Giro inesperado: España recibirá más fondos europeos por el desempleo

Todo apuntaba a que había llegado el momento en el que España se uniera al grupo de los que dan más de lo que reciben en la Unión Europea. Todas las quinielas vaticinaban que en el próximo Marco Financiero Multianual, que este miércoles desvelará la Comisión Europea, España se convertiría en contribuyente neto al presupuesto comunitario. Pero, finalmente, no será así.

Según ha podido saber El Confidencial, España saldrá ganando en el próximo reparto de fondos de cohesión. Y todo, pese al tijeretazo de un 8% que Bruselas va a proponer en esta partida. ¿El motivo? Que el nuevo marco presupuestario marca como objetivos el desempleo y la ayuda a la integración de migrantes. España, el segundo país con más paro de la UE, solo por detrás de Grecia, se verá beneficiada.

"Recibirá más ayudas, ya que el desempleo será un criterio más importante a la hora de concederlas, con menos peso del PIB", aseguran fuentes europeas. De este modo, pese a que España ha ido recuperando el terreno perdido durante la crisis y a que la salida del Reino Unido de la UE harán que gane aún más peso relativo en términos económicos, todo apunta a que no llegará a convertirse en contribuyente neto.

La otra partida que sufrirá un gran recorte es la correspondiente a las PAC. La CE quiere reducirla en un 6%, idea que será difícil de digerir por España

Los números son susceptibles a cambios hasta que este miércoles el borrador de la propuesta se debata en el colegio de comisarios, el núcleo decisorio de la Comisión Europea. Sin embargo, si no sufren variaciones, la otra partida que sufrirá un gran recorte es la correspondiente a las Políticas Agraria Común (PAC). La CE quiere reducirla en un 6%, una idea que será difícil de digerir por socios como España, pero también por Francia, su principal valedora.

Las políticas de cohesión y las de agricultura han sido hasta ahora las dos mayores partidas de los presupuestos comunitarios, a las que se destinan un 70% de los fondos. Las recientes crisis, la digitalización y las tensiones generadas por la migración han evidenciado la necesidad de reorientar las prioridades. El comisario europeo de Presupuestos, Günther Oettinger, ya había advertido de que su propuesta iría en este sentido.

También ha cumplido con otra idea que ya había avanzado: aumentar el tamaño del presupuesto comunitario -hoy en torno al 1,03% del PIB del conjunto de la UE- hasta un 1,1%. Esto supone que los países tendrán que aumentar sus contribuciones u optar por acordar nuevas vías de financiación de las arcas europeas, como la controvertida tasa Google.

Esta situación se agrava debido al Brexit, ya que se estima que la salida de Reino Unido del club comunitario dejará un agujero de entre 12.000 y 15.000 millones de euros.