Es noticia
Primeras evidencias sobre el teletrabajo: dificulta los ascensos y las subidas de sueldo
  1. Economía
¿Cómo afecta al mercado laboral?

Primeras evidencias sobre el teletrabajo: dificulta los ascensos y las subidas de sueldo

Cuatro años después del inicio de la pandemia ya existen datos suficientes para analizar cómo está transformando el mercado laboral... con amenazas inesperadas para los empleados

Foto: El teletrabajo ha llegado para quedarse. (EFE)
El teletrabajo ha llegado para quedarse. (EFE)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El teletrabajo ha llegado para quedarse, pero ha venido acompañado de amenazas inesperadas que van mostrando su cara con el paso del tiempo. Cuatro años después del inicio de la pandemia ya se puede dar por superado el periodo de prueba de esta modalidad laboral que se impuso durante los meses del confinamiento. Para los economistas y expertos laboralistas, ya no hay ninguna duda de que el teletrabajo constituirá una parte fundamental del mercado laboral de forma permanente, ahora sus dudas se centran en entender cómo afecta a las carreras profesionales de quienes trabajan desde su casa.

Las primeras evidencias científicas han generado cierta preocupación: el teletrabajo frena tanto la progresión dentro de las empresas como las subidas de salarios. El efecto es, además, progresivo: a mayor teletrabajo, menores posibilidades de ascender en las empresas. En definitiva, lo que está ocurriendo es que los trabajadores están asumiendo un coste por no tener que desplazarse hasta sus centros de trabajo.

Uno de los estudios pioneros lo ha realizado el Banco de Inglaterra a partir de encuestas a directores ejecutivos y financieros de empresas que sirven para mejorar el diseño de las políticas públicas y las decisiones empresariales bautizadas como Decision Maker Panel. En un análisis reciente sobre el efecto del teletrabajo, la entidad ha detectado que existe una relación negativa entre subidas salariales y días de teletrabajo. Las empresas que más días de teletrabajo conceden a sus trabajadores les suben menos el salario. La relación es que cada día extra de teletrabajo implica una subida salarial media medio punto inferior, señala el estudio.

Una de las conclusiones que obtienen los investigadores a la luz de las encuestas es que las empresas consiguen ampliar la base de candidatos a sus vacantes gracias al teletrabajo. Es comprensible: si los trabajadores tienen que ir pocos días a la oficina, o ninguno, están dispuestos a aceptar ofertas de trabajo que estén más lejos de su domicilio.

Pero, lo que es más importante, es que las empresas son menos proclives a promocionar internamente a trabajadores que apenas están en las oficinas. Aquí hay varios factores que operan a varios niveles. El más importante, es que el teletrabajo no permite construir relaciones sociales de los candidatos al ascenso con sus jefes y otros compañeros. Si no se generan relaciones de confianza, es poco probable que un trabajador consiga ascensos y gane responsabilidad dentro de las organizaciones.

Foto: Trabajar desde el domicilio. (EFE/Emilio Naranjo)

Pero aún hay más. Uno de ellos es que el teletrabajo dificulta la fidelización con la empresa, porque se ve como un ente lejano. Eso desincentiva los ascensos, pero también que las compañías inviertan en la formación de esos trabajadores si perciben que están poco comprometidos. "Al estar más desconectado de la empresa, tienes menos presencia en los procesos de promoción y ascensos", explica Valentín Bote, director de Randstad Research. La situación no es diferente en España, explica, y aunque existen sectores en los que el teletrabajo es mayoritario, la mayor parte de las empresas optan por promocionar a trabajadores que están presentes en el día a día.

Tensiones salariales

España fue uno de los países pioneros en regular el teletrabajo con una ley —la 10/2021— elaborada bajo la premisa de proteger a los trabajadores frente al teletrabajo. La palabra proteger es importante, porque para el Ministerio de Trabajo, el empleo a distancia era beneficioso para las empresas y perjudicial para los trabajadores. De ahí que elaborara una norma orientada a que las empresas se hagan cargo de los costes que le supone al trabajador desarrollar su actividad en casa, desde la calefacción o la luz hasta el equipamiento (mesas, sillas, focos, etc.).

Sin embargo, el tiempo ha demostrado que esta aproximación estaba equivocada: son los trabajadores quienes pelean por quedarse en sus casas y las empresas, en general, quienes prefieren el presencialismo. El Panel elaborado por el Banco de Inglaterra muestra que el porcentaje de empresas que declara que en cinco años habrá implementado el teletrabajo es prácticamente el mismo número que hay en la actualidad. Esto es, la gran mayoría de las compañías que aún no ha implementado el teletrabajo es porque no pretende hacerlo.

