Baile de directivos de la banca en España

La crisis ha saltado de las cuentas de resultados de la banca a las personas. Y, a la espera de los grandes recortes de plantilla que se avecinan, el baile ha comenzado por grandes nombres, históricos de las entidades en muchos casos, que o bien se mueven o 'los mueven' a causa de las reestructuraciones que empiezan a acometer todas las entidades para adaptarse a un entorno que ya es muy negativo y que tiene visos de empeorar mucho más todavía en los próximos meses. Porque 2010 va a ser el verdadero annus horribilis de la banca en España.

Los movimientos se están concentrando de momento en los negocios 'colaterales' de bancos y cajas: la banca privada y de inversión, el brokerage en bolsa, la gestión de fondos, el análisis, la tesorería, etc. Es decir, todo lo que no es el negocio puramente bancario de la red y que ha perdido mucho peso en las cuentas de resultados por el desplome de los mercados desde máximos, la caída en picado del volumen de negocio en bolsa y la apuesta de los bancos por los depósitos en detrimento de otros productos de inversión.

En los últimos días se han producido varios movimientos importantes en estas áreas: Juan Cueto, histórico de Ibersecurities, abandona sus responsabilidades en el Sabadell siguiendo los pasos de su socio Juan Bastos ante la reestructuración acometida por el banco; Eurohypo ha reducido su estructura y destituido a su director general en España, José Luis Zanetty, después de sus 'pilles' inmobiliarios; uno de los fundadores de Banco Madrid, Luis Regalado, se marcha al banco suizo EFG, que tiene en España el banco privado A&G; GVC Gaesco ha despedido al 20% de la plantilla; y la Gaesco 'mala' (la que no compró GVC) ha cambiado de presidente.

Pero sin duda, el mayor movimiento que se ha producido hasta la fecha es la misteriosa salida del consejero delegado del Popular, Roberto Higuera, sustituido por una asamblea de seis directores generales que se sospecha es provisional hasta ue Jacobo Gonzálelez Robatto asuma el cargo de Higuera. También ha sido muy comentado la salida del número dos de banca de inversión de UBS, Alfredo Fernández, que sigue los pasos de otros nombres ilustres como David Jiménez Blanco, de Merrill Lynch, Antón Arriola, de Goldman Sachs, o Javier Salaverri, de Citigroup.

"La eficiencia es ahora mismo la obsesión de las entidades. Como está cayendo el volumen de negocio y los márgenes se van a desplomar, la única solución es recortar costes como sea", afirman en una entidad española. Eso se traduce en reestructuraciones, supresión de puestos, recortes salariales, salidas voluntarias en busca de destinos más 'cálidos' y, en última instancia, despidos.

Buscar salidas antes del desastre

"Hay gente que tiene muy claro que su entidad o su unidad de negocio no va a ningún sitio, y trata de colocarse en otros sitios donde ve más futuro. Pero claro, eso no significa que vayan a acertar, porque ni siquiera el mayor tamaño de las entidades garantiza nada en un entorno tan deprimido como éste", señalan en otra firma que asegura recibir a diario varios curriculo de alto nivel. Las redes sociales del sector también echan humo. Esto es especialmente cierto en las cajas de ahorros, donde se adivina la reducción de negocios y de plantilla más radical.

Especialmente complicado es el entorno de la banca privada, que tiene que reinventar por completo su modelo después del fracaso de la política enfocada al producto, de las fuertes pérdidas sufridas por los clientes y de los escándalos como Madoff, Lehman o el Banif Inmobiliario. Ahí sí que el tamaño no garantiza nada, como demuestra el despido del 40% de la plantilla de UBS en España. Ni tener la marca más prestigiosa tampoco: ahí está el cierre de la banca privada de Rothschild.

Esta situación tiene otra derivada muy importante: la bajada radical de los sueldos después de la enorme inflación salarial vivida en la banca en los años del boom inmobiliario. "Ahora mismo puedes contratar por un coste muy reducido a profesionales que cobraban un pastón porque ficharon en su día por entidades que montaron unidades de negocio a golpe de talonario", aseguran en una tercera entidad.