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Draghi afronta el reto de desmarcarse de la retirada de los estímulos en Estados Unidos
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REUNIÓN DEL BANCO CENTRAL EUROPEO

Draghi afronta el reto de desmarcarse de la retirada de los estímulos en Estados Unidos

Julio ha sido un mes de emociones fuertes para el Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis. Fue en julio de 2008, con los problemas financieros

Foto: Draghi afronta el reto de desmarcarse de la retirada de los estímulos en Estados Unidos
Draghi afronta el reto de desmarcarse de la retirada de los estímulos en Estados Unidos

Julio ha sido un mes de emociones fuertes para el Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis. Fue en julio de 2008, con los problemas financieros en marcha y Lehman Brothers esperando a la vuelta de la esquina, cuando el entonces presidente de la institución monetaria, Jean-Claude Trichet, sorprendió con una subida de los tipos de interés del 4 al 4,25%. Tres años después, y con la crisis de la deuda soberana ya sobre la mesa, Trichet los elevó de nuevo, esta vez para llevarlos del 1,25 al 1,5%. Y el pasado ejercicio, su sustituto, Mario Draghi, aprovechó también la reunión de julio para abaratar el precio del dinero del 1 al 0,75% y recortar los tipos de interés de la facilidad de depósito hasta el 0%. 

Con estos precedentes, el Consejo de Gobierno del BCE volverá a verse las caras hoy en su cuartel general de Fráncfort. En esta ocasión no se esperan cambios en los tipos de interés, que permanecerán, así, en el mínimo histórico del 0,5%, ni en los intereses de la facilidad de depósito, que seguirán en el 0%. Eso, sin embargo, no equivale a que la cita sea irrelevante. Dada la sensibilidad de los mercados a todo cuanto hacen y dicen los bancos centrales, la expectación es alta y girará en torno a dos asuntos principales: el primero, la capacidad de Draghi para convencer a los inversores de que su estrategia dista de la que tienen la Reserva Federal (Fed) y el Banco del Pueblo de China (BPCh); y el segundo, la posibilidad de que la institución ponga en marcha nuevas medidas extraordinarias.

Sin 'operación salida' a la vista

El banquero italiano ya marcó distancias con respecto a Estados Unidos y China durante las dos comparecencias públicas que protagonizó la semana pasada. En ambas dejó claro que la posibilidad de retirar los estímulos en la Eurozona sigue muy lejana, ya que afirmó que las condiciones actuales "garantizan que la política monetaria continuará siendo expansiva" e incluso anticipó que el BCE aún puede dar más pasos: "Seguimos preparados para actuar otra vez cuando sea necesario". 

Para Marie Diron, de Ernst&Young Eurozona Forecast, estos preliminares deben ser refrendados en la rueda de prensa posterior a la reunión de hoy. "En un momento en el que los inversores sienten incertidumbre con respecto al momento en el que se producirán cambios en la política monetaria en EEUU, alguna confirmación por parte del BCE de que la política monetaria en la Eurozona seguirá siendo muy expansiva durante un largo periodo de tiempo sería útil", valora. 

Desde PIMCO, la mayor gestora de renta fija del mundo, reclaman que algo más que mensajes al BCE. "Creemos que necesitará ser más proactivo para asegurar que las condiciones de liquidez en Europa se desvinculan de la tendencia instaurada por la Fed y China", sostiene Myles Bradshaw, vicepresidente ejecutivo y gestor de la firma en Londres. "El menú de opciones es claro: rebajas de los tipos de interés, estrategia futura, inyecciones de liquidez, suavizar las exigencias para que los colaterales y compras de activos puedan ser usados, todos ellos, en una combinación u otra. Deberíamos de esperar que el BCE reaccionara si el crecimiento y la inflación decepcionan. Pero para los inversores, el riesgo claro es que el BCE sólo reaccione, más que actuar de forma preventiva, a una mayor prima por riesgo de crédito en la periferia", añade. 

Y esta es la segunda gran incógnita que envolverá hoy al BCE, la de saber si complementará los mensajes con actuaciones. Sobre todo en lo que respecta a la posibilidad de activar medidas encaminadas a reactivar el crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes), una opción a la que el BCE ha aludido ya en las tres últimas reuniones sin que se haya cristalizado en medidas concretas. 

En opinión de los expertos, sería necesario que la institución monetaria diera un paso adelante al respecto. Sobre todo, después de que los gobernantes europeos, reunidos la semana pasada en Bruselas, dieran su visto bueno a la adopción de medidas para reactivar los préstamos a las pymes. "Creemos que también ha llegado el momento de que el BCE reavive sus ideas sobre las medidas que pueden ayudar a mejorar los préstamos a las pymes", apunta Marie Diron. "El BCE ha solucionado los problemas de liquidez de los bancos y eliminado otros riesgos, pero eso no ha bastado para impulsar el crédito", subrayan desde Royal Bank of Scotland (RBS). Para conseguir este propósito mencionan varias de las vías que podría explorar el BCE, como suavizar las exigencias de colaterales que aplica a los préstamos o desarrollar, con la ayuda del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y los prestamistas públicos (como el ICO), un mercado de titulizaciones y cédulas a partir de los préstamos a las pymes. 

Hoy también celebrará su reunión mensual de política monetaria el Banco de Inglaterra. No se esperan cambios en los tipos de interés, que seguirían así en el 0,5% en el que se encuentran desde 2009, ni en los estímulos cuantitativos, que permanecerían en los 375.000 millones de libras. Pero eso no significa que la reunión no sea relevante. La expectación es alta porque se trata de la primera cita dirigida por el nuevo gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, que relevó a Mervyn King el pasado lunes. 

Julio ha sido un mes de emociones fuertes para el Banco Central Europeo (BCE) durante la crisis. Fue en julio de 2008, con los problemas financieros en marcha y Lehman Brothers esperando a la vuelta de la esquina, cuando el entonces presidente de la institución monetaria, Jean-Claude Trichet, sorprendió con una subida de los tipos de interés del 4 al 4,25%. Tres años después, y con la crisis de la deuda soberana ya sobre la mesa, Trichet los elevó de nuevo, esta vez para llevarlos del 1,25 al 1,5%. Y el pasado ejercicio, su sustituto, Mario Draghi, aprovechó también la reunión de julio para abaratar el precio del dinero del 1 al 0,75% y recortar los tipos de interés de la facilidad de depósito hasta el 0%.