Iberdrola sigue de rebajas y pone a la venta el 20% de Medgaz por 300 millones

Iberdrola sigue cortando jamón con el objetivo de poder pagar al accionista el menú del dividendo. La eléctrica ha encargado a BNP Paribas la venta de su 20% del capital de Medgaz, la sociedad hispano-argelina que trae el gas del norte de África a la Península Ibérica. El grupo que preside Ignacio Sánchez Galán puede obtener casi 300 millones por esta desinversión.

Fuentes oficiales de Iberdrola han declinado hacer ningún comentario sobre esta información. Sin embargo, fuentes próximas a la compañía con sede en Bilbao han confirmado la contratación de BNP Paribas y su intención de proceder a la venta lo antes posible debido “al interés” que tiene este tipo de activos de infraestructuras. Otras fuentes financieras han indicado que hay varios fondos institucionales a los que les gustaría adquirir este tipo de participaciones, ya que garantizan una rentabilidad sobre la inversión al tratarse de uno de los negocios más seguros del momento.

Medgaz se ha valorado recientemente en unos 1.400 millones de euros, incluida la deuda, por lo que el 20% en manos de Iberdrola asciende a 280 millones. Esta tasación es la que se está utilizando para el proceso de compra del 10% del capital por parte de Gas Natural a Sonatrach, que curiosamente se ha dilatado por la negativa de Iberdrola a dar su visto mediante un consejo de administración. Galán exigió para dar su autorización que se cambiaran los estatutos de Medgaz, de tal forma que se permitiese a otros accionistas liberar sus participaciones.

Eso es lo que se va a hacer mediante una junta general extraordinaria, que permitirá a Gas Natural cerrar tras un año y medio de negociaciones su entrada en el gaseoducto, acuerdo bilateral entre la española y la compañía pública argelina por el que Sonatrach adquirió casi el 4% de la catalana y condonó parte de la deuda por un conflicto de precios.  Por otra parte, abrir la puerta de entrada y de salida a los actuales accionistas, entre los que se encuentran la propia Iberdrola, Cepsa, -los dos con un 20%-, Endesa  y GDF Suez, estos últimos con un 12% cada uno.

La salida del accionariado de Medgaz no tendría implicaciones geopolíticas entre España y Argelia ni efectos sobre la comercialización del gas en la Península Ibérica, según distintas fuentes. La españolidad del gaseoducto la representaría Gas Natural, ya que se espera que en las próximas semanas se oficialice la adquisición del 10%.

La desinversión en el gaseoducto del Magreb es parte de una lista de venta de activos para reducir en hasta 6.000 millones la deuda de la compañía, que asciende a 32.000 millones. Para cumplir cuanto antes con lo prometido a los inversores y a los accionistas en el reciente Investor Day celebrado en Londres, Iberdrola ha contratado a varios bancos de inversión.

Más ventas, menos dinero

Además del encargo a BNP Paribas, ha dado orden a JP Morgan para desprenderse de determinados parques eólicos en Estados Unidos y a Banca Leonardo para encontrar un comprador para varias inversiones en Francia. A su vez, la compañía quiere desprenderse de un proyecto eólico en Rumania de 1.200 megawatios y de parte de su negocio de transmisión en el Reino Unido.

Las prisas se deben a que Ibedrola ha pactado con las agencias de rating la disminución de su deuda a la carrera para evitar nuevas bajadas de su calificación financiera. La eléctrica, como el resto de grupos del sector, ha sufrido la incertidumbre regulatoria en España por el déficit de tarifa y la pérdida de solvencia del bono soberano.

La compañía participada por ACS, Qatar, Kutxa y Bankia, entre otros, se juega mucho en el envite. Igual que sus directivos, cuyo pago variable en acciones estaba condicionado a, entre otros dos elementos, al mantenimiento del rating.