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A Nadal le falta ser francés para asegurarse el lugar que merece en Roland Garros
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venció a guido pella en segunda ronda

A Nadal le falta ser francés para asegurarse el lugar que merece en Roland Garros

Rafael Nadal, ya en tercera ronda, ha tenido que jugar en la pista Suzanne Lenglen a pesar de ganar diez veces este torneo. La organización prima el lugar de origen de los tenistas

Foto: Nadal, en el partido contra Pella. (EFE)
Nadal, en el partido contra Pella. (EFE)

Luce el sol en París y los organizadores esbozan una sonrisa. La lluvia ha dificultado los primeros dos días de competición y saben por experiencia que cuanto más agua cae del cielo más complicado es su trabajo. Es complicado mandar en el calendario, no solo por las inclemencias del tiempo, sino porque hay que distribuir los partidos por las pistas y eso también tiene su enjundia. Su trabajo lo hacen con criterios que son, cuanto menos, dudosos. Porque intentar explicar que Rafael Nadal jugase en la pista Suzanne Lenglen, es complejo. Mucho no le importó, él igualmente arrasó a Guido Pella (6-2, 6-1 y 6-1) y se metió en la tercera ronda de su torneo.

Salvo que se mire con ojos franceses, que claro, eso lo puede cambiar todo. Este jueves Nadal, diez veces campeón de este torneo, más que cualquier otro ser humano en la historia, ha disputado su partido en una pista que no era la central mientras en ella, llamada Philippe Chatrier, se esforzaban por pasar de ronda Lucas Pouille y Julien Benneteau. Coincidentemente, pero sin casualidad alguna, ambos son franceses. Allí jugó allí el día anterior Benoit Paire y uno antes Jeremy Chardy. De nuevo el hilo conductor tiene que ver con los colores azul, blanco y rojo de la bandera que representan.

Foto: El tenista, en un acto promocional en la Rafa Nadal Academy de Manacor. (EFE)

No solo extraña la ubicación de Nadal, que lo hace y mucho, también hay otros partidos que aparecen en pistas secundarias sin mucha explicación. Garbiñe Muguruza y Svetlana Kuznetsova disputaron su partido de primera ronda en la pista uno, la tercera en importancia del torneo. Las dos son campeonas de Roland Garros, suman entre ambas cuatro torneos de grand slam, pero la organización no encontró motivos para poner el encuentro en las pistas principales del recinto. La primera ronda del grand slam rara vez enfrenta a dos campeonas, pero este año tocó así el sorteo y no pareció importar demasiado.

placeholder Maria Sharapova. (EFE)
Maria Sharapova. (EFE)

La queja de Sharapova

Los dos españoles podrían quejarse, pero no parece que lo hagan. Es mejor no molestar, suponen. María Sharapova, quizá la tenista más mediática del circuito, ya está de vuelta de todo, así que sí, ella sí se queja. Le preguntaron si en la siguiente ronda, contra Karolina Pliskova, una de las mejores jugadoras de la actualidad, se veía en la pista central. Y ella derivó en una diatriba contra los jefes parisinos. Este fue el diálogo.

P. ¿Cómo te sientes en volver a jugar en la Philippe Chatrier?

S. ¿Ya sabes los horarios?

P. Es muy posible que sea en la central.

S. No sé, ayer nos dijeron dónde jugábamos a las 19.30, así que si sabes el horario igual me lo puedes decir.

P. Ya, pero está Pliskova, es posible que sea en la central. Si juegas en la central tus sensaciones...

S. Bueno, también está Sharapova, así que...

Masha cree que la organización la orilla, que no la quieren ahí. Aún tiene cierto resentimiento porque el año pasado no la invitaron cuando acababa de cumplir su sanción por dopaje. Los rankings no le dieron para estar en París, pero ahora que ha vuelto no se va a calllar lo que piensa. Así que si le preguntan por la pista central ella dirá, como dice entre líneas en ese intercambio, que no la quieren. Tiene también su punto de diva.

