Repsol apuesta por el gas (como la nueva ministra) para entrar en generación eléctrica

Repsol ha confirmado su interés por la adquisición de centrales de ciclo combinado en España para entrar en el negocio de la electricidad. Según su consejero delegado, Josu Jon Imaz, la generación eléctrica funcionará con renovables, que son intermintentes en su producción, respaldadas por plantas alimentadas por gas. Esta es la misma idea que tiene el Partido Socialista, que acaba de aterrizar en la presidencia del Gobierno.

Según destaca el Consejor Asesor para la transición Ecológica de la Economía, comité nombrado por Pedro Sánchez presidido por la nueva ministra de Energía y Medio Ambiente, Teresa Ribera, el "el cierre de las centrales térmicas no va acompañado de una sustitución por renovables; por el contrario, la energía que deja de producir el carbón y la nuclear es sustituida, en su mayor parte, por la mayor producción de las centrales de gas".

De hecho, su escenario a 2030 es "la sustitución de la potencia retirada por nueva energía renovable y aprovechamiento de las centrales de ciclo combinado de gas existentes como energía de respaldo". Incluso cree que "podría ser necesario incorporar más capacidad de respaldo si el parque de centrales de ciclo combinado no fuera suficiente para garantizar el suministro".

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Esto ofrece una oportunidad de resurreción a esta tecnología, que tanto las empresas poseedoras de las centrales como el propio PSOE admiten que están actualmetne infrautilizadas. La que cuenta con más potencia de generación con gas, Gas Natural Fenosa, afirma que perdió 375 millnoes de euros en su negocio de generación en España en 2016 y 310 millones en 2015. La empresa reclama 400 millones de euros en el Tribunal Supremo por entender que la instalación de renovables expulsó del mercado a sus plantas de gas. Otro gran beneficiado de un potencial mayor uso de ciclos combinados es Iberdrola.

La situación actual del mercado de generación ha provocado que las actuales valoraciones de estos activos sean bajas, estima Repsol. La petrolera se interesó por los ciclos combinados de Viesgo, que ya antes de finalizar 2017 estudiaba su posible venta. Josu Jon Imaz asegura que mantienen negociaciones abiertas con varias empresas y que el valor de su apuesta por estas centrales reside en que la compañía está en toda la cada de valor del gas, lo que les permite ser competitivos en este segmento y disputar con el resto de compañías ahora que ya no están en el accionariado de Gas Natural Fenosa. Para todo ello prevé invertir 1.000 millones de euros hasta 2020.

Descarta comprar renovables, opta por construir

Por otro lado, Repsol ha descartado la compra de renovables en operación, con lo que su objetivo es el desarrollo de parques de manera orgánica. La compañía ha condicionado su inversión en energía verde a obtener una rentabilidad superior al 10%, dado su elevado coste de capital como empresa petrolera con una actividad de riesgo que son. De hecho, ha afirmado que de no darse esta situación pueden optar por no invertir. Otro de los condicionantes es que sean activos no regulados. Prevé destinar a esta parte del negocio 1.500 millones de euros.

"No podemos competir con fondos de pensiones que pueden esperar rentabilidades mucho más bajas", ha destacado Imaz este miércoles en la actualización de su plan estratégico para 2020. Este mensaje se da después de meses analizando la compra de firmas de renovables ya en explotación. Sin embargo, la discrepancia de precios entre las partes ha alejado las potenciales operaciones. Repsol analizó sus posiblidades al menos con Renovalia, X-Elio o Audax, sin que se llegara a ningún acuerdo.