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El Gobierno suaviza el hachazo al valor del suelo que posee la banca
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RAJOY PRESENTARÁ SU PLAN EN LA CUMBRE PARA PEDIR FONDOS EUROPEOS

El Gobierno suaviza el hachazo al valor del suelo que posee la banca

La reforma financiera encara su recta final con muchos flecos pendientes y en medio de una gran confusión y de fuertes presiones de las distintas entidades

Foto: El Gobierno suaviza el hachazo al valor del suelo que posee la banca
El Gobierno suaviza el hachazo al valor del suelo que posee la banca

La reforma financiera encara su recta final con muchos flecos pendientes y en medio de una gran confusión y de fuertes presiones de las distintas entidades para suavizar su impacto. Aunque se mantienen las líneas maestras que adelantó El Confidencial hace dos semanas, el Ejecutivo ha accedido a establecer varias categorías en los suelos que poseen las entidades, de forma que el más urbanizado escape de las duras provisiones establecidas.

Así lo aseguran fuentes cercanas al Ejecutivo, que explican que las autoridades comunitarias han pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que presente "un plan y una cifra" en la cumbre europea del lunes y el martes para poder acceder al dinero del fondo de rescate europeo (EFSF). Una vez que cuente con la respuesta de los 27, podrá aprobar la reforma en el Consejo de Ministros del próximo viernes.

Según las fuentes consultadas, Economía sólo había establecido inicialmente dos categorías para los terrenos que se ha adjudicado la banca en pago de créditos incobrables, que son las que contempla la nueva Ley del Suelo: rústico y urbanizado. Para la primera establecía una valoración prácticamente de cero y para el segundo, un descuento en torno al 80% de su valor en libros. 

Ahora, con la categorización más amplia en función del grado de urbanización de los solares, los que estén más desarrollados no tendrán que aplicar un descuento tan amplio sino algo inferior, lo que relajará la presión sobre las cuentas de resultados de las entidades.

Se trata de la tercera medida que toma Economía para flexibilizar sus exigencias al sector y evitar un descalabro generalizado. Las otras dos son la posibilidad de dotar estas provisiones en dos años para todas las entidades -inicialmente iba a ser un año para las que no se fusionen y dos para las que sí lo hagan- y la de dotarlas contra fondos propios en vez de contra la cuenta de resultados, aunque estas dos medidas no son acumulables.

"El Gobierno está tratando con esta relajación que las entidades más solventes puedan asumir estas provisiones por sí solas en el plazo y de la forma que sea, y de forzar a las menos solventes a protagonizar otra oleada de consolidación", explica una fuente del sector. En el primer grupo incluye a los tres grandes (Santander, BBVA y Caixa) más Popular, Sabadell, Ibercaja, Unicaja y Kutxabank. Asimismo, la pérdida de recaudación por el Impuesto de Sociedades en caso de que todo el sector entre en pérdidas también pesa sobre la actitud gubernamental.

El necesario dinero europeo

Ahora bien, el Ejecutivo ha desistido definitivamente de su intención de que la oleada de integraciones se realizara "a pulmón", es decir, sin más ayudas que las del Fondo de Garantía de Depósitos y sin un euro de dinero público. Al final ha asumido las tesis que defendía Luis de Guindos antes de ser ministro, de que la banca no tiene recursos suficientes para sanearse y que cualquier solución para el sector financiero pasa por pedir dinero al EFSF, al FMI o a los dos, ante la imposibilidad de incrementar aún más el déficit público español.

Y eso es lo que va a hacer Rajoy en la cumbre europea de los próximos lunes y martes. Como también adelantó El Confidencial, pretende obtener estas ayudas sin que le exijan nada a cambio en política económica, con lo que evitaría cualquier referencia a un "rescate" de la banca española.

Dado que la cifra total de provisiones asciende a 50.000 millones, según el propio ministro, algunas estimaciones, como las de N+1, cifran en 15.000 la parte que no podría cubrir el sector por sí mismo y que, en consecuencia, tendría que pedir Rajoy a nuestros socios comunitarios. Esta cifra sería lo suficientemente pequeña para que Bruselas no ponga demasiadas objeciones ni exigencias a España, según los expertos consultados.

La reforma financiera encara su recta final con muchos flecos pendientes y en medio de una gran confusión y de fuertes presiones de las distintas entidades para suavizar su impacto. Aunque se mantienen las líneas maestras que adelantó El Confidencial hace dos semanas, el Ejecutivo ha accedido a establecer varias categorías en los suelos que poseen las entidades, de forma que el más urbanizado escape de las duras provisiones establecidas.