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Nadie sin su ración: la 'startup' que quiere (y puede) acabar con las colas del hambre
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DIGITALIZACIÓN DE TODO EL PROCESO

Nadie sin su ración: la 'startup' que quiere (y puede) acabar con las colas del hambre

Una empresa de Castellón digitaliza el proceso de donación entre donantes y los bancos de alimentos de España para dignificar las entregas. Mercadona, Consum, Carrefour o ECI se adhieren

Foto: Colas ante un comedor social de Barcelona. (EFE)
Colas ante un comedor social de Barcelona. (EFE)

Es jueves. Y como cada jueves y cada martes, decenas de personas se ponen en fila en las aceras del exterior del Mestalla, el estadio del Valencia CF, para recibir un paquete con productos básicos. En plena avenida de Aragón, sobre el suelo que algún día debería albergar una lujosa promoción de viviendas si el club valencianista logra desatascar el embrollo para financiar su nuevo coliseo, y con el fin de cumplir con las medidas de seguridad sanitarias, el Banco de Alimentos de Valencia hace entrega a familias vulnerables de raciones de comestibles desde que comenzó la pandemia.

La iniciativa ha hecho visible a plena luz del día lo que parecía invisible: miles de familias en España no llegan a fin de mes y se ven obligadas a recurrir a este tipo de organizaciones solidarias para alimentarse. En Madrid, en Barcelona, en Sevilla, en Valencia… Una de cada tres familias ha sufrido una merma de ingresos en el último año. Las llamadas colas del hambre se multiplican por todo el país, al tiempo que el impacto económico de la crisis sanitaria va haciendo mella en las listas de desempleados. La demanda de ayuda alimentaria no cesa. El impacto para quien se ve forzado a recurrir a este tipo de ayuda es doble: por un lado, por lo que refleja de insuficiencia de recursos para cubrir necesidades básicas. Por otro, por la vertiente psicológica y social que supone sentirse excluido del sistema productivo hasta el punto de depender de la solidaridad de otros para subsistir.

Foodration4All, una joven 'startup' de Castellón, no será capaz seguramente de acabar con el hambre. Pero su proyecto empresarial tiene muchas posibilidades de, al menos, elevar la dignidad de las familias vulnerables facilitando su acceso al sistema de donaciones de alimentos reduciendo o terminando a la vez con las colas que se organizan para recoger las bolsas de productos. Bajo la marca 'Nadie sin su ración diaria', la mercantil fundada por dos ingenieros de menos de 30 años, Kilian Zaragozá y José Vicente Vilaroig, ha desarrollado una aplicación y un sistema de asignación y reparto de donaciones de alimentos que digitaliza todo el proceso, propiciando no solamente que desaparezcan las colas de recogida, y favoreciendo por tanto la inclusión social, sino también simplificando la gestión logística y de transportes, con lo que ello implica de reducción de huella de emisiones o costes asociados.

placeholder 'Nadie sin su ración diaria' es una 'app' que permite realizar donaciones de alimentos.
'Nadie sin su ración diaria' es una 'app' que permite realizar donaciones de alimentos.

La iniciativa, enmarcada en lo que se conoce como economía de impacto (proyectos empresariales cuya actividad genera consecuencias positivas en lo social o medioambiental), ha tenido una primera prueba piloto en Castellón a través del banco de alimentos y en colaboración con un puñado de tiendas de la cadena de supermercados Consum. A través de la aplicación móvil (ya disponible para Android y iPhone) y de unos tótems instalados en las tiendas, los donantes de alimentos han gestionado sus aportaciones: estas se traducen en un ingreso en una cuenta bancaria del banco de alimentos que las transforma en una tarjeta monedero que se entrega a la persona necesitada, quien a su vez la canjea por los alimentos, dentro de un catálogo de productos preseleccionados. La única cola que se hace es la del súper, como un cliente más.

El sistema es muy distinto al empleado históricamente por los bancos de alimentos y organizaciones benéficas, con campañas de recogida física de alimentos en los puntos de venta de las cadenas de distribución, transporte a sus locales y distribución a los perceptores de la ayuda.

