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Santander necesita un esprint para cumplir sus metas de solvencia y eficiencia en 2018
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Santander necesita un esprint para cumplir sus metas de solvencia y eficiencia en 2018

La entidad tiene las metas de una ratio de capital del 11% y una de eficiencia entre el 45% y el 47%. Por ahora incumple los dos objetivos, aunque sí llega al de rentabilidad

Foto: José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander. (EFE)
José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander. (EFE)

Banco Santander está abocado a un acelerón hacia sus metas de solvencia y eficiencia en la segunda mitad del año. Si en la presentación ante la prensa el impuesto a la banca ha centrado la atención, en la conferencia con los analistas ha sido la ratio de capital, que está por debajo del 11% que se autoimpuso el banco cántabro para 2018. La entidad publicó un beneficio de 1.698 millones de euros en el segundo trimestre, un 3% menos que en el año anterior.

¿Cómo piensan cumplir con el objetivo de alcanzar este año una ratio de capital del 11% si están en el 10,62% y cuentan con una generación orgánica de 10 puntos básicos por trimestre? Esta es la mayor inquietud de los analistas, como mostró la conferencia posterior a los resultados trimestrales de este miércoles. “Nos mantenemos confiados en llegar al 11% este año. Esperamos un crecimiento relativamente bajo en la segunda mitad del año de los activos ponderados por riesgo, mientras que la generación del beneficio permanecerá bastante fuerte”, arguye José Antonio Álvarez, consejero delegado de Banco Santander. “La evolución del capital no es lineal, pensamos que vamos a estar [en el 11%]. Estamos por delante de donde pensábamos a estas alturas”, insistió el ejecutivo ante los periodistas.

La evolución del capital no es lineal, pensamos que vamos a estar [en el 11%]. Estamos por delante de donde pensábamos a estas alturas

Aun así, las casas de inversión ya ponen la lupa sobre esta variable, que es la principal referencia sobre la solvencia de un banco. La ratio de capital 'fully loaded' exigida por los requerimientos de capital es del 9,5%, con lo que cumple de sobra. Sin embargo, “de cara a próximos trimestres, el foco de atención será la generación de capital para cumplir con el objetivo CET 1 'fully loaded' superior al 11%”, arguye Nuria Álvarez, analista de Renta 4. “Tras el consumo de 20 puntos básicos en el segundo trimestre de 2018, respecto al primero, y el mantenimiento de una guía de 10 puntos de generación media del trimestre para el conjunto del año, deberán obtener registros mayores para compensar posibles consumos y cumplir con el objetivo”, añade.

Foto: José Antonio Álvarez, consejero delgado del Santander. (Efe)

Este consumo, explicó ayer Álvarez, se debe a la transición hacia la norma contable IFRS 9, que ha consumido 18 puntos. Por otro lado, la cotización de la cartera de renta fija (ALCO, en la jerga) provocó un descenso de 20 puntos. Entre las operaciones realizadas, destaca la venta en el primer trimestre de los bonos italianos por valor de más de 6.000 millones de euros que tenía el Popular. Por su parte, en los próximos trimestres habrá un repunte de nueve puntos en la ratio de capital cuando las autoridades den el visto bueno a la venta de la participación heredada por el Popular en WiZink, ya incluido en el cálculo ‘proforma’ del 10,62%.

No es el único acelerón que necesita Banco Santander para cumplir los objetivos marcados el año pasado tras la adquisición del Popular a cambio de un simbólico euro, que abocó a la entidad a una ampliación de capital de 7.000 millones de euros para absorberlo. En aquel momento, Santander tenía una meta para la ratio de eficiencia (costes sobre ingresos) de una horquilla entre el 45% y el 47%, que ya matizó en septiembre de 2016 sobre su plan estratégico inicial, que hacía referencia únicamente al 45%.

