El resultado de Ibercaja cae un 70% antes de intentar salir a bolsa

Ibercaja obtuvo en 2018 un beneficio neto de 40,8 millones de euros, un 70,5% menos que en 2017, en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos, de fuerte competencia en el mercado bancario minorista y transformación del modelo de negocio del sector.

La compañía matiza que si se excluyen los gastos del ERE (-55,8 millones), el impacto de la venta de la cartera de activos improductivos Cierzo (-31 millones) y la elevada tasa fiscal efectiva (49,5% del beneficio antes de impuestos), el beneficio neto de 2018 habría sido de 117 millones. Aun así, esa cifra es un 15% inferior a los 138,4 millones de 2017. Además, el beneficio antes de impuestos también se ha desplomado un 55,8%, desde 182,7 a 80,8 millones.

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Ó. G.

Los ingresos recurrentes avanzan hasta 948 millones de euros, un 2,2% más que el ejercicio anterior, procedentes principalmente de los ingresos vinculados a gestión de activos y bancaseguros, que crecen un 5,3 % respecto al año pasado y suponen ya el 36,5% de los ingresos recurrentes del banco.

Los recursos de clientes totales administrados por Ibercaja han alcanzado los 57.011 millones de euros al cierre de 2018, 617 millones más que hace un año, lo que supone un crecimiento interanual del 1,1%.

La ralentización del ritmo de avance con respecto a ejercicios anteriores se debe a la evolución de los mercados financieros, que restaron a lo largo de 2018 un volumen de 838 millones de euros en esta partida. Excluyendo este impacto, los recursos de clientes crecen un 2,6% en el ejercicio.

La gestión de activos y los seguros de vida ahorro continúan siendo el motor principal de la actividad con clientes, con un incremento del conjunto de estas rúbricas del 1,6% interanual hasta los 25.519 millones de euros, lo que representa el 45% del total de recursos de clientes que gestiona la entidad, posicionando a Ibercaja a la cabeza dela banca comercial española.

Inminente salida a bolsa

La entidad presidida por José Luis Aguirre Loaso pretende salir a bolsa entre la primavera de este año y el otoño de 2020 dentro del mandato del Banco Central Europeo (BCE) para rebajar el control que tiene la Fundación Ibercaja en el capital (87,8%). Según publicó Bloomberg a mediados de enero, la entidad ha contratado a Morgan Stanley y JP Morgan para coordinar la OPV, con una valoración inivial cercana a los 1.000 millones de euros. Con todo, la salida a bolsa también se complica por el retraso de las expectativas de las subidas, que propician un contexto bursátil más complicado para el sector.