Colombia demanda a empresas españolas por retrasos en el gran aeropuerto de Bogotá

Los países extranjeros empiezan a sospechar de la solvencia financiera de las constructoras españolas tras el escándalo de Sacyr en Panamá. Tras la advertencia de la nación centroamericana al grupo controlado por Demetrio Carceller por los potenciales incumplimientos, Colombia ha puesto en entredicho a FCC, Ineco y Sener por el proyecto de construcción de la nueva torre de control del aeropuerto El Dorado de Bogotá.

Según han confirmado fuentes próximas a esta obra, concedida a las empresas españolas a finales de 2012, el Gobierno colombiano ha presentado reclamaciones contra Ineco, ingeniería controlada por el Estado, y Sener, una empresa vasca con más de 5.000 empleados, por presuntos defectos en la instalación de los sistemas de tráfico aéreo del principal aeródromo de la capital del país latinoamericano. Esas demandas han sido atendidas y resueltas, según Sener, pero otras fuentes indican que no es así y queel problema no ha acabado..

Al contrario, el asunto ha llegado a tal punto que,segúnfuentes empresariales en Colombia, ha provocadoel cese repentino de Santiago Castro, el director general de Aeronáutica Civil, la Aena española. Su salida ha estado rodeada de todo tipo de especulaciones, pero la principal tesis es la demora en la construcción de la citada torre de control por “falencias" (errores) de las empresas españolas.

El nuevo centro de gestión del tráfico aeroportuario debía estar finalizado este mes de abril. Sin embargo, el proyecto lleva cerca de nueve meses de retraso y ha supuesto un fuerte contratiempo para el presidente de la República, Juan Manuel Santos, que quería inaugurar la ampliación del aeropuerto de Bogotá antes de las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo.

La celebración no será posible porque la nueva fecha para la conclusión de los 80metros de la torre se ha fijado para junio de 2015,quince meses después de la fecha original, lo que ha trastocado los planes del Ejecutivo y de las compañías aéreas, que esperaban al menos duplicar el número de vuelos por hora. Tras la extensión de las terminales, El Dorado está preparado para operar hasta 72 despegues y aterrizajes frente a los 38 actuales cada 60 minutos. De momento, los pasajeros y las aerolíneas están sufriendo retrasos infinitos porque se ha aumentado la capacidad para absorber más viajeros, pero sigue funcionando con la infraestructura tecnológica del pasado.

El viaje de Esther Koplowitz

Pero sobre quien recae la responsabilidad deestas demoras presuntamente técnicas es sobreFCC, que en diciembre de 2012 ganó la licitación de este contrato por 45 millones de euros. Era su primera adjudicación en Colombia, país al que viajó personalmente Esther AlcocerKoplowitz para convencer a las autoridades de la idoneidad de darle el proyecto a una empresa española. Sus reuniones con el ahora destituido Santiago Castro fueron vitales para ganar el contrato, según fuentes próximas a las conversaciones.

FCC definió Colombia como un mercado “estratégico en su política de internacionalización”, por lo que en la constructora se ha extendido la preocupación por si las demandas contra Ineco y Sener le salpican a su reputación en Latinoamérica. Un temor que llega en un momento crucial para la compañía, que está haciendo un esfuerzo ímprobo por superar la crisis financiera que la ahogaba con obras que le den prestigio y cartera de negocio.

Según fuentes gubernamentales, el conflicto no se trató en el viaje que el presidente de Colombia hizo a España a finales de enero, visita en la que se entrevistó con su homólogo, Mariano Rajoy, y con el rey Don Juan Carlos. Tampoco se conoce que el comisionado de la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, haya mediado en el asunto.

El proyecto contempla las obras de construcción de la nueva torre de control y del centro de gestión del aeródromo, trabajos que están considerados como una de las infraestructuras aeronáuticas más importantes promovidas en Colombia. El Dorado es el tercer aeródromo con mayor movimiento de pasajeros de Latinoamérica, y el mayor de carga. Acapara el 70% de los vuelos del país. La nueva torre de control, de 80 metros de altura, está considerada como una de las infraestructuras aeronáuticas más importantes promovidas en Colombia.