"La gran mayoría de las compañías que aún no ha implementado el teletrabajo es porque no pretende hacerlo"

Por el contrario, los trabajadores cada vez tienen mayor preferencia por el empleo remoto. Un estudio reciente de LinkedIn en EEUU muestra que solo el 10% de las ofertas publicadas en la red social en diciembre contemplaban la opción de realizar íntegramente el trabajo remoto. Una minoría que, sin embargo, acaparó el 46% de las solicitudes por parte de los candidatos. Según otra encuesta de esta red social, solo el 39% de los trabajadores prefiere un presencialismo total; el resto quieren teletrabajo total (el 29%) o parcial (el 30%).

En definitiva, los trabajadores están asumiendo que el teletrabajo es un privilegio al alcance de unos pocos, por lo que están dispuestos a renunciar a una parte de su salario. España no es una excepción, explican desde Randstad Research. "En un estudio del mercado laboral nos encontramos que, para el 37% de los trabajadores en España, el teletrabajo ya no es negociable", explica Bote, "forma parte ya de un conjunto de medidas que aumentan la flexibilidad laboral, como la jornada o el horario flexible".

Foto: Usuarios del metro de Madrid. (Reuters/Susana Vera)
TE PUEDE INTERESAR
Los españoles que teletrabajan ganan 63 minutos al día (y gastan parte en trabajar más)
Héctor García Barnés Gráficos: Ana Ruiz

Las distintas encuestas elaboradas en estos años muestran que los trabajadores están dispuestos a renunciar hasta al 6% de su salario para disfrutar del teletrabajo. Lo consideran un privilegio que el sector público debería incentivar, y no desincentivarlo, como ocurrió con la ley impulsada por el Gobierno. "El Ministerio de Trabajo tenía el planteamiento de que serían las empresas quienes impondrían el teletrabajo", lamenta Bote, pero ha sido justo al revés. De ahí que los incentivos y desincentivos incorporados a la norma también vayan en la dirección opuesta a los intereses de los trabajadores.

Un estudio realizado en EEUU y publicado por la prestigiosa NBER (Oficina Nacional de Investigación Económica) ha detectado que el teletrabajo está en la base de las menores demandas salariales por parte de los trabajadores durante la crisis inflacionista. Los trabajadores estadounidenses han perdido poder adquisitivo por la subida de los precios, pero las demandas salariales están contenidas, lo que apunta a una caída permanente del peso de los salarios en el PIB de 1,1 puntos porcentuales.

"Los trabajadores cada vez demandan más teletrabajo, pero las ofertas de las empresas cada vez requieren más presencialismo"

Los trabajadores cada vez demandan más teletrabajo, pero las ofertas de las empresas cada vez requieren más presencialismo. De ahí que estén dispuestos a renunciar a una parte de su salario, incluso si su productividad desde casa es superior. Muchos de estos estudios han reportado ganancias de productividad del empleo remoto. Estas mejoras se producen, en buena medida, por el aumento del tiempo de trabajo, incluyendo una brusca reducción de los tiempos de desplazamiento y el esfuerzo adicional que hacen los trabajadores para conservar su empleo a distancia.

Para las empresas, el teletrabajo es una opción que será muy rentable a medio y largo plazo. Si consiguen moderar las demandas salariales y, además, reducen sus gastos fijos por la reducción de la presencialidad. En definitiva, las tendencias actuales podrían cambiar, ya que entrarán en juego otros factores que tardan más tiempo en dar la cara. Sobre todo, el ahorro de costes para las empresas al reducir el número de puestos de trabajo que necesita por cada asalariado. Sea cual sea el futuro del teletrabajo, ya nadie duda que ha venido para quedarse y que, para los trabajadores supone una amenaza inesperada.

El teletrabajo ha llegado para quedarse, pero ha venido acompañado de amenazas inesperadas que van mostrando su cara con el paso del tiempo. Cuatro años después del inicio de la pandemia ya se puede dar por superado el periodo de prueba de esta modalidad laboral que se impuso durante los meses del confinamiento. Para los economistas y expertos laboralistas, ya no hay ninguna duda de que el teletrabajo constituirá una parte fundamental del mercado laboral de forma permanente, ahora sus dudas se centran en entender cómo afecta a las carreras profesionales de quienes trabajan desde su casa.

Empleo
El redactor recomienda