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El deportista a seguir | De no poder jugar por falta de dinero a pelear por ser el 'nuevo David Ferrer'
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EL ATLETA DEL MOMENTO

El deportista a seguir | De no poder jugar por falta de dinero a pelear por ser el 'nuevo David Ferrer'

Un espacio en el que destacaremos a ese deportista con menos nombre, pero que lo tiene todo para ocupar grandes titulares y que queda eclipsado por las estrellas de (casi) siempre

Foto: Zapata Miralles, en el pasado Roland Garros. (Reuters/Yves Herman)
Zapata Miralles, en el pasado Roland Garros. (Reuters/Yves Herman)

En muchas ocasiones, el deporte profesional esconde historias que muchos aficionados ni tan siquiera pueden imaginar. Estamos acostumbrados a los focos, esos que ocupan habitualmente los mismos deportistas de primer nivel que todos conocemos pero, lo cierto, es que entre los mejores del mundo también existen atletas humildes que, a pesar de tener muchísimo talento, no han tenido la fortuna de gozar de medios económicos a su alcance para brillar antes. Solo unos locos que han insistido hasta la saciedad por lograr su sueño no se han rendido y lo han dejado todo por el camino.

Para llegar a lo más alto, no solo hay que tener talento, una cabeza privilegiada y fortuna, sino que el apartado económico también es muy importante. Especialmente, en deportes individuales. El caso que nos ocupa esta semana es un ejemplo de ello y, de no haber sido por su insistencia en convertirse en deportista profesional, a día de hoy nos habríamos perdido por el camino a un tenista que está llamado conseguir grandes éxitos en los próximos años. Y es que, a pesar de ser un gran jugador, no era sencillo para él participar en torneos cuando estaba comenzando.

Foto: Yankuba Sima, con la Selección Espanola.(EFE/Rafa Alcaide)

A sus 25 años, Bernabé Zapata Miralles ha vivido su gran explosión deportiva. Tras muchos años de lucha, pelea y trabajo, no ha sido hasta este 2022 cuando su nombre se ha dado a conocer a nivel mundial. Profesional desde 2018, el valenciano es uno de esos jugadores que ha tenido que trabajar muy duro para hacerse un hueco. De hecho, después del confinamiento, ni tan siquiera había conseguido pasar de ser el número 200 del mundo: ahora, en un año inolvidable, es el 89º del ránking ATP -y eso que ha caído siete posiciones en la última semana- y busca su primer título profesional antes de acabar el año.

Berni, como lo conocen todos sus amigos, comenzó a jugar al tenis a los seis años y, como ocurre muchas ocasiones, lo hizo imitando a su hermano mayor. Sin embargo, pronto demostró que tenía verdadero talento para el deporte y confirmó que tenía calidad suficiente como para ser profesional. Cuando solo era un niño, fue quemando etapas rápidamente… pero su verdadero problema llegó en la etapa júnior. En una época fundamental para el desarrollo del deportista, Zapata Miralles se vio obligado a renunciar a jugar buena parte de los torneos. ¿El motivo? El dinero.

Pensemos que, para un joven de 14,15 o 16 años, poder viajar a lo largo y ancho de España o, incluso por diferentes lugares de Europa, no es sencillo. No solo hablamos de que sean jóvenes en etapa escolar y que no es fácil compaginar la educación con perseguir un sueño, sino que los desplazamientos, las estancias y los gastos que se generan en estos viajes hay que sufragarlos. Sin patrocinadores y sin importantes fuentes económicas detrás, para un joven es difícil poder hacer frente a los gastos derivados del deporte.

Por esa razón, Berni no pudo jugar tantos torneos júnior como hubiera querido, algo que también le afectó directamente en su crecimiento deportivo. Pero el valenciano no se rindió y siguió persiguiendo su gran objetivo. Para ello, consiguió convencer a un David Ferrer en sus últimos años de carrera para jugar de vez en cuando con él y, con ello, ir aprendiendo el oficio a pasos agigantados. Con el paso de los años, demostró que tenía tenis para llegar al primer nivel… pero el apartado económico seguía siendo un problema. Solo decidía jugar un Future si veía que tenía opciones de ganar. Si no se llevaba la victoria, siempre perdía dinero.

Sería en 2020 cuando lograría su primer título, convirtiéndose en campeón del Challenger de Cordenons. ¿Saben a quién ganó en la final? A un tal Carlos Alcaraz. Desde ese momento, ha ido alternando este tipo de torneos con los ATP, en los que suele jugar las rondas previas para lograr su clasificación. Pero su gran explosión ha llegado en este 2022: La primera vez que su nombre sonó fue en el Conde de Godó, donde cayó en treintaidosavas ante Pablo Carreño; una semana después, cayó en octavos de Estoril ante Alejandro Davidovich… pero lo mejor estaba por llegar

Tras superar a Dudi Sela, a Gastao Elias y Luca Nardi en la fase previa de Roland Garros, Berni fue capaz de derrotar a Michael Mmoh, a Taylor Fritz y a John Isner para meterse en dieciseisavos de final, donde se cayó ante Alexander Zverev. Su nombre se dio a conocer mundialmente y, por primera vez en su carrera, se metió entre las 100 mejores raquetas del mundo. Desde ese momento, Zapata Miralles le resulta familiar al aficionado y empieza demostrar que tiene tenis suficiente como para llegar muy lejos. Su explosión ha llegado a los 25 años, algo tarde, pero a ilusión no hay quien le gane.

En su último torneo disputado, en Umag, el español cayó ante Giulio Zeppieri que, a la postre, se convertiría en campeón del torneo tras ganar a Alcaraz en la final. Bernabé Zapata Miralles ha demostrado que está llamado a ser un nombre importante del tenis español en los próximos años y tiene un objetivo claro antes de que acabe 2022: ganar su primer torneo ATP. Cuando solo era un niño, no podía jugar torneos por no tener posibles económicos; a día de hoy, puede presumir de haber ganado ya más de 1 millón de euros en el circuito. Ha logrado su sueño y ya no hay quien le pare. Ahora, seguirá peleando por ser el nuevo David Ferrer, un tenista que también llegó tarde a la elite y aquel que confió en él cuando peor lo pasaba.

En muchas ocasiones, el deporte profesional esconde historias que muchos aficionados ni tan siquiera pueden imaginar. Estamos acostumbrados a los focos, esos que ocupan habitualmente los mismos deportistas de primer nivel que todos conocemos pero, lo cierto, es que entre los mejores del mundo también existen atletas humildes que, a pesar de tener muchísimo talento, no han tenido la fortuna de gozar de medios económicos a su alcance para brillar antes. Solo unos locos que han insistido hasta la saciedad por lograr su sueño no se han rendido y lo han dejado todo por el camino.

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