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El interbancario permanece abierto pero dispara sus precios para la banca española
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NO SE ACEPTA DEUDA DE ENTIDADES CON AVAL DEL ESTADO

El interbancario permanece abierto pero dispara sus precios para la banca española

Una de las caracterísiticas más esperanzadoras de esta crisis de deuda es que, a diferencia de mayo (y no digamos de 2008), el interbancario no se

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El interbancario permanece abierto pero dispara sus precios para la banca española

Una de las caracterísiticas más esperanzadoras de esta crisis de deuda es que, a diferencia de mayo (y no digamos de 2008), el interbancario no se ha cerrado para la banca española, según pregonan las entidades y el Ejecutivo para tranquilizar al público. Lo que no dicen es que las condiciones para financiarse en este mercado se han endurecido bastante: los tipos se han disparado hasta duplicar los niveles de julio y, aunque todavía se acepta la deuda pública española como contrapartida, se rechaza la deuda de bancos y cajas con aval del Estado, pese a que es equivalente a la deuda pública.

Todo el mundo achaca esta apertura del mercado en la situación actual a la apertura del mercado británico a las entidades españolas gracias a la aceptación de títulos de deuda soberana española; de esta forma, los grandes bancos y cajas pueden obtener liquidez de sobra que luego represtan en España a las entidades más pequeñas, con un diferencial (que es su ganancia).

Esta operativa ha seguido vigente incluso en los momentos más duros de esta segunda crisis de la deuda (que no se puede dar por finalizada porque ayer la prima de riesgo volvió a subir pese a las compras masivas de bonos por parte del banco central). Ahora bien, a cambio de exigir un precio más alto a la banca española.

Según fuentes de la tesorería de las entidades, los tipos a un día han pasado del 0,3% de julio hasta el 0,57% actual y los préstamos a una semana se han encarecido desde el 0,58% hasta el 0,76% en el mismo período. Pero la subida más llamativa es la de los tipos a un mes, que han pasado del 0,43% al 0,9%, con lo que se sitúan casi al nivel de la barra libre del BCE.

Esto supone una amenaza muy seria porque, si los tipos en este mercado superan a los del BCE, a las entidades les interesará más volver a la ventanilla de descuento de Francfort, después de varios meses reduciendo su apelación de forma notable (aunque eso no significa que la salud de nuestro sistema financiero haya mejorado). Y eso es justo lo que Trichet pretende evitar ya que intenta que se normalicen los mercados para poder así retirar las medidas excepcionales de liquidez.

Los extranjeros no quieren deuda avalada

Más preocupante todavía es el asunto de los colaterales (las garantías que exigen los bancos extranjeros para prestar dinero a los españoles). Si bien el hundimiento del precio de los bonos españoles no ha provocado -todavía- que dejen de aceptarse, sí ha ocurrido con otro tipo de papel español: las emisiones de deuda de bancos y cajas avaladas por el Estado. Lo cual es sorprendente, puesto que esos bonos cuentan con la garantía del Estado igual que la deuda pública. Pero cuando el mercado tiene miedo, se comporta de forma irracional.

Según las fuentes consultadas, los extranjeros no hacen distingos entre unos entidades y otras: no quieren papel avalando de ningún banco o caja español. Lo cual es problemático, porque todas las entidades han emitido deuda con aval salvo Santander, BBVA y Sabadell. Incluso Caja Madrid ha vuelto a 'tirar' de la garantía pública para el reciente canje de deuda que ha llevado a cabo. 

Peligro de falta de liquidez... otra vez

Esta deuda está en el balance de otras entidades que la compraron en su día; y son las que ahora no pueden usarla para financiarse en el interbancario. Esto supone otra señal de alarma puesto que indica una falta de confianza del mercado que puede extenderse a la deuda pública si las tensiones vuelven a agravarse en los próximos días. En ese caso, el interbancario podría cerrarse de nuevo como en la crisis griega.

Y si eso ocurre, la banca española volverá a tener un serio problema de liquidez. Como suele decir José María Arias, presidente del Banco Pastor, "la solvencia es un cáncer que te mata lentamente, pero la liquidez es un ataque al corazón que te deja en el sitio". No olvidemos que el rescate masivo de la banca mundial en 2008 y 2009 obedeció a un problema inmediato de falta absoluta de liquidez.

Una de las caracterísiticas más esperanzadoras de esta crisis de deuda es que, a diferencia de mayo (y no digamos de 2008), el interbancario no se ha cerrado para la banca española, según pregonan las entidades y el Ejecutivo para tranquilizar al público. Lo que no dicen es que las condiciones para financiarse en este mercado se han endurecido bastante: los tipos se han disparado hasta duplicar los niveles de julio y, aunque todavía se acepta la deuda pública española como contrapartida, se rechaza la deuda de bancos y cajas con aval del Estado, pese a que es equivalente a la deuda pública.

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