Carmena 'desahucia' una comunidad de vips que Botella legalizó 10 días antes de irse

El 14 de mayo de 2015, a falta de solo 10 días de las elecciones municipales que dieron la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena, y con Ana Botella ya fuera de la lucha por el Palacio de Cibeles, la Junta de Gobierno del consistorio dio luz verde al Plan Especial del edificio situado en el número 21 de la calle Claudio Coello, una de las más elitistas de la capital, ubicada en el distrito de Salamanca.

Con esta aprobación inicial, la comunidad de ilustres propietarios de estas viviendas parecía poder respirar tranquila tras siete años de desencuentros con los servicios técnicos municipales, que llegaron a ordenar en 2009 la demolición de unas obras realizadas en el edificio, que supusieron elevar de 3.583 a 3.697 metros cuadrados su volumetría, decisión que fue refrendada cinco años después por Disciplina Urbanística.

Para frenar una resolución que, en esencia, dictaba echar abajo todo el proyecto, la comunidad de propietarios presentó en 2014 un Plan Especial que le permitiera regularizar las obras realizadas una década antes, propuesta que recibió el visto bueno del equipo de Botella 10 días antes de abandonar el Palacio de Cibeles.

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Una luz verde que, ahora, el área de Desarrollo Urbanismo Sostenible ha decidido denegar, por considerar que los trabajos realizados en este edificio son ilegales y, por tanto, debe devolverse el edificio a su estado original. Este edificio está protegido con nivel 2 grado estructural y con fachada, medianeras, escaleras, patio central, portal y zaguán, como elementos de restauración obligatoria.

El concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo, propondrá hoy al pleno denegar la aprobación definitiva del Plan Especial de Claudio Coello 21, decisión que quiere exponer como ejemplo del "final del urbanismo a la carta que se ha venido desarrollando en la ciudad, es decir, el urbanismo que solo beneficia a intereses particulares sin ajustarse a las normas para que sean las normas las que se ajusten a él".

Esta no es la primera vez que se pone en entredicho la actuación del anterior equipo de Urbanismo, muchas de cuyas decisiones han terminado en forma de recurso en los tribunales, lo que ha llevado al nuevo equipo a extremar cautelas a la hora de aprobar proyectos y planes heredados.

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Uno de los casos más polémicos ha sido el correspondiente a las obras de remodelación de Juan de Mena 13, otra de las aristas más cotizadas de la capital, que llevó al Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid a imputar a cuatro altos cargos de Urbanismo de la era Botella por un presunto "delito continuado de prevaricación cometido por funcionario público".

En concreto, en mayo de 2016, la magistrada Carmen Valcarce citó a declarar a Ángel Sanz D'Asteck, ex subdirector general de Edificación; Beatriz Lobón Cerviá, ex coordinadora general de Urbanismo; Norberto Rodríguez Pérez, ex director general de Control de la Edificación, y Javier del Palacio Fernández-Montes, ex subdirector general de Control de la Edificación, por un presunto delito de prevaricación continuada.

Sin embargo, en esta ocasión, y a pesar de que el Servicio de Disciplina Urbanística declaró ilegales las obras realizadas en el edificio apenas un mes después de que fueran imputados los antiguos cuatro altos cargos, el Ayuntamiento de Carmena terminó legalizándolas.

El edificio de Claudio Coello 21, cuyo proyecto original fue redactado en el año 1862 por el arquitecto Cristóbal Lecumberry, es un bloque de viviendas de cuatro alturas y planta baja, entre cuyos inquilinos figuran varios miembros de una rama de los Fernández de Córdoba.