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La mitad de los pilotos de Air Comet sigue en paro
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TRAS EL CIERRE DE LA AEROLÍNEA HACE UN AÑO

La mitad de los pilotos de Air Comet sigue en paro

El piloto Pedro Maceiras tiene 50 años y está en paro, igual que su mujer y uno de sus hijos, de 18 años. Maceiras ganaba en

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La mitad de los pilotos de Air Comet sigue en paro

El piloto Pedro Maceiras tiene 50 años y está en paro, igual que su mujer y uno de sus hijos, de 18 años. Maceiras ganaba en Air Comet un sueldo base de 2.500 euros netos que doblaba en función del número de horas de vuelo. Algunos de sus compañeros cobraban hasta 8.000 euros al mes. Hoy, como la mitad de los 120 pilotos de la extinta aerolínea, busca trabajo en un mercado muy exclusivo y sin apenas ofertas.

“Cuando pasas de 50 años las compañías no quieren contratarte por mucho tiempo. Te ofrecen contratos-basura, de un año y te pueden echar cuando les dé la gana. Menos mal que yo tenía dinero ahorrado…”, cuenta Maceiras, con 27 años de experiencia, a quien el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) aún le adeuda más de 4.000 euros, idéntica cantidad que invierte al año para mantener las calificaciones para seguir pilotando aviones.

Agustín Gual, 45 años (dos décadas como piloto), ganaba 3.000 euros netos. Si llegaba a volar 80 horas mensuales, como era su caso, el salario se disparaba. Ahora viaja (en enero estará allí otra vez) para entrevistarse con los directivos de alguna aerolínea del gigante asiático. En China, relata, las condiciones de trabajo son “aceptables”.

“Todo esto nos vino de golpe; veíamos que había muchos problemas económicos en la compañía, pero nunca pensamos que iba a suceder esto y muchos menos en un grupo como Marsans”, recuerda Gual, con 12.000 horas de vuelo. El Confidencial ha contactado con el ex presidente del grupo Marsans, Gonzalo Pascual, para que explicara su versión de la ruina en 2010 de él y Gerardo Díaz Ferrán. “No voy a decir nada y mucho menos tras todo lo que han contado los medios. Adiós”.

“Las estoy pasando canutas para conseguir empleo, el día a día de nuestro trabajo parece muy sencillo pero tenemos que estar siempre formándonos y con continuos certificados médicos. Ante la mínima, te retiran la licencia. Es un cambio de mentalidad bastante drástico, pero no nos queda más remedio que salir adelante y olvidarnos del desastre”, explica Gual. “Nadie habla de nosotros, el personal muy calificado que no trabaja con la crisis”, detalla Maceiras.

Algunos compañeros de este piloto han conseguido empleo en Nigeria. Pero él no está dispuesto a salir del aeropuerto escoltado por militares armados con ametralladoras y pasar “20 días sin poder salir del hotel por miedo a que te roben o maten: allí te juegas la vida”, explica el piloto Agustín Gual, que pilotaba el Airbus 330 y el Airbus 340. Su licencia es sólo para estas aeronaves. Si quiere cambiar de modelo tendría que pagar un curso que cuesta entre 30.000 y 40.000 euros.

La opción Iberia

Aún les queda una puerta laboral. Iberia prevé ampliar en 2011 su plantilla de pilotos. Ambos esperan su oportunidad. Gual  no lo ve ten claro. “Yo he estado diez años de comandante, no me importaría volar de segundo, pero no diez años como número 2. Si tengo otra opción la voy a tomar. Eso será para gente más jovencita, puede ser una gran opción para los chavales”, remata.

Pedro Maceiras no se explica cómo Díaz Ferrán sigue viviendo “como un marqués, en su mansión y con cenas pagadas con VISA”. Las asociaciones de consumidores están esperando la decisión del Tribunal Constitucional de admitir a trámite la sanción por la vía penal contra los administradores de Air Comet para investigar las posibles cuentas ocultas de Díaz Ferrán y Pascual, explica a este diario Eugenio Ribón, abogado de CEACCU.

Maceiras y Gual esperan no pasarse un 2011 al sol, en la nómina del desempleo. El sol en el caso de Gual podría salir por Oriente. Con mucha suerte, en Iberia. Mientras, seguirán renovando su licencia para volar.

El piloto Pedro Maceiras tiene 50 años y está en paro, igual que su mujer y uno de sus hijos, de 18 años. Maceiras ganaba en Air Comet un sueldo base de 2.500 euros netos que doblaba en función del número de horas de vuelo. Algunos de sus compañeros cobraban hasta 8.000 euros al mes. Hoy, como la mitad de los 120 pilotos de la extinta aerolínea, busca trabajo en un mercado muy exclusivo y sin apenas ofertas.

Gerardo Díaz Ferrán