El día que Sharapova le pidió a Nadal "jugar unas bolas, no una cita"

"Siempre positivo". Sobre la base de la mentalidad ganadora de Rafa Nadal se apoya gran parte de su supervivencia en lo más alto del mundo del tenis. Cuando su mente falló, su juego y su número en el ránking ATP también. En un espléndido 2018, sorprendió que hace menos de una semana cayera en Madrid frente a Thiem. ¿Cómo afectaría a su juego para el Masters de Roma? Nadal ha arrasado al número 31 del mundo, Damir Dzumhur, por 6-1 y 6-0 en una hora de partido. El de Bosnia y Herzegovina se dejó llevar cuando vio aquello imposible. Mientras el balear hace vibrar a los aficionados en la grada, también cumple algunos sueños dentro de la pista, como la de Sharapova, que esta semana pudo pelotear un rato con él.

Recibido por los espectadores de la pista central con numerosas banderas de España y pancartas, Nadal tardó sesenta minutos en sellar el pase a la tercera ronda ante un Dzhumhur que había eliminado el martes al español Fernando Verdasco. El mallorquín, número 2 del ránking ATP y primer favorito en Roma a causa de la ausencia del suizo Roger Federer, estuvo intratable tanto al saque como al resto e infligió al jugador bosnio la segunda derrota consecutiva, tras la del último abierto de Australia.

Ha ganado Roma siete veces, y eso que no lo consigue desde el año 2013. En ocasiones le ha podido la fatiga porque el torneo del Foro Romano tiene una señal de alerta: Roland Garros está demasiado cerca, no la líes. Hay que recordar que como Nadal se dedica a ganar casi todo lo que juega en tierra, el calendario se convierte en un castigo. De hecho perder en Madrid, una lástima, no quita para tener alguna pequeña ventaja. Dos partidos menos y, de algún modo, quitarse la presión de una racha histórica que le recordaban cada tarde después de arrasar a su rival.

"Perder es parte de nuestra vida"

"Cada semana pierden todos los jugadores excepto uno. Perder es parte de nuestra vida, así que no hay ningún problema con eso", cuenta estos días Nadal por Roma. Es un mantra tenístico de toda la vida, casi una frase hecha, pero no por manida deja de ser cierta. No hay mucho tiempo para que la derrota de vueltas a la cabeza y este deporte, como muy pocos más, deja por el camino muchos días de derrotas y muy pocas victorias totales.

Roma tiene el encanto de los torneos mixtos. Por allí caminan Nadal y Djokovic, pero también Muguruza o Sharapova. La rusa, que es siempre uno de los puntos centrales de interés allá donde juega, estaba caminando en las canchas anexas del recinto camino de un entrenamiento. Cuando llegó a la pista que tenía concertada se encontró a Nadal pasando bolas por encima de la red. No desaprovechó la oportunidad de pedirle un rato juntos.

El punto que celebró Sharapova

"Le dije a mi equipo: "¿No sería increíble ir allí y decirle, eh, Rafa, te juegas un par de pelotas conmigo?". "Me preguntaron por qué estaba mal en eso y yo les dije, oh, muchas cosas, está mal simplemente ir ahí y decirle Rafa, juega conmigo, pero me insistieron, debes hacerlo". Y lo hizo. Es más, le ganó un punto que celebró como si hubiese ganado un torneo importante.

"Es posible que él haya pensado que es raro, estoy convencida de que piensa que soy rara. Pero bueno, le pedí jugar unas bolas, no una cita", explicaba Sharapova, que sigue viva en el torneo. El tenis es, probablemente, el deporte en el que las féminas tienen mayor igualdad con los hombres, aunque aún sigue existiendo camino por recorrer. A pesar de esa mayor igualdad que en otros muchos deportes, hombres y mujeres viven un poco de espaldas, no se encuentran en muchos torneos, por lo que ver entrenarse juntos a dos estrellas como ellos es algo muy poco habitual.

En su decimocuarta participación de Rafa en Roma, donde se coronó por primera vez con 18 años en 2005, Nadal reaccionó tras la derrota sufrida en los cuartos de final de Madrid contra el austríaco Dominic Thiem y presentó su candidatura para reconquistar el título romano.

Nadal, campeón este año en Montecarlo y Godó, celebró su victoria número 52 en el torneo romano y ganó su decimocuarto partido del año en tierra batida, por solo una derrota.