Desigualdad regional: El sur de España suma el triple de hogares que pasa frío en invierno

La brecha entre el sur y el norte de España se refleja también en lo energético. El Ministerio para la Transición Ecológica asegura que "Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia son las Comunidades Autónomas con mayor población incapaz de mantener una temperatura adecuada en invierno". Pese al clima más extremo en el norte de la península ibérica, la pobreza energética se ceba con el sur, tal y como registra el Gobierno en su 'Actualización de Indicadores de la Estrategia Nacional Contra la Pobreza Energética'.

Y la situación está empeorando para las regiones que más sufren esta lacra: Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía registran una mayor proporción de hogares incapaces de mantener una temperatura adecuada en invierno al término de 2018 que en 2017.

Estas comunidades cuentan con alrededor de un 15% de viviendas dentro de las cuales la temperatura ambiente es inadecuada, con lo que ello implica para la salud y la calidad de vida de las personas que sufren esta situación. La proporción de la población contrasta con regiones donde la temperatura en invierno es ostensiblemente más baja como Aragón, Castilla y León, Galicia, Cantabria o País Vasco, donde las personas que no son capaces de aclimatar suficientemente sus hogares ronda el 5%.

Una proporción tres veces superior de viviendas sufren el frío del invierno en el sur de España con respecto al norte. Fuera de la comparativa territorial, el departamento que dirige Teresa Ribera alerta de que "más de cuatro millones de personas no son capaces de mantener una temperatura adecuada en su vivienda durante los meses de invierno". Esto significa que en el año 2018 alrededor de uno de cada diez españoles pasa frío en su casa en los meses de temperaturas más bajas.

¿A qué se debe el peor estado climático de hogares del sur de España con respecto a los del norte? Los datos de Transición Ecológica revelan que en gran medida por su menor poder adquisitivo. Dicho de otro modo, porque hay más familias pobres. De ahí que el indicador de retrasos de pago en las facturas coincida en un grado muy alto con el de hogares mal aclimatados.

Durante el ejercicio 2018, en Murcia y en Andalucía los porcentajes de familias que no llegan a pagar sus facturas a tiempo pueden ser entre cinco y diez veces superiores a la proporción de hogares que se retrasan en el abono de sus recibos en regiones como Castilla y León, Galicia o Aragón, pese a que el gasto energético debería ser ostensiblemente superior en el norte que en el sur, dadas las temperaturas y condiciones climáticas mucho más extremas entre diciembre y marzo.

La menor capacidad económica en el sur es de nuevo la causa de otros efectos climáticos. Solo así se explica que una vez más Andalucía, Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha sean los hogares cuyo gasto energético es más desproporcionado con respecto a sus ingresos, tal y como detallan los datos de 2018 recopilados por Transición Ecológica en el pasado mes de octubre. Además a lo anterior hay que añadir que "se observa que el gasto desproporcionado es mayor en los hogares que no están equipados de calefacción", advierte Transición Ecológica. No en vano, la falta de esta infraestructura en las viviendas entre las capas más bajas en el sur de España también contribuye a la peor aclimatación durante el invierno.

La pobreza energética muestra una faceta más de las diferencias de riqueza entre el norte y el sur de España. Unas desigualdades que se ven también en otras estadísticas como el nivel de educación o la edad más temprana de mortalidad. Unas diferencias geográficas de calidad de vida dentro del mismo Estado, mientras el debate territorial se centra casi por completo en la cuestión catalana. Al tiempo, la reforma de la financiación autonómica, una de las cuestiones de mayor calado, sigue aparcada en medio del bloqueo político en el que lleva sumida España desde hace más de tres años.