Apunta la fecha: el SEPE impone un castigo a quienes no renuevan la prestación por desempleo

Pese a las recientes buenas cifras anunciadas por el Gobierno en sus últimos datos, el desempleo sigue siendo uno de los grandes problemas al que se enfrenta la ciudadanía española. Especialmente los jóvenes y los mayores de 50 años. Por este motivo, lo primero que debe de hacer una persona cuando se queda sin empleo, es acudir a las oficinas de su ciudad para conocer a qué prestaciones o subsidios tiene derecho.

En este sentido, la prestación por desempleo en muchos casos es la principal y única fuente de ingresos de trabajadores que han finalizado un contrato o han perdido su puesto de empleo y se encuentran buscando otro. El importe que corresponde a cada prestación por desempleo depende de varios factores, aunque el principal tiene que ver con la cotización que cada empleado haya generado en sus últimas semanas contratado.

Un elemento indispensable para solicitar este tipo de ayuda es estar dado de alta en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y figurar como demandante de empleo. Eso sí, independientemente de cuánto tiempo corresponda a nuestra prestación de desempleo (como máximo puede ser de hasta dos años) el servicio exige que la demanda se renueve periódicamente cada tres meses. Lo que coloquialmente se conoce como "sellar el paro". No llevarlo a cabo puede suponer una serie de consecuencias muy negativas para el desempleado.

De forma física o digital

Cada usuario tiene asignada una fecha en la que puede renovar su prestación de desempleo y que suele coincidir con los tres meses exactos desde la última vez se selló. Para poder conocer de una manera más exacta la fecha, es necesario tener a mano el Documento Acreditativo de Renovación de la Demanda (DARDE). Algo que se conoce popularmente como la tarjeta del paro y que se puede tener tanto de forma física como digital.

¿Qué pasa si se te olvida renovarlo? En caso de que esto suceda, hay solución. Habría que acudir a la oficina del SEPE para que desde allí reactiven la prestación. Aunque eso sí, hay un límite. La primera vez que esto sucede, el castigo es la pérdida de un mes de prestación. A la segunda, la penalización asciende a los tres meses. Un tercer olvido a la hora de sellar el paro en menos de un año acarrea una pérdida de seis meses de prestación. Pero atención, a la cuarta, la pérdida de nuestro ingreso por desempleo sería total y absoluta.