Castellano, el gran obstáculo de los planes de Guindos para la banca nacionalizada

Los planes de Economía para inyectar más dinero a CatalunyaBanc y NovaGalicia con el fin de subastarlas cuanto antes se enfrentan con un obstáculo formidable: José María Castellano, el presidente de la entidad gallega, que se opone a la subasta y también al proyecto alternativo de un holding de la banca pública. Sigue convencido de poder encontrar inversores para su proyecto y está decidido a seguir en la presidencia a toda costa. Y lo más importante es que cuenta con el apoyo total del presidente de la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo, que se comprometió en las últimas elecciones a mantener la 'galleguidad' de la entidad. Para ello está intercediendo ante Mariano Rajoy, sobre el que tiene mucha mayor influencia que el ministro Luis de Guindos, según fuentes del PP.

"Feijóo va a hacer todo lo posible para mantener la entidad independiente porque fue su promesa electoral. Da igual que esté nacionalizada, lo importante es que lleve Galicia en el nombre. Después del escándalo de las preferentes, se juega muchos votos en esto. Castellano es su hombre porque no tiene otro, así que va a defender su continuidad ante Rajoy y a oponerse a que se subaste", explica una fuente bien informada de Galicia.

Además, añade otra fuente, "Feijóo es un político con aspiraciones a presidente del Gobierno, que sabe que él seguirá ahí cuando los tecnócratas Guindos y Luis Linde [gobernador del Banco de España] se hayan ido. Por eso no le importa la situación económica de la entidad, sino el bagaje de votos con el que presentará su candidatura a suceder a Rajoy". A este respecto, las fuentes del PP aseguran que "entre Guindos y Feijóo, Rajoy tiene muy claro a quién va a hacer caso: a su delfín".

Esta estrategia de defensa del statu quo de NovaGalicia frente a los planes de Economía ya se puso en marcha en abril, cuando Castellano 'puenteó' al ministro y se fue a Moncloa a ver a Rajoy para convencerle de que dejase a la entidad fuera de cualquier proyecto de holding o de unión de la banca nacionalizada, como adelantó El Confidencial. El reciente informe encargado a McKinsey sobre las mejores opciones para estas entidades se aleja de este proyecto y apuesta por vender cuanto antes CatalunyaBanc y NovaGalicia, aunque para ello sea necesario inyectarles más dinero público (en una clara marcha atrás de la negativa que provocó el fracaso de la subasta de la entidad catalana en marzo) y segregar los activos más problemáticos que mantienen en balance mediante un 'banco puente'. Un plan que ya ha supuesto la destitución del presidente de la fusión de cajas catalanas, Adolf Todó.

Ni holding, ni subasta

Pero Castellano también se opone a esta solución, que en la práctica supondría la desaparición de NovaGalicia como entidad independiente y su destitución como presidente. Para evitarlo, el exconsejero delegado de Inditex pretende seguir adelante con su plan de vender un porcentaje mayoritario (el 51%) a varios fondos de inversión que asegura que están interesados en su proyecto, una opción que Moncloa vería con muy buenos ojos como espaldarazo al proceso de saneamiento de la banca española. La valoración de la entidad tras el traspaso de activos tóxicos a Sareb, y con unos múltiplos inferiores a los de la banca cotizada, rondaría los 300 millones. Más adelante, el FROB podría vender el resto del capital a un precio superior.

A este respecto, juega en contra de Castellano su fracaso en la captación de inversores en diciembre de 2011, cuando aseguró que iba a recaudar 1.000 millones y sólo consiguió 70 de varias familias gallegas (que, además, han perdido todo su dinero). Pero ahora las circunstancias han cambiado tras el saneamiento de la entidad con la inyección de los 5.425 millones del Mecanismo Europeo de Estabilidad y el traspaso de activos al banco malo por valor de 5.707 millones (tras el descuento correspondiente).

Por otro lado, la entidad gallega trata de distanciarse todo lo posible de CatalunyaBanc, para lo que recuerda que ella ya ha hecho el ajuste laboral exigido por Bruselas, que ha creado su propio banco malo interno con los peores activos y que está en proceso de venta, que ha vuelto a beneficios de 21,2 millones en el primer trimestre, y que tiene exceso de capital (alcanza el 11%), que utilizará para el arbitraje de preferentes, que ahora debe ampliarse tras los criterios fijados para Bankia, y para las nuevas provisiones para los créditos refinanciados.

El Banco de España, también en su contra

Castellano no sólo tiene que imponerse a Guindos en las preferencias de Rajoy -que es quien en último término tomará la decisión-, sino al Banco de España; en especial, a su subgobernador, Fernando Restoy, firme partidario de cumplir las obligaciones impuestas por Bruselas, que pasan por la desaparición de la entidad. La postura de la Comisión Europea sostiene, según fuentes del supervisor, que "NovaGalicia desaparecerá como entidad independiente; únicamente podrá mantenerse como filial propiedad 100% del comprador si éste lo decide así y no la integra con su red y su marca".

Según explican en el Banco de España, "uno de los tres principios que exige la Comisión Europea para rescatar entidades es que estas ayudas afecten lo menos posible a la competencia, y una entidad que recibe 6.000 millones tiene que desaparecer salvo que sea sistémica, lo cual es el caso de Bankia, pero no el de NovaGalicia. No puede seguir compitiendo con esa ventaja y no vale con captar nuevos inversores o con salir a bolsa: debe venderse". Para ello, Bruselas concede un plazo máximo de cinco años.