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El problema oculto de la banca española: es mucho menos rentable de lo que admite
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ROE FRENTE AL COSTE DEL CAPITAL

El problema oculto de la banca española: es mucho menos rentable de lo que admite

Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter muestran retornos superiores al real por tener ratios de capital inferiores al 12%, además de maquillar el cálculo por otras vías

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La rentabilidad de la banca se ha convertido en su principal desafío. Con las dudas sobre la solvencia casi disipadas, aunque ahora han vuelto las exigencias de más capital, los ejecutivos tienen que dar cuenta ante accionistas y reguladores de sus pobres resultados en rentabilidad, inferiores al coste del capital —rentabilidad exigida por el inversor—. Y aunque culpan al Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi y sus colegas responden que los tipos bajos no son excusa.

La actividad bancaria española tiene un retorno sobre fondos propios (ROE) del 7%, según cálculos del Banco de España (BdE) el año pasado, que estimó un coste del capital del 10%. Sin embargo, el deterioro en el perfil de riesgo de los bancos a ojos de los inversores ha empeorado, por la combinación del retraso en las subidas de tipos y la desaceleración de la economía, aumentando el coste implícito del capital hasta el 12%, según el PER —veces que se repite el beneficio por acción en el precio— esperado por el mercado.

Así, el gap entre la rentabilidad conseguida y la exigida por los inversores ha aumentado, lo que supone un golpe adicional sobre la valoración de las entidades en bolsa y su sostenibilidad para captar capital. Pero esta realidad es peor que los números que publican los propios bancos, por dos razones. La primera es que no todos los bancos calculan el ROE de la misma manera.

Foto: Riesgo. (iStock)

Por ejemplo, Santander y BBVA usan como denominador el patrimonio neto o los fondos propios, descontando el resultado global acumulado, normalmente variaciones de precio en las carteras de renta fija. Como la primera variable es menor, el ROE que da como resultado de la ecuación es mayor, hasta 200 puntos básicos. “Lo normal sería no tenerlo en cuenta, para bien o para mal”, señala un analista de banca. Desde otra entidad, admiten que hay un cálculo habitual que consiste en homogeneizar el denominador con los fondos propios y con un nivel de capital ajustado por igual para todos.

De hecho, el segundo motivo es que cuanto más capital, menor es el ROE. Y tanto los supervisores como los inversores reclaman un refuerzo que, si no se incrementa el beneficio, lastrará la rentabilidad exhibida. La petición no vinculante es que eleven la ratio de máxima calidad (CET1 ‘fully loaded’) hasta el 12%, lo que supone incrementar la posición de capital en 8.000 millones si mantienen sus niveles actuales de activos ponderados por riesgos (APR).

¿Cuál es el ROE de la banca española si el capital se sitúa ya en el 12%? Este es el cálculo que realizan en privado los analistas, cada uno con su metodología. Con todas las demás variables constantes (‘ceteris paribus’, en la jerga), esto implica un aumento de los fondos propios, compuestos principalmente por capital y reservas. En los bancos cotizados, el peso del capital en los fondos propios oscila entre el 56% de Banco Santander y el 89% de Bankinter.

Así, un incremento del capital hasta el 12%, nuevamente con el matiz de que con todas las demás variables constantes, implica que crece el volumen de fondos propios en Santander, BBVA, CaixaBank, Bankinter y Sabadell, entidades que están por debajo de la cota pedida por el BCE, el Banco de España o el propio mercado. Si aumentan los fondos propios, que se utilizan como denominador en el cálculo del ROE, disminuye el indicador de rentabilidad usado como principal referencia.

En caso de mantener la metodología utilizada por los propios bancos, y extendida a Liberbank porque no publica la estimación de ROE, hay diferencias notables con un capital del 12%. Unicaja mejoraría en 40 puntos básicos su indicador, ya que con una ratio de capital del 13,5% es el que más excedente tiene. Bankia es el segundo, con lo que la mejora es de 10 puntos, mientras que Liberbank se quedaría como está.

