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El juez del caso Bankia pone el foco en la relación entre Rato y Castellanos
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INVESTIGA EL PAPEL DE LAZARD EN LA CAÍDA DEL BANCO

El juez del caso Bankia pone el foco en la relación entre Rato y Castellanos

La primera fase de la instrucción del caso Bankia ha arrojado nuevos datos sobre las irregularidades y negligencias que condujeron al colapso de la entidad en

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El juez del caso Bankia pone el foco en la relación entre Rato y Castellanos

La primera fase de la instrucción del caso Bankia ha arrojado nuevos datos sobre las irregularidades y negligencias que condujeron al colapso de la entidad en mayo de 2012. Y aunque la investigación se centra por ahora en el proceso de integración del banco y en su posterior salida a bolsa, el juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Fernando Andreu, ha comenzando a fijar su atención en una de las revelaciones que han aparecido en las últimas semanas: el estrecho vínculo que, en su meteórico viaje hacia la quiebra, la entidad mantuvo con Lazard, el banco de inversión que preside Jaime Castellanos, amigo y socio de Rodrigo Rato, presidente de Bankia durante la etapa que se encuentra bajo investigación judicial.

Castellanos declaró como testigo la semana pasada. Su buena relación con Rato se conocía desde hacía tiempo, pero quedó patente en 2007 cuando Lazard contrató al ex vicepresidente del Gobierno tras su salida de la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI). Rato permaneció en el banco de negocios bajo las órdenes de su amigo hasta enero de 2010, cuando pasó a tomar los mandos de Caja Madrid.

Ya al frente del Consejo de Administración de Caja Madrid, primero, y de Bankia, después, Rato otorgó suculentos contratos a su antigua empresa. La mayoría de ellos eran conocidos. Pero Castellanos reveló en su comparecencia en la Audiencia Nacional que el Consejo de Administración de Bankia aprobó en marzo de 2012 –sólo dos meses antes de que el Ministerio de Economía decidiera nacionalizar la entidad- una partida de gasto de 10,6 millones de euros para contratar a Lazard para labores de asesoramiento corporativo, un encargo que no había trascendido hasta la comparecencia de Castellanos.

En concreto, el banco de inversión debía buscar potenciales interesados en una fusión desesperada con Bankia. El deterioro de la entidad detuvo estas gestiones y la cantidad acordada no llegó a abonarse, pero la cifra del contrato sorprendió al juez Andreu por su elevada cuantía, de difícil encaje en un banco que para entonces ya estaba al borde de la quiebra. La salvación de Bankia, después de todo, ha requerido de la inyección de fondos públicos por valor de 23.000 millones de euros.

Insistencia de Andreu

Esta conexión está generando un gran interés en el magistrado. Según han revelado fuentes cercanas al caso, durante su comparecencia como testigo, Castellanos fue requerido por el propio juez Andreu para que aclarara el contenido exacto de ese millonario contrato. El magistrado fue más duro que el propio fiscal y llegó a expresarle al presidente de Lazard su malestar por la resistencia que estaba mostrando a la hora de responder a las cuestiones que le formulaban las partes. De todos los interrogatorios que ha dirigido a lo largo del proceso –por su juzgado han pasado 33 imputados y ocho testigos-, el de Castellanos es en el que el juez Andreu se ha mostrado más volcado y participativo, en opinión de personas que han estado presentes en todas las declaraciones.

La insistencia de Andreu sirvió para que el presidente de Lazard admitiera una relación empresarial entre él y Rato que tampoco había trascendido hasta la fecha y que aumentó aún más el interés del magistrado por la relación entre Bankia y el banco de negocios. Castellanos desveló –Rato lo había admitido vagamente en su declaración previa- que compartía con el dirigente del Partido Popular una sociedad anónima y una comunidad de bienes. Aunque la sociedad carece de actividad, la comunidad de bienes sigue operativa y tiene un local en propiedad en un centro comercial de Alcorcón. El inmueble está alquilado por un supermercado de la cadena Mercadona. Los ingresos del alquiler los invierten en el pago del préstamo hipotecario con el que financiaron la adquisición del local.

La influencia del banco de negocios

Este nuevo vínculo empresarial entre Rato y Castellanos, más allá de la relación de amistad que une a ambos, cobra relevancia en el proceso por la influencia que ejercieron las opiniones de Lazard en todas las decisiones que adoptó Rato desde la presidencia de Caja Madrid y Bankia, algo que ha sido expresamente confirmado por la mayoría de imputados en sus declaraciones. El banco de inversión de Castellanos aconsejó la fusión de las siete cajas de ahorro que dieron lugar a Bankia, la posterior escisión del grupo con la creación del ‘banco malo’ BFA y la salida a bolsa a través de una oferta pública de acciones (OPV), y en todos los casos, Rato respetó el criterio de Lazard.

Cuando Castellanos concluyó su declaración, el juez Andreu le exigió que presentara en su juzgado todos los informes que Lazard ha realizado para Caja Madrid y Bankia, acompañados de las facturas correspondientes, una decisión que confirma el interés del magistrado por profundizar en el vínculo que mantuvieron ambas entidades durante los meses previos a la intervención del Ministerio de Economía. En el caso de que el magistrado decida extender la investigación sobre la caída de Bankia más allá de las paredes de esta entidad, el presidente de Lazard es, según fuentes próximas al proceso, candidato preferente para sentarse de forma provisional en el banquillo y ampliar así la lista de imputados.

La primera fase de la instrucción del caso Bankia ha arrojado nuevos datos sobre las irregularidades y negligencias que condujeron al colapso de la entidad en mayo de 2012. Y aunque la investigación se centra por ahora en el proceso de integración del banco y en su posterior salida a bolsa, el juez de la Audiencia Nacional que instruye la causa, Fernando Andreu, ha comenzando a fijar su atención en una de las revelaciones que han aparecido en las últimas semanas: el estrecho vínculo que, en su meteórico viaje hacia la quiebra, la entidad mantuvo con Lazard, el banco de inversión que preside Jaime Castellanos, amigo y socio de Rodrigo Rato, presidente de Bankia durante la etapa que se encuentra bajo investigación judicial.

Rodrigo Rato Jaime Castellanos