La gran banca recorta 1.400 empleos y cierra 271 oficinas en el primer semestre
Las entidades han insistido en numerosas ocasiones que esta reestructuración de la red no va acompañada de medidas drásticas de reducción de empleo
Los seis grandes bancos españoles cerraron 271 oficinas y redujeron su plantilla en 1.456 personas en España entre enero y junio, lo que supone un recorte del 1,87% de la red y del 1,16% de los trabajadores. La digitalización y el mayor uso de canales digitales entre los clientes ha propiciado un progresivo ajuste de la red de oficinas de las principales entidades bancarias del país, que además les permite reducir costes y mejorar la eficiencia, clausurando aquellas que no son rentables y apostando por otras oficinas de mayor tamaño.
En algunos casos, estos planes se han visto además impulsados por la crisis del coronavirus, que ha acelerado tendencias que ya existían, como la digitalización o el teletrabajo. El mayor ajuste de oficinas en el primer semestre lo realizó Sabadell, con 94 cierres, hasta tener 1.753 oficinas bancarias en España (un 5,09% menos que al cierre de 2019). El plan del banco, que se ha visto impulsado y acelerado por el Covid-19, contempla unos 230 cierres en el conjunto del año.
CaixaBank, que es la entidad con más oficinas en España, clausuró 106 sucursales en el primer semestre, hasta situar la red en 4.012 oficinas (-2,57%), con el objetivo de llegar a las 3.600 en los próximos meses, un plan que se ha retrasado por la crisis del coronavirus, pero en el que seguirá trabajando, según dijo el viernes su consejero delegado, Gonzalo Gortázar.
La información financiera del primer semestre de BBVA apunta a 50 cierres en España, hasta 2.592, si bien el consejero delegado de la entidad, Onur Genç, dijo durante la presentación de resultados que ya se habían cerrado 109 oficinas de los 160 que se planea acometer en 2020, y que en 2021 podría acelerarse el plan de ajuste. Por su parte, Banco Santander tenía al cierre de junio 3.222 oficinas en España, 13 menos que seis meses antes (-0,4%), mientras que Bankinter se ha mantenido con 365 oficinas.
Bankia bajó la persiana en 8 oficinas entre enero y junio, hasta quedarse con 2.267 (-0,35%), aunque durante el mes de julio ha ejecutado el grueso de su plan de ajuste, con otros 140 cierres.
El mayor recorte de plantilla lo hizo BBVA
Las entidades han insistido en numerosas ocasiones que esta reestructuración de la red no va acompañada de medidas drásticas de reducción de empleo. Los seis bancos del Ibex 35 tenían al cierre de junio 124.552 empleados en España, 1.456 menos que al cierre de 2019 (-1,16%). El mayor recorte de plantilla en España lo realizó BBVA, con 877 trabajadores menos, hasta 29.406 (-2,9%), aunque la entidad ha asegurado que proteger el empleo es una de sus prioridades y no se plantea ninguna medida extraordinaria de reducción de plantilla o ERE.
Banco Santander finalizó el primer semestre con 27.261 empleados en España, 369 menos que seis meses antes (-1,34%), mientras que la plantilla de CaixaBank adelgazó un 0,4% en ese periodo, hasta 30.772 empleados (124 menos).
Por su parte, Sabadell tenía 16.570 empleados en España al cierre de junio, 40 menos que en 2019 (-0,24%). Hasta ahora, el cierre de oficinas iba acompasado de una reutilización de las posiciones eliminadas por sobrantes a través de contratas externas, aunque en la segunda mitad del año estudiará "hasta qué punto ese mecanismo se puede utilizar o hay otras alternativas", señaló el consejero delegado del banco, Jaime Guardiola, en la presentación de resultados.
De su lado, Bankinter contaba con 4.596 empleados en junio (42 más que en diciembre) y la plantilla de Bankia disminuyó en 88 personas en el primer semestre, hasta el total de 15.947 trabajadores (-0,55%).
Los seis grandes bancos españoles cerraron 271 oficinas y redujeron su plantilla en 1.456 personas en España entre enero y junio, lo que supone un recorte del 1,87% de la red y del 1,16% de los trabajadores. La digitalización y el mayor uso de canales digitales entre los clientes ha propiciado un progresivo ajuste de la red de oficinas de las principales entidades bancarias del país, que además les permite reducir costes y mejorar la eficiencia, clausurando aquellas que no son rentables y apostando por otras oficinas de mayor tamaño.