Los líderes europeos se ausentan en plena debacle de los mercados

Los líderes europeos han estado poco acertados durante la crisis de deuda y no lo han hecho mejor durante el verano. Julio y agosto se presentaban complicados en los mercados con una crisis de deuda cada vez más profunda y extendida y unos inversores muy preocupados por la economía y la falta de soluciones a los problemas en los países desarrollados. Las bolsas se han hundido en las últimas semanas, pero los políticos de la eurozona han estado ausentes. ¿Dónde estaban mientras el pánico se apoderaba de los mercados?

Las conversaciones telefónicas han sido constantes en los últimos días, pero insuficientes. Los mercados llevan tiempo pidiendo acciones contundentes a los políticos europeos, que no terminan de dar con la solución a los problemas de sus respectivos países y que parecen incapaces de ponerse de acuerdo entre ellos, tal y como destacan en tono crítico algunos articulistas estadounidenses.

En España fue criticada criticado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se fuera de vacaciones a Doñana en un momento en el que la prima de riesgo del país se había disparado, con multitud de cuestiones económicas pendientes y una bolsa tocada. El presidente volvió a la mañana siguiente de irse para seguir la crisis de deuda, pero estuvo en Madrid solo un día. En una semana en la que el diferencial llegó a rozar los 400 puntos básicos, Zapatero mantuvo habló por teléfono con sus colegas francés, Nicolás Sarkozy, y alemana, Angela Merkel.

Pero la ausencia de Zapatero no ha sido la única. El resto de líderes tampoco han tenido problemas en abandonar temporalmente el barco en medio de la tormenta. De hecho, la decisión de Merkel de irse al valle del Tirol para alternar los paseos al aire libre con la lectura de una biografía de Stalin que le había regalado el ex portavoz de la canciller, Ulrich Wilhelm.

La postura de Merkel durante la crisis de deuda ha generado bastante polémica debido a los cambios de postura respecto a cómo solucionar el problema, a su oposición a soluciones propuestas por el resto de países y a que su discurso público ha ido por un lado y sus acciones, en la práctica, por otro. La dirigente alemana también recurrió al teléfono para hablar con Sarkozy, Cameron y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Sobre la importancia para la crisis de deuda de que haya buena cobertura en el Tirol ironiza la cadena CNBC.

Y Sarkozy se ha ido a la Costa Azul francesa con Carla Bruni, embarazada. Francia ha pasado a un primer plano en la crisis esta semana tras la rebaja de rating a Estados Unidos. París todavía mantiene la triple ‘A’, pero algunos expertos consideran que el país galo será el próximo en sufrir el examen de los mercados.

De hecho, la rentabilidad de los títulos franceses a 10 años se ha incrementado con fuerza en los últimos días y se sitúa por encima del 3,2%. La prima de riesgo de Francia –medida a través del diferencial entre la rentabilidad del bono a 10 años y el alemán- se ha incrementado en apenas un mes desde los 44 puntos básicos hasta los 85 puntos básicos. 

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, tuvo que suspender sus vacaciones para comparecer en Bruselas manifestarse sobre los últimos acontecimientos en los mercados, tras la jornada negra del jueves pasado en las principales bolsas del mundo.

Y el primer ministro británico, David Cameron, se fue de vacaciones a Italia a finales de julio y pese a los disturbios en las principales ciudades del país, ha tardado en volver, tres días. El líder tory había sido criticado por seguir de vacaciones mientras la capital británica llevaba tres días de altercados.