"Nosotros somos meros creadores del sistema tecnológico. Hemos creado la tecnología y prestamos el servicio. Quienes desarrollan y ejecutan el proyecto son los bancos de alimentos y la Federación de Bancos de Alimentos (Fesbal). El dinero no pasa por nuestras manos. Con nuestro sistema, la tarea del banco de alimentos es estudiar los perfiles en colaboración con los Servicios Sociales y establecer el reparto de las tarjetas siguiendo su criterio. De estar moviendo cientos de kilos para luego estigmatizar a la persona con una cola del hambre, ahora pasan a hacer un trabajo más digitalizado y mucho más eficiente", explica Zaragozá. "Supone un cambio de conciencia social y de paradigma. Nuestro propósito es acabar con las colas del hambre", señala, ambicioso, el CEO de Foodration4All.

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Josevi Vilaroig y Kilian Zaragozá, responsables de Foodration4All.

"Usamos tecnología Blockchain. Además, por cada donación, generamos un código de seguimiento del envío. A través de la 'app', puedes llegar a saber el destino de los, por ejemplo, 10 o 15 euros de una donación. Te decimos si ya han legado al banco de alimentos, si se han transformado en tarjeta monedero y si ha sido entregada a una persona", detalla sobre la experiencia de usuario.

El proyecto piloto, según explica el responsable de la 'startup' y corroboran portavoces oficiales de Consum, ha sido un éxito, con 1.500 usuarios registrados y 100.000 euros recolectados en alimentos. La cooperativa valenciana de distribución ha aportado el desarrollo tecnológico necesario para compatibilizar el uso de la tarjeta con sus medios de cobro. De una donación media de dos o tres euros, se ha pasado a otra de 21 euros, y se ha abierto además la puerta al consumo de productos frescos, pues la recogida de los alimentos se hace en la misma tienda.

Los promotores de 'Nadie sin su ración diaria' están convencidos de su escalabilidad

Con esta primera experiencia y tras haber madurado la iniciativa tanto en lo tecnológico como en la gestión empresarial, Foodration4All, que ha entrado en el programa de Lanzadera, la aceleradora de empresas Juan Roig, ha suscrito un acuerdo con los bancos de alimentos provinciales de toda España federados en Fesbal para abrir la aplicación en todo el país y comenzar a instalar tótems electrónicos (que permiten gestionar las donaciones 'in situ') en supermercados. Fesbal ha implicado en el proyecto a las principales cadenas de distribución: Mercadona, Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés y Consum. También se ha sumado la cooperativa Bonarea. Además de abrir la aplicación móvil a cualquier ubicación en España, Valencia, Alicante, Murcia, Córdoba y Tarragona serán las primeras provincias en disponer de los dispositivos físicos que irán rotando por las tiendas de la mano del banco de alimentos correspondiente. No obstante, estas compañías seguirán realizando sus donaciones directas a entidades solidarias. Este mismo martes, Mercadona entregó 15.000 pañales a la Fundación Madrina.

Asesorados por los mentores de Lanzadera, los promotores de 'Nadie sin su ración diaria' están convencidos de la escalabilidad del proyecto y de que serán capaces de profesionalizarlo. Sus mecenas para arrancar son conocidos empresarios valencianos de distintos sectores, que han aportado el capital inicial. Tienen ya ocho personas en plantilla y sus ingresos proceden de la facturación que realizan por el servicio a los bancos de alimentos. "Llevamos cuatro años desarrollando el proyecto. Nuestro propósito es emprender con una empresa propia, pero con la idea de que nuestra actividad tenga un impacto y un beneficio para las personas y el medio ambiente. Buscamos favorecer la inclusión social de las personas que reciben ayuda alimentaria", afirma Kilian Zaragozá.

Es jueves. Y como cada jueves y cada martes, decenas de personas se ponen en fila en las aceras del exterior del Mestalla, el estadio del Valencia CF, para recibir un paquete con productos básicos. En plena avenida de Aragón, sobre el suelo que algún día debería albergar una lujosa promoción de viviendas si el club valencianista logra desatascar el embrollo para financiar su nuevo coliseo, y con el fin de cumplir con las medidas de seguridad sanitarias, el Banco de Alimentos de Valencia hace entrega a familias vulnerables de raciones de comestibles desde que comenzó la pandemia.

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