La ratio de eficiencia en el segundo trimestre se situó en el 47,6%, según la presentación de resultados del Santander, levemente peor que el 46,5% de un año antes. Álvarez recuerda que el Popular tenía una ratio del 60%, lo que complica este objetivo, que aun así espera conseguir este año. Para ello, necesita un nuevo esprint. El banco tendrá sinergias este año de 150 millones de euros, para un total a medio plazo de 500 millones por la integración del Popular, que empezará jurídicamente en septiembre y la entidad cántabra planea realizar tecnológicamente entre noviembre y julio. Además, Álvarez también ha señalado ante los analistas que el banco prevé un incremento de la eficiencia en Estados Unidos.

Rentabilidad inferior al coste del capital

Mientras el Santander está pendiente de cumplir con sus objetivos autoimpuestos de eficiencia y solvencia, ya supera el de rentabilidad marcado como guía para este año. Aunque bien es cierto que también lo matizaron en 2016, desde el 13% de ROTE (retorno sobre el capital tangible) hasta superar el umbral del 11%, algo que hace con creces.

En los resultados del segundo trimestre, el banco presidido por Ana Botín publica un ROTE del 11,61% a lo largo del segundo trimestre y del 11,79% entre enero y junio, ratios levemente por debajo respecto a un año antes, pero holgadamente por encima del objetivo. El ROE, rentabilidad sobre fondos propios, está entre el 8,1% y el 8,2%, en este caso más que el 7,14% del conjunto de 2017.

Pese a esta mejoría, el banco aún suspende en rentabilidad, ya que el ROE es inferior al coste de capital, que el Banco de España calcula por encima del 10% en las entidades españolas, y Goldman Sachs, en un informe reciente, en el 10,5%. En realidad, es algo que le sucede al conjunto del sector financiero español, con las excepciones de Bankinter y, por primera vez desde el inicio de la crisis, BBVA a tenor de los resultados del primer trimestre. También es un mal sintomático de la banca europea, por culpa de los tipos de interés al 0%, que reducen al mínimo la capacidad de la banca para generar ingresos con su actividad tradicional de captar y prestar dinero.

Foto: Ana Botín, presidenta del Banco Santander (Efe)

Aunque la mayoría de los analistas se centra en la solvencia del Santander o en detalles de sus negocios en cada país para elaborar sus propias proyecciones sobre la valoración de la entidad, también ha habido inquietud por el impuesto a la banca. “Es difícil valorarlo. Hemos visto muchas ideas en la prensa, pero es difícil elaborar una dirección específica”, responde Álvarez a la analista Sofie Peterzéns, de JP Morgan. Ante los periodistas, aseguró que si hay un cambio fiscal, hay incentivos para que las multinacionales “quizá puedan repensar su estructura legal”.

Banco Santander obtuvo en el segundo trimestre un beneficio neto de 1.698 millones de euros, un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior. En los seis primeros meses del año, las ganancias netas alcanzan los 3.762 millones. El margen de intereses, que mide la capacidad de generar ingresos con la actividad tradicional de captar y prestar dinero, descendió un 0,5%, hasta los 16.931 millones, por culpa de la volatilidad de los tipos de cambio y los tipos de interés, que hacen difícil trasladar a las hipotecas el coste del pasivo, explica Álvarez.

Brasil continúa siendo el principal mercado para Banco Santander, con una aportación al beneficio de 1.324 millones de euros, por encima de los 780 millones de España, donde el resultado sufre un mordisco por el coste de la integración del Popular de 300 millones de euros. Así, Álvarez cree que el peso natural de España debería subir del 15% actual hasta entornos superiores al 17%. En tercer lugar, Reino Unido aporta 692 millones. El banco tiene un beneficio dividido al 50% entre Europa y América, y entre economías desarrolladas y emergentes.

Banco Santander está abocado a un acelerón hacia sus metas de solvencia y eficiencia en la segunda mitad del año. Si en la presentación ante la prensa el impuesto a la banca ha centrado la atención, en la conferencia con los analistas ha sido la ratio de capital, que está por debajo del 11% que se autoimpuso el banco cántabro para 2018. La entidad publicó un beneficio de 1.698 millones de euros en el segundo trimestre, un 3% menos que en el año anterior.

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