El 'software' secreto de Boeing para el 737 MAX: de ayuda a trampa mortal
El sistema, que en definitiva hace que el avión eche el morro hacia abajo si detecta un ángulo de ataque (inclinación) muy elevado, habría recibido información errónea de las sondas
Sería muy arriesgado y simplista decir que la crisis del 737 MAX de Boeing se debe a un problema de 'software'. Pero algo de cierto hay en ello si se analizan algunos hechos ocurridos entre el accidente de un avión de este tipo de la aerolínea Lion Air en octubre pasado y el de la compañía Ethiopian, el último domingo. Los dos pertenecen a la versión 8 del 737 MAX, una de las cuatro existentes en función del tamaño y número de pasajeros. Pero para llegar a la informática, primero hay que hablar de aerodinámica.
El 737 MAX no es más que la evolución del clásico 737, el modelo más popular de Boeing, junto con el 747. Esa evolución incluyó un nuevo motor, que consume un 15% menos de combustible y es de mayor tamaño. Por ello, también las alas tuvieron que modificarse para amoldarse a las nuevas turbinas. El resultado es que la aerodinámica del avión cambió y, según relata Francisco Cruz, experto técnico del sindicato de pilotos Sepla, "tenía tendencia a encabritarse, a que el morro se levantara más de la cuenta". Para ello, y solo para la familia de los 737 MAX, se desarrolló e instaló un 'software' destinado a evitar ese problema. Boeing aseguró en un comunicado emitido ayer que el sistema se certificó antes de que el MAX entrara en servicio en 2017 y que sus manuales de operación incluyen su manejo y cómo desactivarlo en caso de mal funcionamiento.
Airplanes are becoming far too complex to fly. Pilots are no longer needed, but rather computer scientists from MIT. I see it all the time in many products. Always seeking to go one unnecessary step further, when often old and simpler is far better. Split second decisions are....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de marzo de 2019
Sin embargo, como explica Cruz, tras el accidente del avión de Lion Air, los investigadores indonesios apuntaron hacia ese 'software' (denominado MCAS, en la jerga del sector) como elemento clave en las pesquisas. El sistema, que en definitiva hace que el avión eche el morro hacia abajo si detecta un ángulo de ataque (inclinación) muy elevado, habría recibido información errónea de las sondas. Y la tripulación, pese a intentar levantar el avión, no fue capaz de desactivar el sistema, que finalmente lo llevó a estrellarse, al interpretar que el morro apuntaba demasiado hacia arriba. El MCAS se activó múltiples veces antes del siniestro, ocurrido seis minutos después del despegue, según la investigación indonesia.
Poco después, a finales de noviembre, la revista 'Flight International' recogía en un artículo la sorpresa y preocupación de colectivos de pilotos de aerolíneas operadoras del 737 MAX como American Airlines (tiene 24 aviones y ha pedido 100). No conocían la existencia del MCAS, no habían sido entrenados para lidiar con problemas con ese sistema y sus manuales de operación tampoco recogían específicamente ese tipo de incidencia. "Es decir, que un sistema de ayuda se convirtió en una trampa. Por eso la directiva de aeronavegabilidad que emitió la agencia de seguridad americana FAA llamaba a modernizar el 'software' para que no fallara y a mejorar el entrenamiento de las tripulaciones", explica Castro.
Este portavoz del colectivo de pilotos asegura además que el tiempo que estos dedican hasta ahora para adaptarse del 737 tradicional al MAX es muy escaso e insuficiente. También considera que hay que mejorar los procedimientos operacionales. Boeing, a instancias de la FAA, va a acelerar las correciones en el 'software' MCAS, en el entrenamiento y en los manuales de operaciones como tarde en el mes de abril. No es más que adelantar de algún modo los cambios que la FAA ya le impuso en octubre tras el accidente de Lion Air.
Sin embargo, Castro justifica la prohibición masiva —incluido todo el espacio aéreo europeo— de operar el avión. En su opinión, los efectos de esa directiva de aeronavegabilidad de la FAA de octubre se han demostrado insuficientes tras el accidente de Ethiopian. "Todas las agencias de seguridad aérea así lo han entendido. Especialmente significativa es la decisión de la agencia del Reino Unido, una de las que mayor tradición de trabajo por la seguridad aérea atesoran", añade el experto.
A expensas de que la investigación sobre el accidente de Etiopía avance, y ver si realmente está vinculado a un mal manejo y/o funcionamiento del 'software' MCAS, la paralización de la flota de 737 MAX fuera de EEUU y Canadá duraría al menos hasta abril, cuando todos los aviones hayan podido ser actualizados.
Sería muy arriesgado y simplista decir que la crisis del 737 MAX de Boeing se debe a un problema de 'software'. Pero algo de cierto hay en ello si se analizan algunos hechos ocurridos entre el accidente de un avión de este tipo de la aerolínea Lion Air en octubre pasado y el de la compañía Ethiopian, el último domingo. Los dos pertenecen a la versión 8 del 737 MAX, una de las cuatro existentes en función del tamaño y número de pasajeros. Pero para llegar a la informática, primero hay que hablar de aerodinámica.
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