Ons Jabeur, la tenista que donará parte de sus ingresos del WTA "para ayudar a los palestinos"

"Es muy duro ver bebés muriendo día a día". Un lloro tremendo sucedió a esta declaración. Eran las lágrimas de Ons Jabeur, la tenista tunecina que ganó a Marketa Vondrousova (6-3, 6-4) en la final del WTA Finals disputado en Cancún. Pero que confesó no estar feliz por todo lo que está ocurriendo en Israel. La muerte de tantos inocentes le está generando demasiado insomnio y malestar. Ella quiere echarles una mano y por eso donará parte de sus ingresos del WTA "para ayudar a los palestinos".

Jabeur nació en Ksar Hellal (Túnez) hace 29 años y ha hecho historia como africana. En 2022, se convirtió en la primera tenista del continente en alcanzar una final de Grand Slam. Hasta ahora, sin embargo, no ha ganado ninguna de las tres que ha disputado -dos de Wimbledon, en 2022 y 2023, y la del US Open en 2022-.

Actualmente, ocupa la séptima posición en el ranking ATP, la mejor que ha logrado hasta ahora. En 2022, consiguió su primer y único Master 1.000 hasta la fecha, el Mutua Madrid Open. En la final, venció a Jessica Pegula por (5-7, 6-0, 6-2). El Grand Slam, sin embargo, todavía se le resiste, pero confía en alcanzar pronto una nueva final para hacer realidad su sueño.

Esta reacción de la tenista ha dejado a todos anonadados. Jabeur es conocida como La ministra de la felicidad dado que es habitual que muestre una actitud enérgica y alegre cada vez que aparece en público. Es una de las jugadoras favoritas de los aficionados e incluso de sus rivales, que la consideran una amiga por su gran personalidad.

Una técnica prodigiosa

Ons cuenta con un apoyo tremendo en Túnez, un país que se encuentra en una situación de grave crisis económica y de refugiados. Sus éxitos son vistos desde allí como un faro de esperanza y fortaleza en esa delicada coyuntura que atraviesan.

Su posición en el ranking la convierten en la tenista, tanto de categoría femenina como masculina, mejor clasificada de África. Desde Túnez, le atribuyen el éxito de haber contribuido a que la afición por el tenis haya aumentado muchísimo desde que su celebridad creció. Muchas niñas han decidido coger una raqueta para seguir su ejemplo.

Y es que técnica es tenida muy en cuenta por sus rivales, incapaces de emularla. Eso sí, en fuerza y en velocidad hay rivales que son mejores. La destreza que ella maneja, no obstante, le sirven a menudo para ganar los partidos y para dejar golpes que asombran a los aficionados presentes en los torneos. Es muy buena en los ángulos y en el revés cortado.

El sueño del Grand Slam

Su fortaleza es otro de los aspectos a destacar. Tras perder la segunda final de Wimbledon consecutiva el pasado verano, apeló a su resiliencia para seguir intentándolo. "Hoy es un día difícil para mí, pero no me rendiré. Algún día volveré más fuerte y ganaré un Grand Slam".

Ahora tiene la esperanza de hacer realidad ese sueño de convertirse en la primera mujer africana que consigue un Grand Slam. Antes, eso sí, espera que todos los conflictos internacionales hayan terminado. Nadie, y mucho menos los niños inocentes, merecen vivir de cerca una realidad tan ardua. Ella ya ha mostrado su apoyo. Y lo seguirá haciendo.