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Nick Kyrgios, el gran peligro para Nadal tras su "vergonzoso" show ante Tsitsipas en Wimbledon
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SUFRIÓ PARA GANAR A NAKASHIMA

Nick Kyrgios, el gran peligro para Nadal tras su "vergonzoso" show ante Tsitsipas en Wimbledon

El tenista australiano dejó una imagen muy alejada de los valores del deporte en su partido frente a Tsitsipas. Ahora, puede ser el gran rival de Nadal en su camino hacia la finalísima

Foto: Kyrgios celebra un punto en Wimbledon. (EFE/EPA/Kieran Galvin)
Kyrgios celebra un punto en Wimbledon. (EFE/EPA/Kieran Galvin)

Todo el mundo conoce a Nick Kyrgios. El tenista australiano puede presumir de ser uno de los jugadores más excéntricos del circuito, uno de esos deportistas de mecha corta que no necesitan demasiado para saltar y liarla. Ya se pudo ver hace solo unos días en Wimbledon, cuando en el partido ante Paul Jubb se enfrentó con varios jueces de silla e, incluso, llegó a escupir al púbico. Pero lo sucedido en el partido contra Stefanos Tsitsipas es otra historia muy distinta. Ahora, tras su victoria ante Brandon Nakashima y el triunfo de Rafa Nadal ante Botic van de Zandschulp están a un partido de verse las caras en las semifinales.

Rafa Nadal no suele ser un jugador demasiado conflictivo en pista, si bien hace escasos días también tuvo un enganchón con Lorenzo Sonego. Pero ante Kyrgios, la situación siempre ha sido complicada: y es que el australiano, desde siempre, ha afirmado que el español es uno de los grandes protegidos de los jueces de silla, lo que ha provocado más de un cruce de palabras entre ambos. Incluso Kyrgios ha llegado a imitarle en pista, lo que no ha gustado lo más mínimo al español, que sabe que se lo puede cruzar en su camino: si derrota a Taylor Fritz y el 'aussie' gana a Christian Garín, habrá una semifinal de alto voltaje.

Foto: Carlos Alcaraz, en su partido contra Sinner. (EFE/EPA/Andy Rain)

Pero el punto álgido de las salidas de tono en Wimbledon tuvo lugar en el partido de tercera ronda entre Kyrgios y Tsitsipas: el encuentro entre los dos talentosos jugadores fue uno de los más polémicos de los últimos años. Los dos tenistas se enzarzaron en la pista y, posteriormente, continuaron con su rifirrafe en sala de prensa, donde se lanzaron pullas de todo tipo. Tanto, que la ATP ha tenido que intervenir, sancionándoles con el mayor castigo de Wimbledon hasta la fecha y ha provocado la airosa reacción de algunos de los tenistas más legendarios.

Todo estalló en el tercer set. Después de una primera manga muy igualada que terminó por llevarse Tsitsipas en el 'tie break' y un segundo parcial donde el único error del griego fue aprovechado por Kyrgios para igualar la contienda, la tensión fue en aumento. El enfado del heleno por haber perdido el set de aquella manera se tradujo en un incomprensible pelotazo contra la grada, que impactó de refilón contra uno de los aficionados allí presentes. Si la bola llega a ir un par de centímetros a un lado, podríamos estar hablando de un problema severo, especialmente para el público.

Esa situación hizo estallar a Kyrgios, al no comprender -y con razón- que el juez de silla no le descalificara por esta acción... pero con unos modales que están fuera de lugar: "¿Eres estúpido? ¿Cómo puedes tirar una pelota a la grada, darle a alguien y no ser descalificado? ¿Tiene que salir herido para que le descalifiques?", afirmaba a voz en grito el australiano. El griego, desde su silla, escuchaba y no estaba dispuesto a frenar. Quería su venganza personal.

La gota que colmó el vaso llegó cuando Kyrgios logró un 'ace' de cuchara sacando entre las piernas, un saque que ya había hecho previamente, y que hizo que Tsitsipas perdiera la paciencia. Tanto que el griego, en las dos primeras oportunidades que tuvo, tiró a dar a Kyrgios al cuerpo: en la primera, falló, pero en la segunda sí logró impactar contra su rival, que no se quejó lo más mínimo tras recibir los dos bolazos... pero se guardaba un nuevo as en la manga.

Y es que pocas jugadas después, en un golpe que se quedaba corto, Kyrgios se llevó el punto con la inestimable ayuda de la red, que decidió que esa bola pasara de milagro. Pero en lugar de pedir disculpas por la manera en la que había logrado el punto, lo celebró e incluso hizo una reverencia. Tsitsipas, fuera de sí, no volvió a centrarse en ningún momento y regaló el partido, ante un Kyrgios cada vez más insolente e irreverente que se encontraba como pez en el agua.

Al acabar el partido, ambos jugadores -que se consideran amigos- no dudaron en lanzarse reproches desde la sala de prensa. "Acosa todo el rato. Eso es lo que él hace. Acosa a los oponentes. Probablemente, era un acosador también en el trabajo. No me gusta la gente que hace eso. Tiene un lado malvado que puede hacer mucho daño a la gente", afirmó Tsitsipas. "Es un poco blando y no sé cómo le intimidé, si fue él quien me pegó dos bolazos...", respondía el australiano.

Tras lo sucedido, muchos jugadores valoraron lo que ocurrió sobre la hierba y ante los micrófonos, todos ellos de acuerdo en que el espectáculo era dantesco y poco o nada tenía que ver con los valores del tenis. Pero el más directo fue quien, tiempo atrás, también fuera un 'bad boy', Jon McEnroe: "Ha sido vergonzoso. Kyrgios no necesitaba hacer todo eso. Da miedo ver lo bueno que es, pero es triste que lo haga de esta forma", afirmaba el norteamericano.

Sea como fuera, la ATP ha decidido sancionar a ambos jugadores con un castigo ejemplar: Tsitsipas fue castigado con 9.600 euros por un doble abuso de bola, mientras que Kyrgios fue sancionado con 3.600 euros por abuso verbal, que se suman a los 10.000 euros que ya acumulaba por lo sucedido ante Jubb. Ambs tenistas dejaron una imagen lamentable en la pista y fuera de ella, una manera de entender el tenis que nada tiene que ver con los valores del deporte. Y, ahora, Nadal ya sabe que se lo puede cruzar en su lucha por meterse en la finalísima de Wimbledon

Todo el mundo conoce a Nick Kyrgios. El tenista australiano puede presumir de ser uno de los jugadores más excéntricos del circuito, uno de esos deportistas de mecha corta que no necesitan demasiado para saltar y liarla. Ya se pudo ver hace solo unos días en Wimbledon, cuando en el partido ante Paul Jubb se enfrentó con varios jueces de silla e, incluso, llegó a escupir al púbico. Pero lo sucedido en el partido contra Stefanos Tsitsipas es otra historia muy distinta. Ahora, tras su victoria ante Brandon Nakashima y el triunfo de Rafa Nadal ante Botic van de Zandschulp están a un partido de verse las caras en las semifinales.

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