Entre el resto de entidades habría descensos, sobre todo en BBVA, de 50 puntos básicos, aunque se mantendría con dobles dígitos (11,1%). En Bankinter y Santander, el recorte es de 30 puntos, hasta el 12,9% y el 7,9% respectivamente. Mientras que en CaixaBank y Banco Sabadell, los indicadores ROE de 2018 disminuyen en 20 puntos básicos.

La brecha entre los resultados de 2018 y un cálculo homogéneo sería mayor en los dos grandes bancos si se utiliza como denominador el mismo volumen de fondos propios que usa el resto, sin matizar con el resultado global acumulado. BBVA matiza, de hecho, en su último informe trimestral que sin este ajuste el ROE disminuye del 11,6% al 10,1%. Y si se aplica una ratio de capital del 12%, el ROE cae al 9,7%.

De este modo, la brecha en BBVA es de hasta 90 puntos básicos. En Banco Santander, la diferencia es más llamativa, ya que hay más de 20.000 millones de diferencia entre los fondos propios y el patrimonio neto, que es la variable usada para calcular el ROE por la entidad —equivalente a los fondos propios sin los resultados globales acumulados—. Así, el ROE cae hasta el 6,4%, ‘ceteris paribus’, con un denominador creado como los fondos propios y una ratio CET1 ‘fully loaded’ del 12%. Este nivel de rentabilidad es 180 puntos básicos inferior al publicado. En total, el ROE en promedio de los ocho bancos cotizados cae del 7% al 6,7%.

El perfil de riesgo empeora

El problema de la rentabilidad es aún mayor si se actualiza la comparación. Los ejecutivos de la banca siempre aluden a que el coste del capital, difícilmente observable, se sitúa entre el 8% y el 10%, pero el Banco de España estimó el año pasado que está por encima de este 10%, frente al 6% del universo de las empresas cotizadas. Este cálculo supondría una prima de riesgo de 400 puntos básicos sobre el resto de valores en bolsa o de 900 puntos frente al bono español, que cotiza actualmente en torno al 1,1%.

De esta forma, los bancos admiten un problema de rentabilidad frente a niveles de coste del capital del 8% o el 10%, pero la realidad es peor. Los niveles de ROE son en la mayoría de los casos inferiores si se ajusta a la baja por una ratio de capital del 12%, y el coste del capital ha aumentado un 20% adicional en 2019, hasta alcanzar el 12,5%.

La diferencia reconocida por el sector es de un ROE del 7% frente a un coste del capital de entre el 8% y el 10%, lo que implica entre 100 y 300 puntos básicos. Pero la realidad es que la rentabilidad es menor y el coste del capital mayor, con una brecha desde el 6,7% hasta el 12,5%, lo que equivale a 580 puntos básicos. Como mínimo, el problema real es el doble del exhibido en las presentaciones de los ejecutivos del sector financiero.

El coste de capital no tiene una metodología única, pero de forma implícita se estima una aproximación con la ratio inversa del PER prevista a futuro por el mercado. Así se conoce si se espera que la cotización evolucione igual que el beneficio previsto, o de forma diferente porque cambia el perfil de riesgo. Los indicadores PER para diciembre de 2019 muestran un coste del capital implícito del 12,5%, que oscila entre el 9% de Bankia y Bankinter y el 16% de Banco Sabadell, la entidad más presionada por el mercado para elevar su nivel de capital.

La rentabilidad de la banca se ha convertido en su principal desafío. Con las dudas sobre la solvencia casi disipadas, aunque ahora han vuelto las exigencias de más capital, los ejecutivos tienen que dar cuenta ante accionistas y reguladores de sus pobres resultados en rentabilidad, inferiores al coste del capital —rentabilidad exigida por el inversor—. Y aunque culpan al Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi y sus colegas responden que los tipos bajos no son excusa.

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