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La reforma de la negociación colectiva a punto de saltar por los aires
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UGT DICE QUE EL ACUERDO ES “MAS DIFÍCIL QUE NUNCA”

La reforma de la negociación colectiva a punto de saltar por los aires

La reforma pactada de la negociación colectiva tendrá que esperar. Al menos, esa es la opinión más extendida en estos momentos. Nadie da un euro por

Foto: La reforma de la negociación colectiva a punto de saltar por los aires
La reforma de la negociación colectiva a punto de saltar por los aires

La reforma pactada de la negociación colectiva tendrá que esperar. Al menos, esa es la opinión más extendida en estos momentos. Nadie da un euro por la posibilidad de acuerdos, salvo milagros de última hora. La causa de este giro drástico en la marcha de las negociaciones tiene que ver con la actitud de la patronal CEOE, que  ha puesto sobre la mesa nuevas exigencias inasumibles por los sindicatos. En particular, en lo relacionado con la flexibilidad interna en las empresas, la ultraactividad de los convenios (prórroga automática tras su vencimiento) y las formas de contratación.

Pero lo que hay, sobre todo, es un nuevo escenario político tras el 22-M que algunas organizaciones empresariales (las más cercanas al Partido Popular) intentan rentabilizar, como publicó este periódico. No es un juicio de intenciones, La patronal madrileña, CEIM, remitió el pasado miércoles a la junta directiva de COE un documento en el  que sugiere la necesidad de “aprovechar el momento”. Y, en concreto, recomendaba a los empresarios aferrarse a una “posición de mínimos que pueda servir de referencia para futuros cambios legislativos, que sin duda deberán venir en nuestro país”.

CEIM, incluso, sugería que un hipotético acuerdo con los sindicatos “no sólo va  a defraudar a nuestras empresas”, sino que “limita la capacidad legislativa de quien, a futuro, deba afrontar las riendas de las necesarias reformas que han de llevarse a cabo en España en los próximos tiempos”.

O dicho de manera más directa, los empresarios madrileños -muy cercanos al PP- abogan porque sea el próximo Ejecutivo quien legisle, se supone que en la misma dirección de sus demandas. En ese documento, la CEIM reclamaba, por ejemplo, un contrato único con 20 días de indemnización aunque el despido fuera improcedente, y con un tope de una anualidad.

Esta propuesta tenía sólo un objetivo: desbaratar la posibilidad de un acuerdo, y a tenor de lo declarado este lunes por algunos de los negociadores, todo indica que ha logrado sus objetivos. En declaraciones a Efe, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, explicó que el nuevo documento  entregado este lunes recupera antiguas aspiraciones de la patronal en materia de prórroga de los convenios o estructura de la negociación colectiva que ya habían sido discutidas y superadas.

'Esto pinta mal'

"CEOE ha venido con un papel claramente inspirado por las tesis que abandera CEIM (patronal madrileña) y por aquellos sectores empresariales que no está por acordar nada", señaló, Ferrer "Queda una reunión pendiente, pero esto pinta mal", añadió, en referencia al nuevo encuentro que este próximo miércoles mantendrán Toxo y Méndez con Rosell. El acuerdo es “más difícil que nunca”, recalcó el número dos de la Unión General de Trabajadores.

Su homólogo en CCOO, Ramón Górriz, insistió en que el documento supone un “paso atrás muy fuerte que no se corresponde para nada con los avances logrados hasta el momento”. La visión de CEOE es muy distinta. Fuentes de la patronal dijeron a El Confidencial que en realidad quienes han retrocedido a posiciones de hace varios meses son las centrales sindicales. El miércoles, 1 de junio, será en todo caso la fecha clave. Ese día o se rompen las negociaciones o se decide apurar una última oportunidad, aunque esta posibilidad es remota y tiene mucho de voluntarista. 

La reunión, convocada para este lunes tenía como objetivo iniciar la redacción del acuerdo de forma detallada y definitiva, pero, de forma “inesperada”, según los sindicatos, la patronal ha entregado un nuevo documento en el que recoge las posiciones defendidas antes del comienzo de la negociación. “La única explicación es la posición de la CEIM y el cambio de ciclo político”, dijo Górriz, quien añadió que, con este giro en la negociación, la CEOE “pierde su legitimidad como interlocutor social”.

A la vista de cómo están las cosas, todo indica que el Gobierno tendrá que legislar. Probablemente, en el Consejo de Ministros del día 10 de junio. En este caso, el Ejecutivo se mueve en una situción difícil. Si lo hace contra la opinión de los sindicatos, se alejará todavía más de las bases de apoyo socialistas, algo particularmente complicado en unos momentos políticos como los actuales. Pero si introduce escasos cambios en la legislación vigente, se encontrará enfrente con los mercados financieros, partidarios de  cambios radicales en las relaciones laborales.

Una reforma 'light' o neutral tampoco arreglaría nada, ya que muchos expertos consideran la negociación colectiva un factor clave para dinamizar el mercado de trabajo. Como dice una fuente que prefiere no revelar su identidad, "Valeriano [Gómez] siempre es temeroso de sus actos", y eso hará que la reforma que haga el Gobierno será “moderada”.

La reforma pactada de la negociación colectiva tendrá que esperar. Al menos, esa es la opinión más extendida en estos momentos. Nadie da un euro por la posibilidad de acuerdos, salvo milagros de última hora. La causa de este giro drástico en la marcha de las negociaciones tiene que ver con la actitud de la patronal CEOE, que  ha puesto sobre la mesa nuevas exigencias inasumibles por los sindicatos. En particular, en lo relacionado con la flexibilidad interna en las empresas, la ultraactividad de los convenios (prórroga automática tras su vencimiento) y las formas de contratación.

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