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Dime en qué estación del año vives y te diré dónde invertir
  1. Economía

Dime en qué estación del año vives y te diré dónde invertir

¿Dónde invierto mis ahorros? Ésta es la pregunta del millón que cada día se hacen miles de inversores en todo el planeta. La respuesta no es

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Dime en qué estación del año vives y te diré dónde invertir

¿Dónde invierto mis ahorros? Ésta es la pregunta del millón que cada día se hacen miles de inversores en todo el planeta. La respuesta no es sencilla, ya que cada maestrillo tiene su librillo. No hay una fórmula mágica para invertir, aunque sí una premisa cierta: a mayor rentabilidad, mayor riesgo de pérdidas.

Sin perder esto de vista, así como otro de los principios básicos de la inversión, la diversificación –esto es, no poner todos los huevos en la misma cesta-, lo cierto es que las estrategias de inversión son como los colores: hay para todos los gustos.

Hay quienes se guían por sus emociones para invertir, o quienes dirigen su mirada hacia los astros para decidir el futuro de sus inversiones. Otros se dejan llevar por las modas, mientras que otros tantos toman como referencia a conocidos gestores de éxito en el mundo: Warren Buffett, Anthony Bolton...

Dentro de estas estrategias figura la del ciclo empresarial y su paralelismo con las estaciones del año. "Los inversores deben entender cómo los cambios a largo plazo en el ciclo económico provocan grandes ajustes en las clases de activos. Comprender cuándo una ralentización pasa a contracción, y cuándo comienza la recuperación, ofrece cierta idea del momento en que los bonos, acciones o materias primas disponibles para los inversores se comportan bien", explica Credit Suisse en su último informe anual Global Investor.

Para entender la relación entre inversión y economía, el banco suizo ha diseñado un indicador de la temperatura de ésta. Se trata del reloj empresarial, que mide, por ejemplo, cómo tienden a comportarse las principales clases de activos y estilos de inversión en las distintas etapas del ciclo. "Intuitivamente es como relacionar las fases del ciclo económico con las cuatro estaciones del año", explica Credit Suisse:

- Recuperación/Primavera: la producción crece, aunque por debajo o cerca de la tendencia.
- Recalentamiento/Verano: la producción crece por encima de la tendencia
- Ralentización/Otoño: la producción está por encima de la tendencia y cayendo
- Contracción/Invierno: la producción  cae por debajo de la tendencia.

A partir de estas estaciones, Credit Suisse establece los activos que mejor se comportan en cada fase.


En invierno: bonos gubernamentales

En la actual coyuntura de contracción económica a nivel mundial, nos encontraríamos, según el planteamiento del banco suizo, en pleno invierno, aunque con la primavera algo más cerca. En esta época del año, "el indicador del ciclo global está en territorio negativo. La producción y el consumo suelen ser bajos, la inflación empieza a disminuir y se establecen políticas fiscales y monetarias para fomentar la recuperación".

En España, como en otros países europeos y en Estados Unidos, la producción y el consumo han caído con fuerza al tiempo que los gobiernos y bancos centrales hace meses que pusieron en marcha políticas para estimular el crecimiento económico: bajada de tipos de interés, aumento del gasto público... En esta época el año o del ciclo económico, los bonos gubernamentales a largo plazo son los que mejor se comportan, y las materias primas, el peor activo. "Las materias primas han ofrecido un rendimiento muy pobre durante el último año, mientras que el rendimiento de los bonos ha sido relativamente más sólido y ha atraído capital".

Según Credit Suisse, la rentabilidad de la liquidez es pobre debido a los bajos tipos de interés, mientras que los sectores cíclicos suelen comportarse bien "porque los mercados anticipan el final de la contracción". También funcionan algunos sectores defensivos -como el de los productos básicos-, mientras que los sectores financiero y energético son los peores. "La renta variable y los créditos tienden a ofrecer un rendimiento negativo al principio de los periodos de contracción y una vez en ellos. Ésa es la situación actual, aunque de forma especialmente violenta", apunta el banco de inversión, quien asegura que la renta variable y los créditos suelen comenzar a recuperarse hacia el final de la contracción, ya que los mercados anticipan una recuperación. 

Pero advierte: "Aunque hemos visto ciertos signos de estabilización en el rendimiento de sectores cíclicos o sensibles a la economía respecto de los más defensivos, las recientes caídas en la renta variable sugieren que todavía es muy pronto para anunciar el final de este periodo de contracción".

En primavera: materias primas

Una vez acabe el frío invierno y los brotes verdes que empiezan a verse se transformen en vigorosas plantas, llegará la primavera, y con ella el comienzo de la recuperación económica. Para Credit Suisse ésta sería la época más propicia para invertir en materias primas y acciones, ya que, en su opinión, los inversores anticipan un aumento de actividad. "Es probable que la inflación esté bastante controlada y se puede esperar cierta vida en los datos sobre contratación y consumo privado". Por el contrario, el rendimiento de los bonos estatales a largo plazo "es relativamente pobre, ya que empieza a diluirse la preocupación por el crecimiento económico". A nivel sectorial, destaca el buen comportamiento de los sectores de materias y energía basados en materias primas, así como el financiero, que se beneficiará de los tipos de interés bajos, al igual que sector cíclicos como el industrial. Los sectores tradicionalmente defensivos, al igual que los bonos soberanos, como los suministros públicos y la salud, suelen ser los de peor rendimiento.

En verano: bonos gubernamentales a largo plazo y liquidez

Para Credit Suisse, ésta es la fase más fuerte del ciclo económico: el recalentamiento. "El movimiento de capital y el empleo son sólidos, el apalancamiento aumenta y la producción está la máximo y comienza a genera posiciones inflacionistas, que probablemente lleven a mayores tipos de interés". Las acciones y materias primas rentan relativamente poco, entre el 10% y el 4%, respectivamente, mientras que el rendimiento de los bonos del Gobierno a largo plazo es superior -13,5% anualizado-. La liquidez también es mejor alternativa que las materias primas.

El ritmo de crecimiento de los beneficios alcanza su cima, especialmente para algunos de los sectores más cíclicos, como el energético y el de suministros. "El mercado parece anticipar la ralentización que se acerca y el crecimiento de los tipos de interés, lo que tiende a afectar a estos valores. Las materias primas energéticas continúan la tendencia de la primavera en la cumbre del recalentamiento. Los que menos rinden suelen ser los sectores de telecomunicaciones y consumo discrecional".

En otoño: bonos soberanos y liquidez

Por último, en esta fase del ciclo económico, la ralentización, la actividad económica responde, según el informe Global Investor, a políticas o desequilibrios en las condiciones de los mercados económicos y financieros. La producción sigue siendo positiva pero empieza a contraerse. El entorno se vuelve más difícil para los mercados y los activos con mejor rencimiento son los bonos soberanos, seguidos por la liquidez, mientras que la renta variable y las materias primas ofrecen un rendimiento negativo. "Los sectores óptimos son los defensivos: productos básicos, suministros y salud".

¿Dónde invierto mis ahorros? Ésta es la pregunta del millón que cada día se hacen miles de inversores en todo el planeta. La respuesta no es sencilla, ya que cada maestrillo tiene su librillo. No hay una fórmula mágica para invertir, aunque sí una premisa cierta: a mayor rentabilidad, mayor riesgo de pérdidas.

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