Abascal termina la campaña con una exaltación patriótica ante miles de personas
Apela al espíritu del Cid, de Hernán Cortés, de los Tercios de Flandes o de Isabel la Católica para destacar que hay que estar orgulloso de la historia de España
Santiago Abascal, el líder de la formación que amenaza con entrar de sopetón en las Cortes con un número imprevisible de escaños, ha culminado la campaña electoral dándose un baño de masas justo donde la comenzó, en la madrileña plaza de Colón, bajo una ondeante bandera de España y junto a la estatua del tantas veces apelado por el presidente de Vox Blas de Lezo.
Miles de personas han acompañado al que consideran nuevo referente patriótico agitando enseñas nacionales, algunas más grandes, otras más pequeñas y unas cuantas sencillamente gigantes. Moteros con chaquetas de Harley Davidson, familias con carritos, encorbatados recién salidos de la oficina, parejas de abuelos, jóvenes, señoras del barrio de Salamanca, grupos de amigos con perros que lucían collares rojigualdas. La variedad que quería escuchar a Abascal era interminable. Casi como la lista de personajes históricos que ha nombrado el líder de Vox para destacar que los españoles tienen que estar "orgullosos" de su pasado.
Don Pelayo, el Cid Campeador, Hernán Cortés, los Tercios de Flandes, el Cardenal Cisneros, los Cruzados de las Navas de Tolosa, Juan de Austria, el Regimiento de Alcántara, los Últimos de Filipinas o Isabel la Católica han sido algunos de estos nombres gritados por Abascal a modo de referente antes de acabar su intervención con el himno de España y de citar “al más grande de todos nosotros, José Antonio Ortega Lara”. "Rendirse no es una opción para los españoles", ha subrayado Abascal antes de pedir el voto por última vez hasta el próximo domingo.
"Acudamos el 28 de abril a las urnas para llenarlas de papeletas rojigualdas; por España, todo por España, viva España", ha concluido el líder de Vox antes de recibir la contundente respuesta del entregado público. "¡Viva!", ha contestado la masa como un solo hombre después de una hora de mitin en el que, antes de Abascal, ha intervenido Rocío Monasterio, la presidente de Vox en la Comunidad de Madrid, y el representante de relaciones internacionales del partido, Iván Espinosa de los Monteros, subidos todos a un improvisado escenario perfectamente blindado por un incontable número de voluntarios y miembros del equipo de seguridad que protegían a los dirigentes de la formación como si se tratase del mismísimo U2.
La fiesta ha terminado con fuegos artificiales, como no podía ser de otra manera, rojos, amarillos y verdes. En pocos segundos, Abascal, Monasterio, Espinosa de los Monteros, Ortega Lara, Nerea Alzola y Javier Ortega Smith han salido escopeteados en una Mercedes clase V a la que no dejaba avanzar la gente, que se emocionaba al verles a menos de dos metros y aplaudía sin parar como si dentro del vehículo fueran Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen tras haber salir del Santiago Bernabéu el 15 de julio de 1987.
Durante su exaltada intervención, Abascal ha resaltado que su discurso no es viejo, sino plenamente vigente en la actualidad. "Nos llaman antiguos, pero los valores que defendemos no son antiguos, son valores eternos", ha dicho el líder de Vox antes de recordar la familia, el amor a la patria o los ciudadanos que madrugan para ir a trabajar cada día como parte de esos principios. Ha dicho que Vox no es un partido, sino "un movimiento social y cultural" que está por encima de la política y que apela al "bien común", que actualmente funciona como "instrumento" para mantener la unidad de España contra los separatistas y que por eso debe seguir activo.
"Cervantes, el Camino de Santiago, Lepanto, las Cortes de Cádiz o la Reconciliación Nacional" también han sido episodios históricos destacados por Abascal, que ha dado el resto ante los miles de personas que desbordaban la plaza de Colón, que no parecían conocer o pasaban por alto las decenas de críticas que diferentes dirigentes de la formación han recibido a lo largo de esta campaña por vetar a periodistas a sus actos o tratarles con desprecio. Una campaña en la que Vox ha estado muy presente tanto en las redes sociales como en todos los medios por la llamativa cantidad de personas que el partido ha congregado en los actos que ha convocado por toda la geografía española, que culminó con los masivos mítines de Las Rozas, Sevilla, Valencia y el propio fin de carrera de Madrid.
Incluso en los dos debates televisivos a los que no acudió Abascal por orden de la Junta Electoral Central estuvo presente el partido, al que apelaron los líderes que sí estuvieron, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como los representantes del PP, Pablo Casado, de Ciudadanos, Albert Rivera, y de Podemos, Pablo Iglesias.
Santiago Abascal, el líder de la formación que amenaza con entrar de sopetón en las Cortes con un número imprevisible de escaños, ha culminado la campaña electoral dándose un baño de masas justo donde la comenzó, en la madrileña plaza de Colón, bajo una ondeante bandera de España y junto a la estatua del tantas veces apelado por el presidente de Vox Blas de Lezo.
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