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Luis Delso malvende su goleta harto de la carcoma
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ESTABA FONDEADA EN ALICANTE

Luis Delso malvende su goleta harto de la carcoma

El empresario despacha su barco, el 'Azul de Cortés' por medio millón, por debajo del precio del mercado. La goleta, de 38 metros de eslora se oferta ahora para chárters en Alicante

En mayo de 2010, una imponente goleta paseaba a un grupo de periodistas por Mónaco. Era el fin de semana de la carrera de Fórmula 1 y el anfitrión era el constructor de Murcia José Ramón Carabante, que por entonces tenía una escudería, la Hispania Racing Team. La propiedad del barco, de madera y dos mástiles, nunca fue desvelada a los periodistas (o al menos estos guardaron el secreto). "El Azul Cortés es propiedad de un buen amigo de Carabante, que prefiere quedarse en el anonimato, y el hotel donde duermen, entre otros, el dueño de Hispania y su hijo. Sus seis habitaciones están perfectamente equipadas, con cama de matrimonio, televisión de plasma y un completo baño", señalaba esta crónica.

El misterioso amigo de Carabante dueño de la goleta era Luis Delso, expresidente de Isolux, según dos fuente sdel sector. Delso ha sido señalado por algunos en la causa de la Gürtel como Luis el Cabrón y denunciado por Hacienda por usar Holanda para recibir los dividendos. "Su interior, clásico y elegante, dispone de espaciosas áreas de estar, muy bien equipadas, que incluyen un increíble salón de 50 metros cuadrados y alojamiento para un máximo de 12 huéspedes es seis espaciosos camarotes dobles con baño, cada uno de ellos decorado con un estilo exquisito", señalaba una de las webs que la ofrecía, siempre sin desvelar quién era el propietario.

Ya no es suya porque, según dos fuentes del mercado, la ha vendido. Tras años en el mercado, el verano pasado le dio el pase por 480.000 euros, cuando su precio de mercado era de unos 800.000 euros, según fuentes del sector. La goleta fue construida en Turquía en 2004, pero los últimos años en poder de Delso no la sacaba mucho por asuntos familiares. Se había deteriorado. No solo los motores estaban afectados sino que la madera estaba infestada de carcoma. "La madera de caoba lo preside todo y no hay nada mejor para alojarse en el Principado", según detallaba el periodista de As que se paseó por la goleta.

Además, la demanda para este tipo de motoveleros no es muy alta. Algunas fuentes afirmaron que el comprador fue Luis Sans, exempresario de Intereconomía, pero este lo niega, aunque admite que intermedió en la venta. El barco estaba en el Puerto de Alicante pero apenas salía. Ahora se oferta para viajes en grupo. Fuentes de Isolux afirmaron ayer que no podía ayudar a localizar a Delso.

El nombre de la goleta trae recuerdos a los que han seguido las peripecias judiciales de Delso, en especial lo relativo a sus negocios en México junto a los Pujol. Según explicó en un auto el juez José de la Mata, de la Audiencia Nacional, que investiga a los Pujos, Luis Delso figuraba como inversor en un proyecto urbanístico en México que dejó un beneficio de 14 millones a Jordi Pujol Ferrusola. "Puede inferirse, siempre con la provisionalidad derivada de la fase procesal en que se encuentra la investigación, que ambos pudieron concertarse para introducir a Pujol Ferrusola en el negocio de Azul de Cortés, con el único objetivo de que después le compraran su parte con inmensas plusvalías", indica De la Mata.

La goleta ocupa un lugar relevante entre los barcos de los ricos empresarios españoles, aunque muy lejos del Steel, el yate de José María Aristrain de la Cruz, un remolcador reconvertido en yate de lujo a medida del industrial del acero en el que invirtió 32 millones y que ahora está a la venta por 29 millones. Claro que ese incluye madera de Cuba sin carcoma, baños de mármol al "estilo Hollywood" y hasta jacuzzi en cubierta.

En mayo de 2010, una imponente goleta paseaba a un grupo de periodistas por Mónaco. Era el fin de semana de la carrera de Fórmula 1 y el anfitrión era el constructor de Murcia José Ramón Carabante, que por entonces tenía una escudería, la Hispania Racing Team. La propiedad del barco, de madera y dos mástiles, nunca fue desvelada a los periodistas (o al menos estos guardaron el secreto). "El Azul Cortés es propiedad de un buen amigo de Carabante, que prefiere quedarse en el anonimato, y el hotel donde duermen, entre otros, el dueño de Hispania y su hijo. Sus seis habitaciones están perfectamente equipadas, con cama de matrimonio, televisión de plasma y un completo baño", señalaba esta crónica.

Luis Delso
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