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EPA7052. PARÍS (FRANCIA), 31 05 2018.- El tenista español Rafael Nadal durante el partido de segunda ronda de Roland Garros disputado ante el argentino Guido Pella en París, Francia, hoy, 31 de mayo de 2018. EFE Yoan Valat

Gasquet, siguiente parada para Nadal

A Nadal, en todo caso, es probable que le pongan en la central su próximo encuentro. En primer lugar porque es el diez veces campeón y tenerle dos veces alejado de los mayores focos del torneo sonaría casi a chiste. Pero ya no es solo eso, también es que juega contra Richard Gasquet, uno de los jugadores franceses más queridos. Seguro de Philippe Chatrier. Y prácticamente segura la victoria. Porque los dos tienen un pasado común y bueno, hay demasiados datos como para no tenerlos en cuenta.

15-0 es el historial de ambos. No importa la superficie o el estado de forma ni la fecha en el calendario, cuando ambos se ven Nadal le destruye. "Ojalá pueda ganarle alguna vez en el circuito", comentaba recientemente Gasquet en una entrevista con Marca. Su deseo es complicado, porque la diferencia como profesionales de ambos es sideral, a pesar de que el galo haya sido un buen profesional. Lejos, en todo caso, de su coetaneo. Porque eso es quizá lo más curioso, los dos son amigos y se conocen desde que eran niños, Gasquet era incluso superior en categorías inferiores y le ganaba con cierta frecuencia. Cuando llegaron a la parte importante de sus carrera a Nadal se le encendió la luz y a su rival se le cerró el telón.

"De pequeños, cuando jugábamos en júniors puede que yo fuera un poco mejor, no mucho, pero en el circuito profesional no ha sido así. Tengo muy presente que nunca le he podido derrotar en el circuito, pero es que vencer a Rafa es muy complicado. Es zurdo, tiene un buen revés, una gran derecha y sobre todo es competitivo. Nos hemos enfrentado muchas veces y para mí es muy especial cada vez que juego contra él", contaba en esa misma entrevista el siguiente rival de Rafa. Gasquet, que ha llegado a París con ciertas molestias, no parece el rival apropiado para derrocar al diez veces campeón.

Foto: Nadal, en su partido contra Bolelli. (EFE)

Los problemas de agenda no son los únicos que se han encontrado los organizadores de Roland Garros esta temporada. Hay quejas por el estado de las pistas, que se ven con menos tierra que otros años, algo más pálidas. Fue Nadal uno de los primeros en expresar su desconcierto. "Hay más zonas grises o blancas que otros años, hay pequeñas piedras por debajo, no tienes el agarre adecuado en la pista", comentaba el número 1 del mundo. No ha sido el único. Naomi Osaka, una de las jugadoras más inteligentes del circuito, tampoco ve adecuada la tierra de este año.

"No es tierra-tierra, pero prefiero no poner excusas". En realidad, la segunda parte de la frase es una coletilla habitual de tenista después de criticar cualquier cosa. No ponen excusas, pero las ponen. También lo hizo Nadal. Están en su derecho de señalar los errores que quieran, pero siempre intentan resguardarse con este tipo de construcciones lingüística. Nadie quiere quedar como un quejica.

Luce el sol en París y los organizadores esbozan una sonrisa. La lluvia ha dificultado los primeros dos días de competición y saben por experiencia que cuanto más agua cae del cielo más complicado es su trabajo. Es complicado mandar en el calendario, no solo por las inclemencias del tiempo, sino porque hay que distribuir los partidos por las pistas y eso también tiene su enjundia. Su trabajo lo hacen con criterios que son, cuanto menos, dudosos. Porque intentar explicar que Rafael Nadal jugase en la pista Suzanne Lenglen, es complejo. Mucho no le importó, él igualmente arrasó a Guido Pella (6-2, 6-1 y 6-1) y se metió en la tercera ronda de su torneo.

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