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Las grandes fortunas extreman la cautela y guardan el dinero en caja en plena tormenta
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elevan la liquidez de sus sicavs

Las grandes fortunas extreman la cautela y guardan el dinero en caja en plena tormenta

March, Koplowitz, Ortega o Jove son solo algunos de los apellidos ilustres que anticiparon la tormenta financiera actual y ya en la recta final del pasado ejercicio optaron por elevar la tesorería de sus sicavs

Foto: De izquierda a derecha: Sandra Ortega, Juan Abelló, Alicia Koplowitz, Juan March de la Lastra y Felipa Jove.
De izquierda a derecha: Sandra Ortega, Juan Abelló, Alicia Koplowitz, Juan March de la Lastra y Felipa Jove.

La tormenta financiera con que ha arrancado 2016 ya dejó ver sus primeros síntomas en la recta final del año pasado, unas advertencias que las grandes fortunas del país tomaron muy en serio y que han quedado reflejadas en los folletos de cierre de año de sus sicavs, donde se puede comprobar cómo todas ellas empezaron a construir diques de contención para intentar protegerse ante la volatilidad en que operan los mercados.

Una de las medidas de cautela más significativas -y generalizadas- en la última parte de 2015 fue elevar la posición de liquidez, es decir, guardar en caja el dinero ante la falta de oportunidades claras de inversión, u optar por depósitos y repos que permitan tener el dinero a salvo aunque la rentabilidad sea mínima. Los March, Alicia Koplowitz, Sandra Ortega, Felipa Jove, Juan Abelló, Leopoldo del Pino o Luis Fernández Somoza son solo algunos ejemplos de las grandes fortunas que ya antes de las navidades optaron por reducir riesgo y poner su dinero a salvo.

Un caso especialmente significativo es Torrenova, la mayor sicav del país, con un patrimonio de 1.280 millones y entre cuyos inversores figura la familia March, que ha puesto a salvo 207 millones de euros en un repo, una especie de depósito a muy corto plazo, al que seis meses antes solo había confiado 54 millones.

Otro de sus vehículos, Bellver, también ha destinado el 13,69% de su cartera (67,5 millones) a este tipo de productos, cuando en verano solo tenía el 7,33% (35,6 millones). Brunara, sicav participada por Felipa Jove, además de elevar de 25,4 a 28,4 millones su tesorería, lo que supone que esta pase de representar el 15,79% de todo el patrimonio al 17,89%, ha confiado 13,9 millones a un repo de BBVA, el 8,73% de los 159,29 millones que suma esta sicav.

Morinvest (Alicia Koplowitz), Arbarín (Juan Abelló) y Tosqueta (Leopoldo del Pino) son otros ejemplos de sicavs que han apostado por guardar más dinero en caja ante lo que pueda suceder. En concreto, en la cartera de la primera ha pasado a pesar un 9,71%, frente al 8,74% de hace seis meses; en la segunda, ha llegado al 13,1% desde el 11,01% anterior, y en la tercera, se ha incrementado desde el 6,87% hasta el 9,52%.

La desaceleración de China, el desplome del petróleo y la caída de las materias primas son las principales amenazas a las que se enfrentan los mercados en opinión de los expertos contratados por los mayores patrimonios del país para gestionar sus fortunas. Estos también tienen en el centro de su radar las políticas de los bancos centrales, especialmente la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), al que advierten que la inflación va a continuar alejada de su objetivo próximo al 2%, sin olvidar la evolución de las economías emergentes, y la evolución de las principales divisas.

Un cóctel que todos coinciden en señalar que seguirá regando de volatilidad los mercados en este 2016, como ya se está viendo, lo que recomienda extremar todavía más la cautela. "Aunque los mercados de renta variable se mantienen atractivos desde un punto de vista fundamental, el inestable entorno macroeconómico sugiere que la volatilidad puede persistir en los mercados de materias primas, renta variable y renta fija", señalan desde Noria, sicav ligada a la familia Balanyá, uno los apellidos más significativos del empresariado catalán, que también ha elevado del 19,85% al 21,41% su posición de tesorería.

Desde Fomento de Ahorro e Inversión, sociedad de la familia Núñez Velázquez, que cuenta con un patrimonio de 108 millones y que también ha elevado ligeramente su tesorería, se apuesta por estrategias de doble dirección, con compras y ventas en función del momento. "En estos primeros días del año, estamos viendo lo que seguramente nos espera a lo largo de 2016, mucha volatilidad. Creemos que hay que aprovecharla en las dos direcciones (para vender con eventuales, comprar con caídas abultadas). Vistas las caídas hasta el momento, toca pues empezar a pensar en comprar, de momento de forma testimonial: nos dejamos el grueso de las compras por si se confirman caídas adicionales".

Una estrategia similar es la que propone Wilmington, sicav de la familia Domínguez, dueña de Mayoral, que ha apostado por aumentar la liquidez tanto en este vehículo, dotado con 105 millones, como en su otra sociedad, Patton, que cuenta con 102 millones. En concreto, en la primera, la tesorería ha pasado de representar el 3,73% de la cartera al 12%, y en la segunda, del 3,21% al 6,65%.

Solo hemos encontrado cierto refugio en la deuda soberana, fiel a su naturaleza de activo conservador y de menor volatilidad

Luis Fernández Somoza, empresario que tras vender Azkar creó las sicavs Guntín y Currelos, dotadas con más de 100 millones cada una, también ha elevado en ambas la tesorería, ante la falta de oportunidades de inversión claras. "Solo hemos encontrado cierto refugio en la deuda soberana, fiel a su naturaleza de activo conservador y de menor volatilidad, así como en las categorías de mejor calificación crediticia de la deuda corporativa ", confiesan los gestores de Guntín.

Otra muestra de los problemas que están encontrando las mayores sicavs del país, aquellas que suman un patrimonio superior a los 100 millones, es que solo tres de de ellas -Lierde, Soixa, Catoc y Herprisa- han logrado rentabilidades superiores al 9%, menos de la mitad que hace un año; mientras que tres -Noria, Kalyani y Allocation- han despedido 2015 en negativo, y son muchas las que reconocen que el último trimestre del pasado ejercicio fue negativo porque se vieron afectadas por la caída en la valoración de los activos en los que mayoritariamente invierten.

La tormenta financiera con que ha arrancado 2016 ya dejó ver sus primeros síntomas en la recta final del año pasado, unas advertencias que las grandes fortunas del país tomaron muy en serio y que han quedado reflejadas en los folletos de cierre de año de sus sicavs, donde se puede comprobar cómo todas ellas empezaron a construir diques de contención para intentar protegerse ante la volatilidad en que operan los mercados.

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