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La mala suerte de Piqué con su Davis: Nadal, el covid-19 y... ¿vender su alma a Abu Dabi?
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TRES PINCHAZOS EN TRES SEDES

La mala suerte de Piqué con su Davis: Nadal, el covid-19 y... ¿vender su alma a Abu Dabi?

El defensa del Barcelona, dueño de la empresa que tiene los derechos de la Copa Davis, ha vivido un 'mal' fin de semana por culpa de tres problemas diferentes en las tres sedes

Foto: Gerard Piqué, en la grada viendo 'su' Copa Davis. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Gerard Piqué, en la grada viendo 'su' Copa Davis. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En 2018, Gerard Piqué decidió dar un cambio al tenis mundial: a través de su empresa Kosmos, compraba la Copa Davis para convertirla en un mundial de tenis, una competición deportiva más ágil y rápida de jugar que el anterior formato, dilatado en el tiempo y menos atractivo para el aficionado. La pasada temporada tuvo lugar la primera edición de la nueva competición, con sede en Madrid, en la que España se convirtió en la ganadora y donde el torneo se convirtió en una verdadera revolución y un éxito a todas luces. Pero esta temporada ha perdido cierto atractivo por culpa de la mala suerte y de su futuro.

La idea del jugador del Barcelona es convertir la Davis en el gran torneo del tenis mundial y, para ello, el objetivo no es otro más que darlo a conocer de primera mano en otros países. Por esa razón, esta campaña no solo se jugaría en Madrid, sino que contaría con dos sedes más: Innsbruck (Austria) y Turín (Italia), donde se jugará la final. La idea de Piqué es expandir el torneo, llevarlo a más ciudades e, incluso, continentes para generar que la pasión por el tenis crezca a lo largo y ancho del planeta con una competición cuyo formato actual es rápido y atractivo. Pero en el mundo del tenis sigue habiendo deportistas que no ven con buenos ojos el torneo.

Foto: Ambos equipos se saludan al final del encuentro. (Reuters/Sergio Pérez)

Partamos de la base de que el nuevo formato rompe radicalmente con uno de los principales atractivos históricos de la Davis: cada año, podías ver a tu selección en tu país, en diferentes ciudades y contra cualquier tipo de rivales. Pero, al convertirlo en un 'mundial' con sede única, un país se 'beneficia' del torneo mientras que otros lo deben de ver por televisión. Esa situación llevó a Roger Federer a anunciar que no jugaría con este formato: "La Copa Davis no puede convertirse en una Copa Piqué. Admito que resulta extraño ver a un futbolista entrometerse en el negocio del tenis", aseguraba el helvético, uno de los más laureados de todos los tiempos.

Ahora, ha sido Lleyton Hewitt, capitán de la selección australiana -el segundo país con más títulos de la historia, con 28-, el que ha vuelto a cargar contra el formato. ¿El motivo? La posibilidad de que la próxima sede del torneo sea Abu Dabi. Era 'TheTelegraph' quien afirmaba que Kosmos había llegado a un acuerdo multimillonario con Emiratos Árabes Unidos por el que la sede única de la Davis en los próximos años sería la capital del emirato. Así hablaba el exnúmero uno del mundo: "Creo que es ridículo si van a vender el alma de la Copa Davis a Oriente Medio durante otros cinco años, realmente están matando a la competición".

placeholder FOTO: Reuters/Sergio Perez.
FOTO: Reuters/Sergio Perez.

Pero las críticas, a las que Piqué está acostumbrado de sobra, no son el principal problema con el que se ha encontrado esta Davis. En España, de hecho, se ha alabado mucho la manera de presentar a los jugadores antes de saltar a la pista, parecido a una velada de boxeo, en uno de los grandes aciertos de la competición. Pero el principal problema ha sido deportivo: la lesión de larga duración de Rafa Nadal le impidió participar en el torneo, mientras que a última hora cayeron Roberto Bautista por un problema abdominal y Carlos Alcaraz por covid. A pesar del 'poco aliciente' deportivo, España ofreció una gran imagen, pero no le valió para clasificarse.

Pero, además, en Innsbruck la actual situación le ha jugado una nueva mala pasada, al tener que celebrar sus encuentros a puerta cerrada por culpa de la elevada incidencia de covid-19 y, en Italia, el interés por la eliminatoria entre Colombia y Estados Unidos ha sido poco o nulo, con las gradas vacías y una imagen más típica de partidos de divisiones muy bajas que de todo un mundial de tenis. Por tanto, la segunda edición de la nueva Davis se ha visto ciertamente deslucida en las tres sedes: una, por haber perdido cierto atractivo deportivo ante la ausencia de los primeros espadas; otra, por culpa de la pandemia; la última, por falta de atractivo.

Tres varapalos para un Piqué que, además, se ha encontrado con las críticas de Hewitt ante la posibilidad de que el torneo se fuera a un país con nula tradición tenística. "No estoy seguro de que nuestra opinión vaya a importar mucho ahora. Ahora, la Copa Davis es dirigida por un jugador de fútbol y su empresa, y es totalmente diferente a cualquier cosa que el tenis haya tenido en el pasado", afirmaba el australiano. El año pasado, el éxito del campeonatro fue evidente en nuestro país; este curso, parece que no se ha recibido de la misma manera. Y, mientras, la posibilidad de marcharse a Abu Dabi ya está puesta sobre la mesa...

En 2018, Gerard Piqué decidió dar un cambio al tenis mundial: a través de su empresa Kosmos, compraba la Copa Davis para convertirla en un mundial de tenis, una competición deportiva más ágil y rápida de jugar que el anterior formato, dilatado en el tiempo y menos atractivo para el aficionado. La pasada temporada tuvo lugar la primera edición de la nueva competición, con sede en Madrid, en la que España se convirtió en la ganadora y donde el torneo se convirtió en una verdadera revolución y un éxito a todas luces. Pero esta temporada ha perdido cierto atractivo por culpa de la mala suerte y de su futuro.

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