EEUU lanza aranceles a la industria eólica de España por 'dumping' y negarse a colaborar
La Administración de Joe Biden, a través del Departamento de Comercio de EEUU, ha determinado que firmas como Vestas, Acciona o Siemens Gamesa exportan con un margen de 'dumping' del 73%
Las grandes empresas eólicas españolas, pilares de la industria energética patria, afrontan la imposición de aranceles de EEUU. La Administración de Comercio Internacional, organismo adscrito al Departamento de Comercio del Gobierno de Joe Biden, ha determinado que los productores y exportadoras de componentes eólicos en España están vendiendo parte de su material por debajo de coste en el país norteamericano. Por ello, las autoridades estadounidenses entienden que estarían incurriendo en prácticas de 'dumping', lo que supone, según su criterio, un perjuicio para su industria nacional y conlleva la imposición de tasas para contrarrestar este daño.
En un análisis preliminar, Washington dictamina que Vestas, Acciona, Siemens Gamesa, Haizea, Kuzar, Windar y otros productores venden con un margen de 'dumping' del 73%. Aunque los aranceles aún no son definitivos, el Departamento de Comercio ha ordenado a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU que suspenda la liquidación de las entradas de mercancías en cuestión.
El Gobierno de EEUU lanzó una investigación en octubre de 2020 después de que empresas y asociaciones nacionales como Arcosa Wind Towers y Broadwind Towers instaran a la Administración norteamericana a tomar cartas en el asunto, ya que entendían que sus competidores españoles les estaban perjudicando haciendo 'dumping'.
Tal y como avanzó el 3 de diciembre El Confidencial, la Comisión de Comercio Internacional (USITC, por sus siglas en inglés) hizo requerimientos a todas las empresas españolas productoras y exportadoras de torres eólicas a las que solicitaba diversa información para determinar si, como denunciaban las compañías locales, se estaba vendiendo por debajo de un precio razonable, lo que en la jerga comercial se conoce como LTFV ('less-than-fair-value'). Dicha investigación se realizó con el conocimiento del Ministerio de Industria español, según aseguraba entonces una fuente del sector al tanto de la situación.
En ese contexto, la US International Trade Commission (ITC) realizó una serie de requerimientos individuales a las firmas más representativas. En primer lugar, pidió información a Vestas, que tras varios intercambios de pareceres notificó a EEUU que rechazaba participar en la investigación, según consta en documentación del Departamento de Comercio. Previa a la negativa de Vestas a colaborar, el 5 de diciembre, la Administración norteamericana recibió el cuestionario con la respuesta de 13 compañías. Sin embargo, EEUU denuncia que hubo seis empresas de las que no recibió respuesta: Acciona Windpower, Gamesa, Haizea, Kuzar, Proyectos Integrales y Logísticos SAA y Windar.
La investigación abarcaba las exportaciones realizadas entre julio de 2019 y junio de 2020. Al no recibir respuesta de las principales empresas españolas, que se han negado a colaborar con la primera potencia mundial, la Administración Biden ha dado por buenas las reclamaciones de los competidores locales, con lo que ha asignado un margen de 'dumping' del 73% a la importación de torres eólicas, la pieza principal que vertebra todo el aerogenerador, tras examinar información proporcionada por fuentes independientes que corroboran el 'dumping', señala el dictamen.
EEUU da por buenas las acusaciones después de que las españolas se hayan negado a cooperar con la primera potencia mundial
"Comercio llega a la conclusión de que Vestas Eólica no cooperó lo mejor que pudo para cumplir con una solicitud de información de Comercio", señala el memorando firmado por Christian Marsh, 'acting assistant secretary for' Enforcement and Compliance y James Maeder, 'deputy assistant secretary for' Antidumping and Countervailing Duty Operations.
Las compañías afectadas tienen 30 días para recurrir la decisión. Las conclusiones definitivas de las autoridades norteamericanas se conocerán en un plazo máximo de 75 días después de la resolución, que fue firmada el pasado 29 de marzo y se dio a conocer el 2 de abril. Si finalmente se confirma la imposición preliminar de aranceles determinada hace pocos días, puede suponer un duro golpe para una de las industrias más pujantes en España.
La fuerte implantación de energía eólica en España desde los años noventa ha convertido este sector industrial en uno de los más competitivos a nivel mundial y con más futuro, dado el 'boom' de energías renovables actual. La industria eólica española exporta material por valor de más de 2.000 millones de euros anuales y EEUU supone uno de sus principales mercados.
La imposición de aranceles a las torres eólicas supone un duro golpe para el sector, ya que se trata de la pieza que vertebra todo el aerogenerador (sujeta el rotor y las palas y ancla el molino al suelo), y puede suponer un freno económico a una de las industrias más pujantes actualmente. Las grandes 'utilities' españolas como Iberdrola, EDPR o Naturgy tienen intenciones de crecer con fuerza en Norteamérica. Máxime con el viento de cola que supone la salida de Donald Trump de la Casa Blanca y la llegada de un Biden mucho más favorable a las renovables, lo que traccionaría toda la cadena de valor. Sin embargo, un fuerte arancel puede provocar que se opte por otras empresas en EEUU en lugar de las fábricas españolas. Precisamente el objetivo que persiguen los fabricantes del otro lado del Atlántico.
La resolución que acaba de hacerse pública pone el acento sobre la mayoría de las grandes productoras y exportadoras españolas. No obstante, en la misma no aparece GE, el fabricante estadounidense que dispone de varias fábricas en España y que, sin embargo, no está entre las compañías que se han negado a cooperar con dicha investigación.
Con la decisión que acaba de tomar el Departamento de Comercio, se alejan las esperanzas de las empresas de eólica española sobre esta investigación. Varias albergaban esperanzas de que la marcha de Trump y la llegada de los demócratas al poder supondría la eliminación de trabas y aranceles que ya sufren otros sectores españoles como el del acero, el vino, el aceite o el queso. Sin embargo, las barreras a la eólica por 'dumping' siguen adelante con la Administración del exvicepresidente de Barack Obama.
Firmas españolas pensaban que la llegada de Biden a la Casa Blanca suavizaría los aranceles de Trump, algo que no se aprecia en esta resolución
El Gobierno de EEUU no es el único que busca favorecer y proteger a su industria eólica nacional. El Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica, explora vías para favorecer en las subastas de energía renovable a aquellos productores que opten por material fabricado en España con respecto al que venga importado de otras geografías.
El Ejecutivo se plantea esta opción como respuesta al cierre de fábricas de Siemens Gamesa en España, que ha potenciado la fabricación de palas desde Portugal tras comprar Senvion, aunque la empresa achaca las clausuras en Galicia, Castilla-La Mancha, Navarra o Castilla y León a la falta de demanda de determinados modelos que se han quedado obsoletos. Por una razón similar Vestas, que tiene también varias plantas industriales en España, decidió abandonar la producción de su fábrica de León.
Las grandes empresas eólicas españolas, pilares de la industria energética patria, afrontan la imposición de aranceles de EEUU. La Administración de Comercio Internacional, organismo adscrito al Departamento de Comercio del Gobierno de Joe Biden, ha determinado que los productores y exportadoras de componentes eólicos en España están vendiendo parte de su material por debajo de coste en el país norteamericano. Por ello, las autoridades estadounidenses entienden que estarían incurriendo en prácticas de 'dumping', lo que supone, según su criterio, un perjuicio para su industria nacional y conlleva la imposición de tasas para contrarrestar este daño.