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La mitad de las empresas españolas está en pérdidas por la crisis del coronavirus
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Según los datos del Banco de España

La mitad de las empresas españolas está en pérdidas por la crisis del coronavirus

En los sectores más golpeados, como la hostelería o el transporte, casi el 75% estarían en números rojos. Además, el 40% del sector empresarial sufre una presión financiera elevada

Foto: Tiendas cerradas en Navarra durante la segunda ola. (Efe)
Tiendas cerradas en Navarra durante la segunda ola. (Efe)

El mayor riesgo de que la crisis del coronavirus se prolongue en el tiempo es que se produzca una destrucción intensa de tejido productivo. De forma más mundana: cierre masivo de empresas que, a su vez, provocaría la pérdida de miles de puestos de trabajo. Este es el escenario que se quiere evitar a toda costa y que explica las ayudas aprobadas desde el estallido de la crisis, que van desde medidas de liquidez (bajadas de tipos de interés y avales del ICO) y de transferencias (ERTE, cese de actividad de autónomos, ayudas específicas a sectores, etc.). Sin embargo, la magnitud de la crisis es tan grave que nada está siendo suficiente y la mitad de las empresas de España tienen una rentabilidad negativa este año.

Así se extrae de los datos de la Central de Balances Trimestral publicada este martes por el Banco de España. De forma agregada, las empresas españolas cerraron los nueve primeros meses del año en pérdidas, una situación que no se veía desde el año 2002. Ni siquiera en 2009, tras la quiebra de Lehman Brothers, el tejido productivo español estuvo en pérdidas. Este resultado negativo es consecuencia de un hundimiento del resultado ordinario neto, que ha caído un 71% respecto al mismo periodo del año anterior, y las pérdidas anotadas por el deterioro del valor de los activos, que se han disparado un 67%. En total, las pérdidas acumuladas ascienden al 16% del valor añadido bruto del mismo periodo. Aunque las empresas han recortado gastos, los costes fijos han terminado por arrastrarlas a pérdidas a pesar de los esfuerzos de gestión.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Efe)

El problema de estos datos anteriores es que recogen datos básicamente de las grandes empresas, ya que las pymes todavía no han calculado sus resultados (lo harán a final de año). Para esquivar este obstáculo, el BdE ha realizado una proyección de los resultados incluyendo a las pymes utilizando para ello datos de la Central de Balances Integrada, que sí recoge a todo el tejido productivo. El resultado de esta estimación apunta a que la mitad de las empresas estaría en números rojos hasta septiembre (rentabilidad del activo). Probablemente este es el mejor indicador que refleja la magnitud de la crisis que está sufriendo el tejido productivo español. En el siguiente gráfico, el percentil 50 indica justo las empresas que están en la mediana de rentabilidad este año, de modo que hay el mismo número de empresas con resultados superiores que inferiores.

En los sectores más afectados por la crisis, las pérdidas están siendo incluso mayores. Según las estimaciones del BdE, en la hostelería en torno al 75% de las empresas tendría una rentabilidad negativa. Lo mismo ocurre con la industria del automóvil, que ha sufrido con dureza la caída de la demanda de los hogares, que han optado por retrasar la compra de vehículos ante la incertidumbre económica y las restricciones a la movilidad. La situación es mejor en el comercio, sector en el que en torno a la mitad de las empresas están en pérdidas y, el resto, en beneficios. En este sector influye mucho los diferentes tipos de comercio, ya que mientras los de alimentación han registrado un año positivo, los del sector textil siguen arrojando datos muy negativos.

En la hostelería, en torno al 75% de las empresas tendría una rentabilidad negativa y lo mismo ocurre con la industria del automóvil

Si se tiene en cuenta el tamaño de las empresas, se aprecian datos peores en las pymes que en las grandes (como suele ser habitual). En concreto, el 50% de las pymes tiene una rentabilidad negativa, mientras que en el caso de las grandes esta cifra está levemente por debajo. Y lo que es peor, la magnitud de las pérdidas sobre el activo neto en el caso de las pymes en peor situación (a partir del percentil 25) supera el 10%, mientras que en las grandes empresas apenas llega al 5%. Esto significa que las pérdidas de un número significativo de pymes es muy elevado, lo que pone en riesgo su viabilidad futura.

El BdE también ha realizado una proyección sobre la solvencia del tejido productivo español, datos útiles para anticipar qué porcentaje de empresas está en una situación de riesgo de cierre. Para empezar, el banco ha analizado qué porcentaje de empresas que están sufriendo una presión financiera elevada, medido como aquellas cuyos beneficios no permiten cubrir los gastos financieros. Al cierre del año, casi el 40% de las empresas de España tendrán una situación financiera delicada, casi cuatro veces más que hace un año. No significa que todas ellas vayan a cerrar, ya que muchas tendrán margen para mejorar sus beneficios o intentar reducir sus costes financieros. Sin embargo, lo que está claro es que, estando en una situación delicada, difícilmente aumentarán su inversión ni aumentarán sus plantillas.

Foto: Playa de la Misericordia, en Málaga. (EFE)

Para anticipar qué porcentaje de las empresas podrían estar en riesgo de quiebra, el BdE analiza qué empresas son inviables. Según sus cálculos, en torno al 6% de las empresas no son viables a largo plazo (este porcentaje aumentaría hasta el 10% bajo la hipótesis de que la crisis económica se prolonga). Para determinar qué empresas son inviables, el banco ha estimado aquellas que tienen una deuda neta positiva (más deudas que activos) y que a largo plazo se estima que estarán en pérdidas. De esta forma, sus números rojos recurrentes harán que su supervivencia esté en claro riesgo.

Además, el BdE estima que hay otro 8% de empresas en una situación muy delicada que podrían sobrevivir a duras penas. Son compañías que el banco cree que son insolventes, ya que su deuda supera en más de 12 veces su previsión de beneficios, pero que también cree que mantendrán un resultado positivo. De esta forma, si gestionan bien su situación y consiguen elevar sus beneficios y refinanciar su deuda, podrán sobrevivir.

El mayor riesgo de que la crisis del coronavirus se prolongue en el tiempo es que se produzca una destrucción intensa de tejido productivo. De forma más mundana: cierre masivo de empresas que, a su vez, provocaría la pérdida de miles de puestos de trabajo. Este es el escenario que se quiere evitar a toda costa y que explica las ayudas aprobadas desde el estallido de la crisis, que van desde medidas de liquidez (bajadas de tipos de interés y avales del ICO) y de transferencias (ERTE, cese de actividad de autónomos, ayudas específicas a sectores, etc.). Sin embargo, la magnitud de la crisis es tan grave que nada está siendo suficiente y la mitad de las empresas de España tienen una rentabilidad negativa este año.

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