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El grito sordo (y desesperado) del sector inmobiliario en el Barcelona Meeting Point
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El grito sordo (y desesperado) del sector inmobiliario en el Barcelona Meeting Point

Terminar ya con la incertidumbre. Es la principal petición que los profesionales del sector inmobiliario están pidiendo en su gran feria inmobiliaria, que cerca ha estado de no poder celebrarse

Foto: Meeting Point Barcelona 2017.
Meeting Point Barcelona 2017.

“Esto está siendo horrible”. “Estoy buscando casa, pero creo que los precios van a caer, y no quiero ser la tonta que pague el precio de ahora cuando dentro de dos meses estará más barato”. El pesimismo respecto a la situación que vive Cataluña es la nota dominante que se vive en la 21ª edición del Barcelona Meeting Point (BMP), la feria inmobiliaria más importante del sur de Europa, como la definen sus organizadores, que casi hasta el último momento vio amenazada su celebración por el órdago independentista.

La incertidumbre en la que lleva instalada la comunidad autónoma, y con ella toda España, desde hace tres semanas está parando inversiones, trasladando masivamente sedes empresariales y reduciendo hasta las previsiones del PIB del Gobierno. Una cadena de acontecimientos que muchos profesionales del sector inmobiliario confiesan no poder soportar más, porque lo peor para los negocios, también para el del ladrillo en todas sus categorías, es la incertidumbre.

El Meeting Point contiene el aliento

"Que apliquen ya el 155 y se acabe con esto, así no podemos seguir", señala la socia de una agencia inmobiliaria local. "Yo también soy de los que defienden que se active ya. De una forma u otra va a tener que haber elecciones, pero no podemos seguir prolongando esta situación", confiesa el consejero delegado de una gran inmobiliaria.

Foto: Mariano Rajoy, durante la sesión del Congreso de este miércoles. (Reuters)

Aunque el programa de esta edición del BMP se centra en la recuperación del sector y en las nuevas realidades a las que se enfrenta, como 'millennials' o 'proptech', desde el desayuno inaugural el principal tema de conversación, ese que ha eclipsado a otros temas en los grupos de café, ha sido el desafío independentista y sus consecuencias tanto económicas como sociales. “El capital lo que quiere es seguridad jurídica, y empiezo a perder cuando explico este proceso soberanista, porque es inexplicable”, señaló el propio presidente de Barcelona Meeting Point, Jordi Cornet, en el arranque de la feria.

Tras reconocer abiertamente que “desgraciadamente, hay muchísima preocupación en el sector”, Cornet confesó que siempre había confiado en que el 'seny’ catalán pararía la deriva secesionista, algo que por el momento se ha mostrado imposible. Sin embargo, insistió en que todavía se puede arreglar volviendo “a las reglas de convivencia que nos exige la ley”, algo que considera imprescindible, porque “no nos estamos jugando la economía, nos estamos jugando el futuro de las familias”.

El CEO de Merlin y la directora general de Hispania lanzaron un subliminal mensaje llevando gemelos y un pin en la solapa con la bandera de España

En la misma línea se mostró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien advirtió de que “la fuga de empresas es uno de los indicadores más evidentes" del daño que está haciendo a Cataluña el desafío lanzado por Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, a quien instó a volver a la normalidad institucional. Precisamente, De la Serna fue una de las voces que reconocieron en público lo que muchos directivos ayer confesaban en privado: que el sector está asustado y que pide clamorosamente volver a la legalidad.

Algunos ejecutivos, como el consejero delegado de Merlin, Ismael Clemente, o la directora general de Hispania, Cristina Peris, no dudaron en lanzar también un subliminal mensaje con unos gemelos, el primero, y un pin en la solapa de la chaqueta, la segunda, de la bandera de España. Tanto ellos, como su compañero de ponencia, el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, dirigen compañías cuyo capital está —cerca del 90%— en manos de inversores institucionales extranjeros, que asisten perplejos a lo que está ocurriendo en España.

El fondo holandés PGGM es uno de esos gigantes de la inversión internacional, y su director de inmobiliarias cotizadas, Hans Op't Veld, reconoció que siempre que hay una situación de incertidumbre, un riesgo, se frenan inversiones hasta ver cómo queda la situación. De ahí que el principal problema al que se enfrenta el sector ahora en Cataluña sea que esta indefinición se prolongue, porque el dinero siempre busca estabilidad. Por eso, el grito sordo lanzado por el sector inmobiliario en esta edición del Barcelona Meeting Point es hacer algo ya y no dejar que esta situación se prolongue.

“Esto está siendo horrible”. “Estoy buscando casa, pero creo que los precios van a caer, y no quiero ser la tonta que pague el precio de ahora cuando dentro de dos meses estará más barato”. El pesimismo respecto a la situación que vive Cataluña es la nota dominante que se vive en la 21ª edición del Barcelona Meeting Point (BMP), la feria inmobiliaria más importante del sur de Europa, como la definen sus organizadores, que casi hasta el último momento vio amenazada su celebración por el órdago independentista.

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