Rajoy se aferra a seis grandes pactos con el PSOE para dar estabilidad a su Gobierno

Mariano Rajoy adelantó el guion de su discurso de investidura y de su plan de gobierno para la legislatura nada más aceptar la propuesta del Rey de intentar la investidura. "Hablaré con Fernández en las próximas fechas para ver cómo lo hacemos". Se refería a los grandes acuerdos PP-PSOE que quiere que sirvan para dar estabilidad y recorrido al nuevo Gobierno. La resolución que los socialistas aprobaron en su último comité federal alude a seis de los siete pactos de Estado que el presidente del PP defendió en la sesión fallida celebrada en agosto: pensiones, financiación autonómica, educación, creación de empleo, violencia de género y lucha contra la corrupción.

El texto del PSOE con el análisis y la autocrítica sobre el bloqueo institucional, más los objetivos como principal partido de la oposición para la legislatura, le viene bien a Rajoy para encauzar su oferta general de entendimiento entre los partidos constitucionalistas. Reafirmado el compromiso con Albert Rivera sobre las 150 medidas acordadas entre el PP y Ciudadanos hace solo dos meses, un centenar son parecidas a las del texto pactado en marzo entre socialistas y riveristas.

La resolución socialista, cuya redacción se atribuye al antiguo equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba, asume el principio de la urgencia de contar con un Gobierno con plenas facultades para "dar una respuesta eficaz desde el Estado al desafío secesionista" y recuperar su presencia en el escenario internacional, "cuando la Unión Europea se está jugando su futuro".

A partir de ahí, el PSOE describe unos "objetivos inaplazables" que defenderá ante el próximo Ejecutivo y sobre los que Rajoy, de entrada, está dispuesto a hablar. El plan del jefe del Ejecutivo es "incidir en los temas que unen y aparcar los que nos separan, o hacer el doble de esfuerzo para que dejen de separarnos". Los socialistas insisten en derogar la reforma laboral "cuanto antes". Pero también proponen "diálogo social entre el empresariado y los sindicatos para abordar la lucha por una creación sostenida del empleo".

Para el PP, resulta contradictorio volver a la legislación laboral de los tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, porque supondría volver a la destrucción de puestos de trabajo, pero están dispuestos a hacer un balance de la aplicación de su reforma y estudiar cambios en la misma.

Convocar el Pacto de Toledo para buscar un gran acuerdo sobre el sostenimiento del sistema de pensiones fue otra oferta que Rajoy hizo en la investidura fallida, y figura como tal en la resolución del PSOE. En el caso de la Lomce que los socialistas insisten en derogar, ambos partidos aceptan el objetivo de buscar un pacto de Estado en materia educativa.

"Mejorar la articulación de nuestro modelo territorial y su financiación" es otro de los planes de los socialistas compatibles con la propuesta del presidente del PP de acordar entre todos un nuevo modelo de financiaciación de las comunidades autónomas que sustituya al vigente negociado en tiempos de Zapatero con la Generalitat catalana.

Reforzar la lucha contra la corrupción y "un gran pacto de Estado contra la violencia de género" son otros dos puntos coincidentes entre el discurso de investidura de Rajoy y la resolución aprobada por el comité federal. Solo la cuestión de la energía, séptima en el citado discurso parlamentario, no aparece citada en el texto de los socialistas.

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La derogación de la ley de seguridad ciudadana y la vuelta a la posibilidad de que las menores aborten sin conocimiento de los padres son objetivos del PSOE de difícil negociación entre ambos partidos. Pero en fuentes del Grupo Popular celebran que los socialistas se olviden de otras leyes incluidas en su catálogo general de contrarreformas, como es el caso de la legislación local, que ha permitido acabar con el déficit en los ayuntamientos.

Los seis pactos de Estado en los que pueden coincidir los dos principales partidos aportan materia legislativa sobrada para una legislatura completa, los cuatro años de los que habla Rajoy.