Francia, Grecia, Chequia y Rumanía cierran filas con España en el debate europeo de la energía

Hace días que fuentes diplomáticas aseguraban que el debate a nivel europeo para buscar soluciones comunes a la escalada del precio de la luz “se estaba animando” de cara a las distintas reuniones del calendario comunitario. Tras un primer debate entre los ministros de Finanzas este lunes y martes, los titulares de Francia, Grecia, República Checa, Rumanía y España han emitido un comunicado conjunto en el que exigen un “enfoque común a nivel europeo”, como Madrid solicitó ya hace semanas.

“Necesitamos un conjunto de herramientas de política europea para coordinar las respuestas nacionales para reaccionar de inmediato a los aumentos drásticos de los precios”, señalan los firmantes, que son los ministros Bruno Le Maire, de Francia, Alena Schillerová, de República Checa, el griego Christos Staikouras y Dan Vîlceanu, de Rumanía, además de la española Nadia Calviño, que ya el pasado 20 de septiembre envió a la Comisión Europea un documento de reflexión junto a Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno a cargo de Transición Ecológica.

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Los cinco ministros de Finanzas señalan que “conviene investigar el funcionamiento del mercado europeo del gas para comprender por qué los actuales contratos de gas (especialmente con Rusia) han sido insuficientes”. “También deberíamos elaborar directrices comunes sobre el almacenamiento de gas con el fin de mitigar y suavizar los aumentos de precios. Además, deberíamos coordinar mejor nuestras compras de gas para aumentar nuestro poder de negociación”, señalan en el documento, en la línea de la reflexión española sobre la posibilidad de un almacenaje común de gas inspirado en la compra común de vacunas.

España no es el único país que se encuentra entre la espada de la escalada del precio de la energía y la pared del invierno

España no es el único país que se encuentra entre la espada de la escalada del precio de la energía y la pared del invierno. Es una situación que afecta a muchos otros Estados miembros, y muchas capitales han tomado medidas, incluso algunas que no firman este documento. Un ejemplo es el Gobierno italiano. Aunque Roma no se ha sumado a la declaración conjunta, Mario Draghi, primer ministro italiano, anunció hace ya dos semanas un paquete de 3.500 millones de euros para ayudar a las familias más expuestas a la pobreza energética a que puedan pagar la factura de la luz.

El tercer pilar del documento publicado por los cinco ministerios señala que es necesaria una reforma del mercado eléctrico para “establecer un mejor vínculo entre el precio pagado por los consumidores y el costo de producción promedio de la electricidad en los 'mix' de producción nacionales. Esto es aún más importante, ya que la descarbonización aumentará el uso de electricidad en nuestra economía”.

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“Deberíamos centrarnos en lograr la independencia energética mediante la inversión en la diversificación de nuestro suministro energético y reducir la dependencia europea de los países exportadores de gas lo antes posible. Las energías bajas en carbono, como la biomasa, la eólica y la solar, jugarán un papel clave en la diversificación de nuestro suministro energético”, aseguran.

La ambición de París, Atenas, Praga, Bucarest y Madrid sigue siendo una postura muy minoritaria. La Comisión Europea sigue creyendo que tiene muy poco margen de maniobra. Lo máximo que podía ofrecer Bruselas, según Kadri Simson, comisaria de Energía, era publicar un paquete de posibles medidas que los Estados miembros podrían aplicar para controlar los precios. Estaba previsto que ese paquete que Simson prometió se publicara este martes, pero fuentes diplomáticas señalan que ahora se retrasará seguramente hasta los días previos al Consejo Europeo del 21 y 22 de octubre.

Otros países como Alemania defienden que no es el momento de tomar medidas drásticas y que esta escalada se trata de una cuestión coyuntural

Esa será la cita clave por ahora. Ahí está previsto que los líderes de los países que apoyan tomar medidas, principalmente los cinco que firman el documento hecho público este martes, planteen esta cuestión. Sin embargo, otros países como Alemania defienden que no es el momento de tomar medidas drásticas y que esta escalada se trata de una cuestión coyuntural.