La banca griega reabre sus puertas, pero el 'corralito' sigue para no perder más dinero

Y a las tres semanas... los bancos griegos volvieron a abrir. Tras permanecer cerrados desde el 29 de junio, en una medida acompañada por la imposición de uncontrol de capitales -corralito-, las persianas de las entidades helenas han podido subirse este lunes, en lo que supone el primero de los pasos que deben producirse para normalizar la extraordinaria situación de los últimos 21 días.

Porque el panorama aún será extraordinario por un tiempo. Sobre todo, porque el corralito sigue vigente. Levantarlo ya, sin que los cimientos financieros del país estén más sostenidos, hubiera acelerado de nuevo la fuga de capitales, con lo que los actuales problemas de la banca griega se hubieran agravado. Por este motivo, los controles continúan impuestos.

Los ciudadanos pueden acudir a las sucursales -y, de hecho, lo están haciendo en un gran número-a realizar las operaciones que hasta ahora solo se podían hacer por vía telemática y para evitar colas muchas entidades han establecido un sistema de cita previa. Se permiten transacciones como el pago de cuotas y créditos de todo tipo, por ejemplo deudas al Estado, a empresas públicas, a los fondos de pensiones estatales o a seguros privados. El acceso a efectivo a través de los cajeros automáticos seguirá siendo de 60 euros diarios, pero con la novedad de que se permitirá la retirada acumulativa de 120 euros en dos días, 180 euros en tres... y así sucesivamente hasta420 euros al final de la semana.

Los griegos tendrán acceso a sus depósitos a plazos y a las cajas fuertes y podrán cobrar cheques, incluidos los que vencieron durante el periodo de clausura de las entidades. Las operaciones al extranjero, en cambio, continúan siendo muy limitadas, pero se permiten acciones a las empresas de exportación e importación. Los padres que tengan hijos estudiando en el extranjero podrán mandarles hasta 5.000 euros por trimestre y a aquellos que deban abonar costes de hospitalización en otro país también disponen de hasta 2.000 euros.

Con los 900 millones del BCE

La apertura de los bancos ha sido posible tras la decisión que elBanco Central Europeo (BCE) adoptó el pasado jueves. Ese día, su presidente, Mario Draghi, anunció que la entidad elevabaen 900 millones de euros la liquidez de urgencia a la que las entidades pueden acceder a través del Banco de Grecia. Con este incremento, el volumen total que las entidades pueden conseguir a través de la Provisión de Liquidez de Emergencia (ELA, en sus siglas en inglés) alcanza los 89.500 millones de euros.

Consciente de que depender exclusivamente del BCE hace vulnerable la situación de la banca greiga, la presidenta de la Unión de Bancos griegos, Luka Katseli, ha llamado a la población a devolver el dinero a los bancos para hacer más fuerte el sistema. "Hay que vencer el miedo. Si apoyamos al sistema bancario, los problemas serán menores y los venceremos", ha dicho Katseli en declaraciones a la cadena privada Skai.

Katseli, que ha reiterado la solvencia de la banca helena, ha destacado que "no será necesaria una quita de los depósitos en el futuro, si todos actuamos responsablemente". Además ha instado a utilizar las tarjetas de débito y crédito para realizar transacciones seguras y para luchar contra el fraude fiscal, y ha subrayado que la Unión de Bancos emprenderá nuevas iniciativas para reforzar este hábito, ya que el uso del dinero electrónico no es una práctica muy extendida en Grecia.

Pagos al BCE y el FMI

Al mismo tiempo, y de nuevo con esa intención de ir normalizando las cosas, este lunes Atenas podrá atender el vencimiento de su deuda que está en manos del BCE y finiquitar los atrasos que ha acumulado con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Gracias al crédito puente de 7.160 millones procedente de la Unión Europea (UE), Grecia abonará los 4.200 millones que tenía que desembolsar el 20 de julio al BCE y la factura pendiente de 2.000 millones que tenía con el FMI.

Y aún hay más. Este lunes entrarán en vigor parte de las nuevas reformas que el Parlamento griego ya aprobó el pasado miércoles y que suponían una exigencia innegociable impuesta por la Eurozona para el tercer rescate. Entre ellas, y de manera sensible para la vida y el bolsillo de los ciudadanos, las nuevas tarifas del IVA.