Lar ultima acuerdos con varios fondos para entrar en el negocio de vivienda compartida

Grupo Lar ha pisado el acelerador. Tras irrumpir con fuerza en el mercado del alquiler, donde se ha aliado con Primonial para construir una cartera de 5.000 viviendas en renta, la compañía negocia su desembarco en el segmento de la vivienda compartida, objetivo que aspira a cerrar este mismo año, para lo cual está hablando ya con varios fondos interesados en ir de su mano, según han confirmado fuentes conocedoras.

Desde que hace dos años la compañía fichó a Miguel Ángel Peña para tomar las riendas de Lar Residencial Iberia, la pata promotora del grupo, ha apostado con fuerza por el negocio del alquiler, pero manteniéndose fiel a la filosofía de la familia Pereda, dueña del grupo, de apalancarse siempre en capital ajeno por medio de alianzas estables con fondos internacionales, como Goldman Sachs, Pimco, Fortress o Primonial.

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Ahora, esta lista podría ampliarse con el interés de la empresa por entrar en el segmento de la vivienda compartida, tanto de jóvenes ('coliving') como de mayores ('senior living'), junto a quienes Lar estaría interesada en desarrollar nuevos vehículos de este tipo de vivienda en alquiler, objetivo que podría cristalizar este mismo año, según las mismas fuentes.

Con una plantilla de 240 empleados y 82,8 millones de facturación, Grupo Lar acumula 14.691 viviendas en promoción y una cartera de 3.426 millones de euros a cierre de 2020, ejercicio que en España concluyó con 400 viviendas entregadas, mientras que a nivel internacional alcanzó las 1.200. Fuera de nuestras fronteras, la compañía está presente en México, Perú, Polonia, Brasil y Colombia, mercados donde toda su actividad se concreta en la promoción para venta.

El negocio residencial representa el 46% de la facturación del grupo, por el 53% de los centros comerciales y el 1% de la logística, pero en términos de cartera gestionada apenas es un 9%, mientras que el 87% corresponde a centros comerciales y el 4% restante a logística.

En sus planes de crecimiento, también entra la idea de participar en los proyectos de colaboración público-privada para promover vivienda social que están anunciándose tanto a nivel nacional, desde el Ministerio de Transportes, como en diferentes comunidades autónomas y ayuntamientos.

Del mismo modo, la compañía analizó el Proyecto Darwin de Sareb, operación dirigida a dar salida a 5.600 viviendas a medio construir, con la posibilidad de que el banco malo vaya transfiriendo en el futuro hasta 9.600 hogares, pero finalmente no presentó oferta.

En todas las vías de crecimiento que está estudiando, Lar tiene como máxima salvaguardar los márgenes, un reto para todo el sector de cara a la apuesta por la bautizada como vivienda asequible, con la que las diferentes administraciones proponen solucionar el grave problema de acceso a la vivienda que sufre el país y que, si queremos avanzar hacia un modelo sostenible, donde las familias no destinen más del 30% de sus ingresos mensuales a pagar la renta, exige un fuerte ajuste de precios.

La apuesta de Lar por la vivienda en alquiler en sus diferentes versiones cuenta con la particularidad de que se extiende por gran parte del país y, actualmente, la compañía tiene identificadas 19 localizaciones objetivo que van más allá de Madrid, Barcelona y Valencia, mirando también a ciudades más pequeñas como Alicante, Valladolid, Málaga, Santander o Murcia, donde acaba de cerrar su primer 'built to rent' (promover para alquiler).

Actualmente tiene ya lanzadas, dentro de su acuerdo con Primonial, 1.300 viviendas sobre los 5.000 hogares que quiere alcanzar. Su plan de negocio contempla que en torno a la mitad sean desarrollo propio y la otra mitad por medio de acuerdos de BtR con promotoras como Adeas, Neinor o compañías locales, además de aspirar a ir construyendo esta cartera a un ritmo de 1.500 pisos al año.