La subida "en frío" del IRPF: lo que ahorrarías en la declaración de la renta si se deflactase el impuesto

El IRPF es uno de los impuestos más progresivos que existen, ya que aplica tipos impositivos crecientes con la renta. A medida que un trabajador aumenta su salario, va saltando de tramos para realizar una aportación creciente al erario público, de modo que las rentas altas pagan un porcentaje mayor que las bajas.

Sin embargo, en episodios de alta inflación los saltos de tramo no se producen porque el trabajador aumente su renta real, sino nominal. Esto es, su salario va subiendo para adaptarse a los precios, pero su capacidad de compra no aumenta. Esto provoca saltos de tramo por los que los trabajadores pagan más impuestos sin tener más ingresos reales, es lo que los economistas denominan progresividad en frío.

La vía para evitar esta subida de impuestos encubierta sería la adaptación de los tramos de IRPF a las retribuciones. Esto es, incrementar los tramos en la misma cuantía de la subida de los salarios. El Consejo General de Economistas-Reaf ha elaborado los cálculos de cuánto se ahorrarían los contribuyentes con la deflactación del IRPF en la campaña de la renta que acaba de comenzar. Las cuantías son importantes: supondría una reducción de los impuestos de entre 233 euros para los tramos intermedios, hasta 1.707 euros para el tramo más alto sólo en el tramo estatal.

En concreto, el Consejo calcula la cuota que les correspondería a los declarantes si se aplicara una deflactación del 16,1%, esto es, la inflación acumulada desde diciembre de 2021 hasta diciembre de 2023. Es importante señalar que la progresividad en frío no afecta a todos los contribuyentes, sino a aquellos que saltan de tramo por las subidas de salarios. Los casos posibles son innumerables, por lo que el Consejo calcula cuatro casos habituales: rentas del trabajo de 30.000, 45.000, 70.000 y 350.000 euros anuales. Sólo tiene en cuenta el tramo estatal, ya que en el autonómico algunas regiones sí han deflactado el impuesto empleando diferentes periodos de inflación con una subida del salario equivalente a la inflación.

Con estos cálculos, un trabajador que ingresara 30.000 euros en 2023 tendría un ahorro de 233 euros en su declaración de la renta. Para salarios de 45.000 euros, el ahorro ascendería a 404 euros. Para rentas de 70.000 euros de ingresos, el ahorro llegaría a 612 euros y para salarios de 350.000 euros al año, el ahorro alcanzaría los 1.707 euros.

Una de las conclusiones inmediatas es que el ahorro fiscal es creciente con la renta. El motivo es el mismo que explica la progresividad del impuesto: los tramos más altos son los que pagan tipos más elevados, por lo que extender estos tramos implica un mayor ahorro. Por ejemplo, si se compara un salario de 30.000 euros con uno de 45.000 euros, el incremento de la retribución es del 50%, pero el ahorro fiscal por la deflactación sería del 74%.

Esto significa que las rentas bajas no verían nada, o prácticamente nada, de la ayuda fiscal por la deflactación del impuesto, mientras que las rentas altas capturarían la mayor parte de este beneficio. Eso sí, el ahorro conseguido por unos y otros puede ser muy diferente a la hora de determinar su capacidad para llegar a final de mes. 230 euros más para un salario de 30.000 euros es más relevante que 1.700 euros para quien gane 350.000 euros. En el primero de los casos, estos 233 euros pueden determinar la capacidad para afrontar gastos imprevistos de la familia. Sin embargo, para el que gana 350.000 euros, los 1.700 de rebaja fiscal son casi insignificantes y probablemente vayan destinados íntegramente a elevar su ahorro.