El CEO de Sareb pronostica un recorte del precio de la vivienda del 12% en un año

En los despachos de Sareb, el banco malo que creó el Estado en la anterior crisis económica, las cifras que se manejan sobre la evolución del mercado inmobiliario en los próximos meses son menos positivas de lo que algunos actores del mercado quieren reconocer, al menos, públicamente.

Según ha confesado el nuevo consejero delegado de la entidad, Javier García del Río, en un evento organizado por DD Talks, el mercado residencial español se enfrenta a una intensa caída del precio de la vivienda, que impactará también en el valor de los suelos, y a un frenazo en seco de las operaciones.

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“Lo que vemos es que las estadísticas públicas no reflejan la situación real. Nosotros esperamos que, en el mercado residencial, los precios puedan caer un 10%-12%, con una recuperación hacia los niveles previos a la crisis que llegará a finales de 2021 o principios de 2022”, ha defendido el consejero delegado de Sareb.

Estos números distan mucho, por ejemplo, de la última estadística de Tinsa, hecha pública este mismo miércoles, en la que se reconocía la primera caída del precio de la vivienda en cinco años, pero se hablaba de recortes mucho menos pronunciados.

En concreto, este informe asegura que el precio medio de la vivienda en España durante el tercer trimestre se ha reducido un 0,4% respecto al mismo periodo del año pasado, aunque en zonas concretas como Madrid o Barcelona habla ya de ajustes del 3,6% y 4,7%, respectivamente.

García del Río también ha reconocido que el efecto de la caída del mercado residencial en el suelo puede ser significativo, pero en términos prácticos cree que va a ser mucho menos intenso, porque como el volumen de operaciones se va a reducir en los próximos meses, cuando empiecen a cruzarse transacciones, esta misma actividad será un catalizador al alza de los precios, que ayudará a su recuperación.

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Dentro del frenazo de operaciones que ha habido en todo el mercado inmobiliario, el consejero delegado de Sareb ha señalado que donde el volumen de transacciones se está viendo más afectado, porque tienen un mayor peso las decisiones de inversión, es en suelo y terciario, más que en residencial.

Desde que se decretó el estado de alarma en marzo, las operaciones de los institucionales (grandes inversores) se han parado en seco, según García del Río, quien confía en que esta actividad se recuperará cuando tanto vendedores como compradores tengan más datos, certezas, sobre cuál va a ser el comportamiento del mercado y cómo van a poder diversificar las carteras que adquieran, especialmente en el segmento de créditos dudosos (NPL).

Según los números que maneja Sareb, en los primeros siete meses del año, las transacciones han caído en torno al 30%, "pero el punto bueno es que la actividad en julio y agosto se ha recuperado significativamente. En julio, las transacciones han sido solo un 10% inferiores a las del año anterior, y en agosto han sido comparables", añade García del Río, que también reconoce la preocupación de los institucionales por conseguir financiación para abordar estas operaciones.

Además, actualmente existe mucha incertidumbre sobre cómo va a ser la recta final del año, aspecto que tiene paralizado al mercado y que juega en contra de los precios de los activos, y los inversores esperan como primeros referentes tanto los datos de cierre de septiembre como la evolución de la crisis sanitaria, ante el rebrote que se está viviendo en todo el mundo.

En este contexto, Sareb ha tomado la decisión estratégica de echar el freno y, si no logra los precios que aspira alcanzar, optará por esperar y no cerrar ahora las operaciones. “Continuamos vendiendo, pero sin presión. Si no podemos alcanzar un buen precio en 2020 o 2021, por ejemplo, esperaremos”, concluye García del Río quien, no obstante, defiende que España sigue siendo un mercado atractivo para invertir.