Unicaja y Liberbank provisionarán 1.200 M en la fusión y dan por superadas sus diferencias

Campanas de boda en Unicaja y Liberbank. Los bancos sellaron este martes, tras el cierre del mercado, la fusión que dará paso al quinto banco de España en total de activos. Este miércoles, las entidades han presentado los detalles de la operación ante los inversores y han hablado de sus planes de futuro. Entre estos, está la posibilidad de incorporar nuevas entidades a la fusión, algo que el presidente Manuel Azuaga no descarta: "El grupo continuará analizando alternativas que generen valor a los accionistas, si bien ahora mismo nos centramos en la operación que se está presentando".

En la presentación, las entidades andaluza y asturiana pronostican unos costes de reestructuración de 540 millones de euros antes de impuestos (es decir, 3,4 veces más que las sinergias de costes esperadas). Con todo, esta cifra será cargada en su totalidad contra el 'badwill', el fondo de comercio negativo que proviene de comprar una empresa por debajo de su valor contable. Otros ajustes previstos de la operación son 400 millones previstos para elevar las coberturas de créditos e inmuebles de cara al covid-19 y 200 millones para la resolución de alianzas estratégicas del grupo, en negocios como el de seguros. En total, las provisiones extraordinarias ascenderán a 1.200 millones.

Por otro lado, la entidad generada por la fusión por absorción de Unicaja a Liberbank también espera poder remunerar a sus accionistas con un 'pay out' de en torno al 50%, "en cuanto las perspectivas macroeconómicas mejoren y se levanten las restricciones regulatorias".

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En este contexto, los dos bancos cuentan con alcanzar en 2023 el 100% de las sinergias previstas, esperando así llegar a unos ahorros de costes de 192 millones de euros antes de impuestos (la cifra incluye los 32 millones de euros que espera conseguir Unicaja de forma independiente, según anunció antes de la fusión). Esto situaría los recortes de gastos en un 17%, una cifra, según las entidades, superior a las anteriores fusiones presentadas en España.

Este resultado tendrá un impacto estimado en el ratio de eficiencia de 11 puntos porcentuales, dejándolo en un 56,8%, y llevará la base de costes de la entidad combinada en un 20% menos, es decir, 769 millones.

Objetivos "conservadores"

Se prevé que la entidad combinada, tras realizar "importantes" provisiones para acelerar la reducción de los activos improductivos, alcance una ratio de capital de máxima calidad (CET 1 'fully loaded') del 12,4%, "la más elevada entre las entidades cotizadas" según datos a septiembre pasado, que se sitúe como la primera en coberturas (67%) y la segunda entre las entidades cotizadas con la ratio de mora más baja, del 3,8%. Esta tasa podría subir al 13% cuando el BCE apruebe los modelos internos (IRB) de Unicaja, algo pendiente solo del paso por el 'supervisory board'.

Respecto a la rentabilidad, el nuevo grupo prevé un retorno sobre capital tangible (RoTE) del 6% en 2023, aunque Menéndez ha señalado a los inversores que es una meta "formal" y "conservadora", ya que no incluye sinergias de costes.

Las entidades, que desvelaron este martes la incógnita de cómo será el nuevo consejo de administración, esperan cerrar la fusión a mediados de año, cuando hayan obtenido luz verde en sus respectivas juntas de accionistas en el primer trimestre. La nueva Unicaja tendrá su sede social en Málaga (Andalucía) y tendrá de presidente ejecutivo a Manuel Azuaga, actual presidente ejecutivo de Unicaja Banco, y de consejero delegado a Manuel Menéndez, actual consejero delegado de Liberbank.

Lo que sigue en el aire es quién será el primer ejecutivo del banco cuando salga Azuaga, presumiblemente en 2023. Cuando llegue el momento, Menéndez tendrá que poner su cargo a disposición del consejo para ser reevaluado. El presidente andaluz descargó cualquier tipo de problema por esta situación: "Si fuera así no estaríamos presentando el proyecto. Desde hoy estaremos remando en la misma dirección".

Los inversores preguntaron también por el reparto de funciones entre estos dos banqueros. Azuaga tendrá a su cargo la Secretaría General y Técnica, y las direcciones de Control, Estrategia y Relaciones con Supervisores, Auditoría Interna, Control Global del Riesgo, Cumplimiento Normativo y Transformación e Innovación. Por su parte, Menéndez tendrá competencias sobre Banca Corporativa, Finanzas, Operaciones y Tecnología, Riesgo de Crédito y Negocio Non Core y Banca Comercial.