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Repsol canjeará sus 3.000 millones en preferentes por bonos para proteger al accionista
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CONDICIONADO A LA VENTA DEL NEGOCIO DE GNL

Repsol canjeará sus 3.000 millones en preferentes por bonos para proteger al accionista

Repsol va a seguir los pasos de Telefónica para dar carpetazo al polémico capítulo de las preferentes, unos títulos mezcla de renta fija y renta variable

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Repsol canjeará sus 3.000 millones en preferentes por bonos para proteger al accionista

Repsol va a seguir los pasos de Telefónica para dar carpetazo al polémico capítulo de las preferentes, unos títulos mezcla de renta fija y renta variable que han causado millones de pérdidas a los inversores particulares. La petrolera va a canjear los 3.000 millones emitidos a través de este tipo de activos por bonos a 10 años, una fórmula que evitará cualquier perjuicio para los accionistas.

Así lo ha anunciado Miguel Martínez, director general económico financiero, en la conferencia con analistas para presentar los resultados de los nueve primeros meses del año. De esta manera, el directivo de Repsol ha tratado de calmar la inquietud de los inversores, preocupados después de que en abril la compañía señalase que se planteaba canjear esas preferentes por acciones tradicionales para reforzar sus recursos propios y ahuyentar una posible nueva bajada de su calificación crediticia.

Con esa fórmula, Repsol hubiera provocado una dilución de cerca del 10% en el beneficio por acción, lo que se hubiera traducido en un claro daño para los accionistas. Un castigo añadido para unos inversores ya muy tocados por la brusca caída de la cotización tras la expropiación de la argentina YPF.

Martínez ha señalado que, a falta de concretar los detalles, su idea es convertir esos 3.000 millones de euros en preferentes en bonos de Repsol a 10 años y acciones de autocartera. “En ningún caso se canjearán por acciones de nueva emisión”, ha indicado el director general económico financiero, quien ha explicado que el objetivo principal es el de ofrecer liquidez a unos títulos que son deuda perpetua.

En cualquier caso, esta operación está condicionada a la venta del negocio gas licuado (GNL), por el que espera ingresar 3.000 millones. De no cerrarse esta desinversión  de 7.000 millones, por la que se ha interesado GDF Suez, la empresa tendría que recurrir al canje de las preferentes por bonos convertibles en acciones, con su consiguiente dilución.

El ejecutivo de Repsol ha matizado que el problema de las preferentes procede de los impagos del cupón de las cajas de ahorros que han entrado en pérdidas y no porque la petrolera haya dejado de cumplir con sus obligaciones ante los inversores. El caso es similar al de Telefónica, que la semana pasada lanzó una operación para cambiar los 2.000 millones de participaciones preferentes por obligaciones simples de nueva emisión y por acciones mantenidas en autocartera.

Martínez ha añadido que la conversión se hará por el 100% del valor nominal de las preferentes, tal y como ha anunciado Telefónica, pese a que dichos valores cotizaban a apenas un 70% de su precio inicial. Fuentes financieras aseguran que la operación de canje se llevará a cabo previsiblemente en el primer trimestre de 2013.

El director financiero ha sido menos concreto sobre el dividendo que Repsol pagará a principios de año. Pese a las insistentes preguntas de los analistas, Martínez ha dicho que es mejor esperar a finales de noviembre para conocer cuál será la retribución al accionistas, ya que es la fecha habitual en la que el consejo de administración suele hacer público su decisión.

Lo único que ha señalado el ejecutivo de petrolera es que el sistema de pago será seguramente el scrip dividend para evitar una salida masiva de caja y no ha descartado que para ese abono se utilicen las acciones que la compañía tiene en autocartera. Repsol tiene en propiedad un 5% de su capital, una participación derivada de la compra del 10% a Sacyr en diciembre de 2011. No obstante, ese 5% acumula pérdidas de más de 300 millones porque la compañía adquirió las acciones a 21,06 euros y ahora cotizan a 15,4.

Repsol va a seguir los pasos de Telefónica para dar carpetazo al polémico capítulo de las preferentes, unos títulos mezcla de renta fija y renta variable que han causado millones de pérdidas a los inversores particulares. La petrolera va a canjear los 3.000 millones emitidos a través de este tipo de activos por bonos a 10 años, una fórmula que evitará cualquier perjuicio para los accionistas.