El rey (aún) no vuelve: Rafa Nadal pierde en su regreso a pista bajo la mirada de Juan Carlos I

Rafa Nadal regresó este viernes a las pistas después de más de cuatro meses de ausencia por culpa de una grave lesión en el pie. El tenista balear necesitaba volver a jugar para recuperar sensaciones, después de casi medio año de ausencia y con el objetivo de intentar convertirse en el jugador con más Grand Slam de la historia en el próximo Open de Australia. Para ello, era fundamental volver a tener contacto con la competición lo antes posible, algo que hizo en el torneo de exhibición de Abu Dabi.

El español se enfrentaba en semifinales a Andy Murray, en un partido complicado para el balear, no solo por el tipo de rival, sino también por una pista que no favorecía a sus condiciones, en especial después de tanto tiempo de ausencia. Y el escocés dio cuenta del español en dos set, derrotándole por 6-3 y 7-5, donde se vio a un Nadal que fue de menos a más y que tuvo sensaciones positivas en pista, aunque aún se le vio muy lejos de su mejor nivel. Pero se le vio sonriente al término del choque.

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EFE Europa Press

"No ha sido un mal partido para mí. Llevaba mucho tiempo sin salir a pista a jugar un partido profesional. Son sensaciones positivas", explicaba Nadal al término del choque. Y es que, a sus 35 años, busca poder recuperar su mejor versión para seguir siendo competitivo en pista, precisamente el mismo objetivo que perseguía su rival este viernes, Murray, con quien vivió duelos épicos hace un lustro y que, ahora, buscan recuperar sensaciones perdidas para volver a mostrar su mejor tenis.

La gran curiosidad del partido, en realidad, estuvo en la grada, con la presencia de Juan Carlos I, rey emérito, en la pista para ver al español. Se le pudo ver animado, celebrando los puntos del español y siguiendo con atención un encuentro en el que Nadal jugó buen tenis por momentos, pero en el que se le notó la falta de actividad en determinadas fases del encuentro. Una falta de ritmo lógica dada su larga ausencia de las pistas por culpa de su maltrecho pie izquierdo.

En realidad, para Nadal no era tan importante el tenis como volver a competir y recuperar las mejores sensaciones posibles, pues ha pasado por uno de los momentos más delicados de su carrera que, incluso, ha podido provocar su retirada. Y es que tras el partido jugado el pasado 6 de agosto en los cuartos de final del torneo de Washington ante el sudafricano Lloyds Harrys, tuvo que ser operado de su pie izquierdo, el mismo que le dio serios problemas en 2004.

Entonces, Nadal tan solo contaba con 19 años. El balear ya se había convertido en profesional y empezaba a demostrar que tenía tenis suficiente como para convertirse en un gran jugador cuando su progresión se vio detenida momentáneamente, tras sufrir una rotura por estrés en el escafoides de su pie izquierdo. Volvió a las pistas, pero unos meses después notó molestias. Tras acudir a un especialista, este le diagnosticó el problema que tenía: una displasia conocida como Müller-Weiss.

Ahora, Nadal ha vuelto a las pistas con el objetivo de seguir recuperando el ritmo perdido y ser competitivo de cara al primer Grand Slam de la temporada. Evidentemente, se le vio muy lejos de su nivel, si bien es cierto que dejó importantes destellos de calidad. Será cuestión de ritmo y de partidos poder confirmar que el rey ha vuelto pero, de momento, podemos estar felices: Nadal ya sonríe de nuevo en pista, el primer paso para volverle a ver levantar un título.