea roja de la voluntariedad

Otro de los campos de mejora se sitúa en las cifras totales del ERE. Los sindicatos esperan una rebaja considerable frente a los 7.800 despidos que hay actualmente sobre la mesa. Cuando se acordó la fusión en septiembre, se barajaban cifras cercanas a los 6.000 despidos, que la entidad decidió ampliar ante la tendencia del mercado y los movimientos de algunos rivales. Las fuentes consultadas señalan que esta cifra acabará cerca de los 7.000 finalmente.

Junto a estos factores, para los sindicatos hay dos líneas rojas que 'a priori' se antojan más complicadas: la de que el 100% del ERE sea voluntario y la homologación de las condiciones de los empleados de Bankia en el nuevo grupo.

Respecto a la primera, lo que de momento ha planteado CaixaBank es que la mitad de los que salgan —3.900— sean de menos de 50 años. Lo explican por la necesidad de que haya un equilibrio en la salida y el nuevo grupo se descapitalice de empleados de más de 50 años. Respecto a la homologación, es una batalla con mucha letra pequeña. Todavía queda mucha negociación, pero todo apunta a que tras la fase del enfrentamiento frontal, con el Gobierno de espectador, este miércoles arranca un nuevo episodio del ERE.