Es noticia
El bolsillo de las reaseguradoras, incluida Mapfre Re, sufrirá el impacto del terremoto
  1. Economía
JAPÓN ES EL CUARTO ASEGURADOR MUNDIAL

El bolsillo de las reaseguradoras, incluida Mapfre Re, sufrirá el impacto del terremoto

Un desastre en un país con una alta densidad de seguros como Japón provocará un reparto de la carga de siniestros a lo largo y ancho

Foto: El bolsillo de las reaseguradoras, incluida Mapfre Re, sufrirá el impacto del terremoto
El bolsillo de las reaseguradoras, incluida Mapfre Re, sufrirá el impacto del terremoto

Un desastre en un país con una alta densidad de seguros como Japón provocará un reparto de la carga de siniestros a lo largo y ancho de todo el mundo, empezando por sus propias aseguradoras y reaseguradoras, siguiendo por las reaseguradoras con sede social en Bermudas, que en los últimos tiempos se mostraban muy activas en el aseguramiento de catástrofes, y entre las grandes reaseguradoras internacionales como Munich Re, Swiss Re, Hannover Re, la corporación aseguradora Lloyd’s of London, la norteamericana Berkshire Hathaway, la francesa Scor o la española Mapfre Re, que ocupa la decimocuarta posición en el ranking mundial de reaseguradoras y asume que también deberá pagar su parte.

Según datos de Swiss Re, el volumen de primas de seguros en Japón en 2009 era de 518.070 millones de dólares (alrededor de 400.000 millones de euros). Una cuarta parte de las primas correspondían a seguros no vida. En 2010, según un informe del consorcio de reaseguro japonés Toa, el volumen de primas no vida colocaba a Japón como cuarto asegurador mundial, tras EEUU, Alemania y Reino Unido. En el mercado japonés operan 51 aseguradoras de daños y responsabilidades, entre ellas cinco reaseguradoras, que distribuyen sus productos a través de 220.000 agencias, 33 corredores de seguros, además de las ventas directas. Dos reaseguradoras sufrirán un especial impacto: la japonesa Tokio Marine Holding, que en 2009 suscribió primas no vida por valor de 1.419 millones de dólares, y la norteamericana The Toa Reinsurance, filial de su homónima japonesa, con primas no vida por valor de 1.751 millones de dólares.

A las primeras tareas, como localizar a las víctimas, ayudar a los supervivientes y controlar otros riesgos consecuenciales, como los derivados de la paralización de las centrales nucleares, que están aseguradas por sus propios consorcios de seguros, en unos casos locales y en otros internacionales, le seguirá otra no menos ingente de cuantificación de víctimas y daños.

Todo apunta que el número de fallecidos superará los 10.000, a medida que los desaparecidos vayan engrosando la lista de víctimas. En cuanto a los daños, las primeras estimaciones cifran en más de 70.000 millones de euros, pero, previsiblemente, la cifra será superior, aunque no todo supondrá una carga para el seguro. El dato se irá conociendo a medida que la legión de peritos expertos en distintas materias hagan públicos sus informes.

La mayoría de las peritaciones correrán a cargo de profesionales japoneses. Sólo dos firmas internacionales de peritos cuentan con oficinas propias en aquel país, Crawford y Mclarence. Otras tienen corresponsales, como es el caso de Cunningham. Felipe Gangoiti, director general de la norteamericana Crawford en España, confirma que su entidad tiene preparados a sus equipos de eventos catastróficos, que actuarán desde su base en Tokio y contarán con el respaldo de su filial de Singapur. Sus equipos de peritos especialistas pertenecen a países como Australia, Nueva Zelanda, EEUU, Reino Unido, Holanda, Alemania y España.

Revulsivo para la contratación de riesgos catastróficos

A pesar del gran número de seguros sucritos que hay en Japón, muchos de los bienes dañados carecerán de cobertura, porque, al contrario de lo que ocurre en España, donde las catástrofes de la naturaleza están cubiertas por el Consorcio de Compensación de Seguros, en Japón no todos los asegurados suscriben el riesgo de terremoto. De hecho, suelen ser coberturas optativas y muy costosas, al igual que ocurre con otras garantías, como maremotos o vientos. Los sindicatos de Lloyd’s especializados en el aseguramiento de barcos y aviones se verán especialmente afectados.

El mercado de reaseguro mundial supone el 4,6% de la industria mundial de seguros, con unas primas de 102.820 millones de euros en 2009, según datos conocidos en el último encuentro especializado “Rendez-Vous” de Montecarlo, celebrado en septiembre pasado.

Este siniestro, junto al terremoto de 22 de febrero en Nueva Zelanda para el que se calcularon unas pérdidas aseguradas de 5.355 millones de euros, coloca a la industria reaseguradora mundial con una perspectiva de resultados negativos para el año, frente al ambiente de estabilidad que preveían diversas firmas, como la especialista Guy Carpenter. Por otro lado, servirá de revulsivo para impulsar la contratación de riesgos catastróficos a precios más elevados, concluyendo con el periodo blando que se venía registrando, dada la intensidad y magnitud que están adquiriendo los riesgos de la naturaleza en zonas con alta densidad de seguros.

Un desastre en un país con una alta densidad de seguros como Japón provocará un reparto de la carga de siniestros a lo largo y ancho de todo el mundo, empezando por sus propias aseguradoras y reaseguradoras, siguiendo por las reaseguradoras con sede social en Bermudas, que en los últimos tiempos se mostraban muy activas en el aseguramiento de catástrofes, y entre las grandes reaseguradoras internacionales como Munich Re, Swiss Re, Hannover Re, la corporación aseguradora Lloyd’s of London, la norteamericana Berkshire Hathaway, la francesa Scor o la española Mapfre Re, que ocupa la decimocuarta posición en el ranking mundial de reaseguradoras y asume que también deberá pagar su parte.

Aseguradoras Mapfre