El ritmo de creación de empleo se suaviza y agosto acaba con 13.982 cotizantes menos

La economía española vuelve a destruir empleo. Al menos, durante el pasado mes de agosto. Y no sólo por razones estacionales vinculadas al fin de la temporada turística.

Los datos publicados este miércoles por la Seguridad Social muestran, en concreto, que descontada la estacionalidad el número de ocupados descendió en agosto en 13.982 personas. En la serie original la cifra es mucho más negativa: 134.289 afiliados menos, pero este dato no es representativo ya que no tiene en cuenta la alta estacionalidad de la economía española, que suele crear puestos de trabajo en los meses centrales del año y destruirlo, en parte, al principio y al final de cada ejercicio.

Una cifra refleja con nitidez este fenómeno. El pasado 31 de agosto, es decir en sólo un día, la Seguridad Social perdió nada menos que 197.324 cotizantes, lo que da idea de la extraordinaria estacionalidad de la economía española y la influencia del calendario.

Lo significativo en agosto de 2015 es que la cifra de pérdida de empleo (los casi 14.000 cotizantes menos) contrasta con lo que sucedió el año pasado, cuando en el mismo mes y con menor crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) el número de afiliados creció en 18.622 personas, lo que sugiere un cierto agotamiento del ritmo de creación de empleo.

Esta tendencia se observa más nítidamente si se analizan los datos de forma anual. En agosto, el número de afiliados ha crecido respecto de los últimos doce meses un 3,19%. La tasa es inferior al 3,39% de julio, aunque lo significativo es que ya son tres meses consecutivos en los que el ritmo de creación de empleo en términos anuales lejos de crecer, disminuye. El máximo del actual ciclo económico, un 3,57%, se alcanzó en mayo.

Es decir, que la velocidad de creación de empleo pierde fuelle en el tercer trimestre respecto del año pasado, lo que puede indicar que las empresas, tras la dura recesión, comenzaron a contratar de forma masiva para hacer frente a los aumentos de demanda y compensar la disminución de las plantillas, pero tras ese movimiento inicial esa regeneración de la fuerza laboral comienza a estabilizarse en niveles cercanos al 3%, que es, precisamente, lo que crece la economía en términos anuales.

Esa desaceleración en el ritmo de creación de empleo se manifiesta en el hecho de que el pasado mes de agosto ha sido el peor de los últimos tres años. En 2013, sin desestacionalizar, se perdieron 97.582 empleos; en 2014, 99.069 puestos de trabajo, pero este año la caída de afiliación ha afectado a 134.289 trabajadores.

Autónomos y asalariados

Aun así, la economía continúa creando puestos de trabajo de forma robusta, independientemente de la calidad de los contratos tanto en salarios como en estabilidad. En los últimos doce meses, de hecho, el número de cotizantes ha crecido en 531.378 personas, hasta alcanzar en agosto los 17,18 millones. De esta cifra, poco más de 14 millones de afiliados son asalariados, y el resto trabajadores por cuenta propia (autónomos).

En agosto, los sectores que más tiraron del empleo fueron los dedicados a cubrir los servicios sociales y las actividades sanitarias y la hostelería. Por el contrario, la educación y, en menor medida, la industria perdieron empleo de forma significativa. En el primer caso, por el fin de la temporada de verano en muchas academias (idiomas o recuperaciones). En el segundo, porque muchas empresas manufactureras dejan de funcionar en agosto por causas estivales.

Por lo que respecta a la relación cotizantes-pensionistas, la clave de bóveda del sistema de Seguridad Social, se ha estabilizado en 2,25 veces incluyendo los afiliados en situación de desempleo. Pero baja hasta sólo dos veces si se excluye a los parados, por quienes cotiza el Estado vía impuestos.