Aviso a CaixaBank y Unicaja: el BCE revisará a fondo el dividendo tras las fusiones bancarias
El BCE vigilará de cerca que los beneficios contables de las fusiones se usen para recortar costes y nuevas provisiones, y no permitirá que se toquen para dividendos al menos un año
Aviso a navegantes. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido poner todas las facilidades posibles para que los bancos bajo su órbita se fusionen, pero no a cualquier precio. El dividendo sigue siendo la barrera infranqueable: el supervisor europeo seguirá de cerca que ninguno de los beneficios contables de estas operaciones corporativas se destine a remunerar a los accionistas, como deja claro en la guía sobre consolidación bancaria cuyos puntos finales hizo públicos este martes.
Esta normativa impacta directamente en las dos grandes fusiones que hay en marcha en España, la de CaixaBank y Bankia y la de Unicaja y Liberbank, de las pocas que se han acelerado a nivel europeo por las derivadas económicas de la pandemia.
El BCE deja claro en su guía que no permitirá que los bancos usen el ‘badwill’ (fondo de comercio negativo, que se genera por la compra de un activo con descuento sobre sus recursos propios) para repartir dividendos. Este fondo de comercio es de 7.878 millones en el caso de CaixaBank y Bankia, y el de Unicaja y Liberbank todavía no es oficial, pero podría rondar los 2.000 millones.
“Dadas las incertidumbres sobre su determinación, está generalmente esperado que los potenciales beneficios del ‘badwill’ no se distribuyan a los accionistas de la entidad combinada hasta que la sostenibilidad del modelo de negocio esté firmemente establecida”, expone la guía.
Para ello, el organismo europeo detalla que “hará uso de las herramientas de supervisión disponibles, cuando sea apropiado, y caso por caso”. Añade que en cualquier caso ‘recomienda’ no tocar los beneficios del ‘badwill’ para dividendos al menos hasta que haya pasado un año desde que se cierre la fusión.
En su lugar, el BCE sostiene que el ‘badwill’ deberá usarse para cubrir los costes de integración —cierre de oficinas y salida de empleados— y para mejorar las coberturas de los créditos impagados.
Objetivo imposible
En el sector financiero, hay dudas sobre cómo va a controlar el supervisor que realmente no se usa el ‘badwill’ para provisiones ordinarias, generando un beneficio recurrente mayor. En esta línea, se han posicionado eurodiputados como el español Luis Garicano, que tomó partido en la consulta pública de la guía del BCE: “Estas condiciones son difíciles (¡imposibles!) de verificar en la práctica y podrían resultar en distribuciones de capital excesivas a los accionistas, poniendo potencialmente en peligro la verdadera posición de capital de la entidad fusionada”.
Este es el mismo debate que está habiendo entre los bancos y el BCE en estos momentos. Las entidades quieren presentar el mayor beneficio posible en las cuentas de 2020 para poder repartir dividendos más altos. Por su parte, el supervisor quiere que las entidades aumenten las provisiones, reduciendo el resultado, para que así los balances queden más cubiertos y salga menos capital con destino a los accionistas.
Tras todo el año paralizado, el reparto de dividendos se desbloqueará en las próximas semanas. El organismo europeo estableció un límite del 15% del ‘pay out’ hasta septiembre. Las entidades tienen hasta este viernes 15 para negociar sus planes con el supervisor.
En el caso de CaixaBank y Bankia, las dos entidades han anunciado que no repartirán dividendos hasta que se cierre su fusión, algo previsto para finales de este trimestre, cuando tengan todas las autorizaciones. El grupo tiene el objetivo a medio plazo de repartir un 50% de su beneficio una vez se normalice el mercado. Este grupo, que liderarán José Ignacio Goirigolzarri (Bankia) y Gonzalo Gortázar (CaixaBank), tendrá más difícil el pago de dividendos extraordinarios por lo menos hasta mediados de 2021, por la guía del BCE. Unicaja y Liberbank tienen el mismo objetivo de ‘pay out’ del 50%. El cierre de su fusión está previsto para verano.
Junto a la relajación del uso del ‘badwill’, la guía del BCE incluye otras exenciones para que las entidades europeas aceleren el proceso de consolidación ante la crisis del covid. En España, todos los ojos están puestos en BBVA y Sabadell, que ya negociaron una fusión, sin éxito, a finales de 2020.
Aviso a navegantes. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido poner todas las facilidades posibles para que los bancos bajo su órbita se fusionen, pero no a cualquier precio. El dividendo sigue siendo la barrera infranqueable: el supervisor europeo seguirá de cerca que ninguno de los beneficios contables de estas operaciones corporativas se destine a remunerar a los accionistas, como deja claro en la guía sobre consolidación bancaria cuyos puntos finales hizo públicos este martes.
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